CAP 22 ERRORES

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-¿Tienes frío, amor?

Steve preguntó desde la comodidad de su cama cuando vio a Nat salir del baño, envuelta con una de sus sudaderas con capucha gris que cubría por completo sus shorts de pijama.

-Sólo un poco... -Nat bostezó y levantó sus manos para cubrir sus labios apenada.

-Si estás muy cansada podemos ver películas otro día y dormirnos temprano, nena. -Steve caminó de rodillas sobre el colchón para acercarse a ella quién después de hacerse un moño alto en el cabello fue hasta él.

-No, está bien, pon la película. -Eran al rededor de las 8:30 de la noche, estaba segura que podía resistir un par de horas más, sólo quería pasar tiempo junto a él.

-De acuerdo, amor.

Steve estaba completamente seguro que se iba quedar dormida, aún así la levantó entre sus brazos y río divertido junto con ella cuando ambos cayeron acostados sobre las almohadas de su cama, quedando abrazados y atrayendo la atención de Dod y Sami quienes llevaban un largo rato acurrucados sobre la cama de dinosaurio del peludo Evans.

-Te quiero mucho, Steve. -Nat sonrió mientras peinaba el cabello enredado de su novio y bajaba su suave caricia hasta la barba de sus mejillas.

-¿Sólo me quieres, amor? -El rubio le mostró un puchero gracioso que la hizo reír mientras bajaba las caricias de su manos hasta su cuello y hombros desnudos, frotando con sus dedos las marcas que había dejado en su piel debido a sus último encuentro en la ducha.

-Si... -Ella se mordió el labio divertida y él negó con la cabeza, estampando varios besos juguetones sobre sus labios color melocotón que los hizo reír a ambos como bobos.

-Te amo... -Ambos susurraron sobre sus labios mientras sonreían e intercambiaban un beso bastante juguetón.

Steve no tardó nada en despedirse de sus labios para ir por el control de la pantalla y apagar las luces mientras ella acomodaba las almohadas sobre el respaldo de la cama para sentarse cómodamente ahí y esperar a Steve quien prácticamente saltó sobre ella, le entregó el control y recostó su cabeza sobre su regazo mientras se abrazaba como un niño a la suavidad de sus piernas cremosas y blancas.

Nat solto una carcajadas dulce y se concentró en buscar la película entre la lista secreta del rubio quien esperaba ansioso a que le diera play. La habitación quedó a oscuras y en pocos segundos todo el lugar fue iluminado con la luz azul brillante del castillo de Disney que rebotó sobre las cortinas color beige de las ventanas. Steve se acomodó mejor y disfrutó de las uñas de Nat que comenzaron a rascar con cariño toda su espalda desnuda, subiendo y bajando por su espina dorsal hasta su nuca y después a su cabeza para entrelazar sus dedos con sus mechones rubios y repetir, aquella sin duda era una de las sensaciones para tranquilizadoras y dulces que jamás hubiese experimentado Steve con una mujer, la paz que Natasha traía a su vida no tenía precio.

La película comenzó y entre pequeñas risas coquetas y tarareos juntos, Steve terminó cantando sólo pocos minutos después.

Frágil te ves, dulce y sensual
Quiero abrazarte y te protegeré
Esta fusión es irrompible
No llores más, aquí estoy

En mi corazón, tú vivirás
Desde hoy será y para siempre, amor

-¿Cariño?

Steve detuvo la caricia de su mano que subía y bajaba lentamente por el muslo terso de su chica para girar su cabeza al percatarse de la ausencia de su dulce tarareo y de las suaves caricias de sus manos rascar sus hombros, Natasha había caído profundamente dormida, tal y como supuso que sucedería. Así que con toda la ternura que se concentró en su estómago al verla tan infantil y bonita dormida sin preocupaciones, se irguió de su cómodo lugar, la levantó entre sus brazos con mucho cuidado de no despertarla y la recostó con delicadeza para meterla bajo la manta.

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