CAP 32 PAREJAS

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La espuma desbordó por completo de la gran tina en la que Steve y Nat se encontraban sumergidos hace ya varios minutos, inundando toda la baldosa blanca del baño con enormes charcos y montañas de espuma que flotaban mientras sus cuerpos se frotaban desnudos en sintonía bajo la corriente tibia que los rodeaba.

Steve se abrazó a su cuerpo resbaladizo por el jabón que escurria de su piel blanca cuando ella se acomodó a horcajadas sobre su regazo mientras compartían un beso realmente apasionado. Nat rodeó sus hombros y levantó las caderas sólo un poco para que él pudiese acomodar su miembro en su entrada y así pudiese deslizarse en el para empalarse con verdadera elegancia, callando todos sus gemidos con aquel beso que les estaba restando la respiración a ambos.

-¿Te gusta, amor?

Nat susurró en un tono sensual sonre su boca, mordiendo su labio inferior con fuerza antes de que pudiese responderle, robándole varios gruñido que la hicieron sonreír mientras él asentía fuera de sí, para luego bajar a mordidas por todo su cuello masculino y dejar varios chupetones que seguramente dejarían varias marcas dentro de unas horas.

Steve jadeó eróticamente y sumergió su cabeza bajo su mentón, reposando sus mejillas entre las dos bordes de sus senos redondos mientras ella se abrazaba a su cabeza y levantaba el trasero con lentitud para sentir el grosor de su hombría vaciar su cuerpo y empalarse nuevamente con el, iniciando una danza lenta sobre su falo que hizo sus cuerpos estremecerse de placer.

Evans no tardó en deslizar sus manos por cada curva de su espalda para estrecharla con necesidad, disfrutando del roce de sus pezones frotarse contra su cuello y mejillas mientras su boca jugaba a atraparlos en cada vaivén de sus caderas al saltar sobre él. El rubio no perdió la oportunidad de mordisquear el borde de sus senos repletos de lunares y succionar sus botones rosados mientras ella marcaba el ritmo de su propio deleite, llenándose con la dura e hinchada virilidad de su chico que se deslizaba entre sus labios lubricados hasta desaparecerlo por completo.

-¡Ohh, Dios, nena!

Steve gimió con un tono de voz ronca y sensual en lo que su manos bajaban de su cintura a las dos mejillas de sus trasero para ayudarla un poco a subir y bajar mientras se empalaba sobre su sexo latente que estaba a nada de explotar por tercera vez aquella mañana lluviosa.

-¡Si, si, así, amor!

Nat apretó los ojos, entre abrió sus labios extasiada y dejó ir su cuerpo un poco hacía atrás por el placer que sintió su cuerpo en ese instante de lujuria, siendo sostenida por los fuertes brazos de Steve que la pegaron nuevamente a su cuerpo mientras el orgasmo que los golpeaba los obligaba a gemir sin pudor y buscar torpemente sus labios para darse cierto alivio. La rubia meció sus caderas con más rapidez para recibir sus estocadas con más fuerza, abrazándose con cariño a él cuando sus piernas temblaron y su corazón amenazó con escapar de su pecho al igual que el de él sintiendo cómo una corriente cálida bajaba por todo su vientre hasta su sexo palpitante para liberarse finalmente y caer rendidos aún entre los brazos tembloroso del otro contra el borde de la tina.

-Dios, eso fue muy, muy, intenso.

Steve sonrió entre jadeos mientras su pecho subía y bajaba al ritmo del de ella quien ocultó su rostro en el hueco de su cuello y se abrazo a sus hombros completamente agotada.

-Amor, no siento las piernas... -Nat susurró divertida entre jadeos por la falta de aire mientras movía en círculos sus glúteos, disfrutando de ese palpitar sensual de su centro apretar la hombría del rubio quien gemía bajito ante cada contracción de sus sexos al seguir completamente unidos.

-Te llevaré cargada todo el día entre mis brazos, entonces, Osita.

Steve sonrió divertido mientras ella subía su mano a la mejilla de Steve para darse apoyo y poder iniciar un beso sensual en el nicho de su cuello, llevándolo hasta los lunares de su garganta. Nat succionó cada uno de ellos con amor mientras lo escuchaba gemir y sentía sus manos acariciar toda su espalda bajo el agua espumosa, deslizando su toque hasta llegar a las mejillas de su trasero para invitarla a mecerse de atrás hacía adelante nuevamente sobre su regazo, empalándose sin prisas para seguir amándose y entregándose a ese amor tan grande e inexplicable que sentían.

💞𝙎𝙊𝙐𝙇𝙈𝘼𝙏𝙀𝙎 💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora