"Hijo, no olvides que la señorita Johansson te estará esperando hoy a primera hora en su oficina, por favor, no te pongas difícil y déjala hacer su trabajo. El clan Evans te ama. Te envió la ubicación del lugar al que deberás ir. Te quiere, papá"❤
Steve rodó los ojos al leer el mensaje que le había hecho llegar su padre. Eran las 6.30am y aún se encontraba ejercitándose en el gimnasio de su apartamento como cada mañana. Estaba loco si creía que iría a su encuentro con aquella vieja solterona casamentera.
"Por cierto no te precupes por el trabajo de la oficina, tu hermano se encagará de tus pendientes por hoy, relájate y tómate el día. Te ama, papa x2 ❤".
El rubio leyó el segundo mensaje y bufó fastidiado. Dejó las mancuernas que estaba ocupando, se secó el sudor que escurría de sus pectorales y fue directo a la ducha, pensando en cómo sería su vida siendo un desterrado de la familia Evans. ¿Podría vivir de esa forma? ¿En verdad su padre sería capaz de dejarlo en la calle? ¿Sería un capricho más de Anthony Evans para molestarlo? ¿Y cuánto le duraría ese capricho? ¿Un mes, dos, tres meses?
-Demonios, tal vez si lo hago dejen de molestarme de una maldita vez. Verán que lo intenté, que no hay chica para mi, se darán por vencidos y yo podré seguir con mi vida. Si... Eso suena fantástico... -Steve se desnudó mientras meditaba sus posibilidades.
-Bueno al menos no me hizo casarme a la fuerza con nuestra secretaria y darle un heredero a cambió de poder recibir parte de la herencia familiar. -Steve soltó una carcajada mientras se jabonaba el pecho con la esponja y negaba con la cabeza.
-Incluso podría ser divertido, le haré la vida imposible a la vieja Casamentera... -Evans soltó otra carcajada mientras el vapor de la ducha empañaba los cristales del baño.
"Buenos días, Natasha. Estoy seguro de que has considerado mejor mi oferta. Mi hijo Steve llegará a primera hora a tú oficina, confío en que harás de maravilla tu trabajo y conseguirás que muy pronto él encuentre su alma gemela. Besos, Tony Evans".
Natasha rodó los ojos al leer el mensaje que le había hecho llegar Anthony Evans para luego escurrirse bajo las mantas calientitas de su cama después de haber leído aquel mensaje tan descarado, eran las 6:45am. ¿Quién demonios se creía? Y peor aún como se atrevía a enviarle besos después de tan vil chantaje.
-¿Cómo demonios consiguió mi número telefónico? -Natasha se sentó de golpe sobre la cama un tanto confundida mientras trataba de apartar el cabello enmarañado que tenía sobre la mejilla.
-Deja de maldecir Natasha... Ash, mataré a Florence si fue ella quién le dió mi número personal. -Natasha se puso de pie finalmente de la cama, al parecer ya no podría volver a conciliar el sueño y su jornada de trabajo iniciaba hasta las 9am, tenía bastante tiempo aún.
"Por cierto, linda, espero recibir un informe detallado de los avances de mi hijo. Que tengas un día precioso, Natasha, besos".
Natasha leyó el segundo mensaje y entre cerro los ojos con desconfianza. Estaba loco si creía que podía coquetear con ella a como solía estar acostumbrado. Tony podría ser su padre, su abuelo, su jefe.
-¿Que le sucede? ¿está demente? -Natasha caminó con el celular en la mano, pegando un salto de susto cuando la cola peluda y suave de su hermoso Sami se frotó contra sus pantorrillas.
Nat levantó a su ragdoll blanco y regordete del suelo para abrazarlo con amor contra su pecho y dejar varios besos sobre su cabeza mientras lo mimaba y el ronroneaba contra la piel de su cuello.

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💞𝙎𝙊𝙐𝙇𝙈𝘼𝙏𝙀𝙎 💞
Romantizm¿Crees en las almas gemelas? Su trabajo consistía en emparejar al atractivo, descarado, engreído y libertino Steve Evans de 35 años con una linda chica a la que pudiese desposar para poder dirigir junto a sus hermanos la empresa familiar de su padre...