-¿Pero qué hice mal entonces? Tenemos tanto en común, Steve, nos encanta la música, las artes, los animales... Yo también tengo un perrito como tú y te juro que no me importa que me lleves 10 años de diferencia... -Emili preguntó después de haber escuchado toda la explicación del hombre del porqué las cosas entre ellos no iban a funcionar al terminar la cena.
-No, tu no hicistes nada malo realmente. Eres una mujer hermosa e interesante, Emili, pero no siento que haya una conexión entre ambos. Yo esperaba sentir algo especial ¿sabes? -Steve fue honesto y eso en parte Emili lo agradeció.
-Respeto eso, Steve y agradezco mucho tu honestidad, pero creo que podríamos al menos darnos un beso para saber si realmente no tenemos nadita de química. -La castaña lo miró con ojos brillosos, aún tenía esperanzas de que hubiese al menos una pisca de atracción.
-Lo siento mucho, pero mi regla es cero besos si no es la chica correcta. -Steve se disculpó con la mirada y ella solo asintió.
-¿Entonces, fue todo? -Emili se resistió a llorar.
-Lo lamento mucho, Emili. Espero que pronto encuentres a tu alma gemela, eres muy simpática y divertida... Sólo deja de hacer eso del velo de novia para romper el hielo, terminarás matando a alguien de un infarto. -Steve tomó su mano sobre la mesa y le regaló un suave apretón mientras ella sonreía.
-Tu también eres muy divertido e interesante, y debo decir que no eres en nada parecido a lo que dicen de ti las revistas de chismes... -Emili confesó.
-Bueno, intento cambiar eso... -El rubio ladeó la comisura de su labio.
-Es maravilloso y Steve... Espero que encuentres a tu alma gemela también. ¿Podríamos ser amigos, entonces? -Ella le sugirió y Steve aceptó.
-Claro que si, jamás podría negarte mi amistad. -Ambos sonrieron y decidieron pedir un postre para seguir charlando, la cita después de todo no había sido pérdida total.
-Supongo que ahora deberemos esperar nuestro 100% -Ambos sonrieron con amabilidad.
-Supongo que si, estoy seguro que llegará, Emili. -Steve no quiso verse pesimista ante los ojos ilusionados de aquella castaña.
Ninguno podía negar que los temas de conversación fueron fantásticos, por algo su compatibilidad intelectual había sobre salido entre los resultados de su emparejamiento, aunque Emili era un poco parlanchína al rubio le había caído bastante bien. Sin embargo, ella definitivamente no era su alma gemela, Steve podía sentirlo en su interior, ella en parte no era Natasha, no era rubia y el bosque tranquilo de la bonita mirada de Nat que lo hechizaba no estaba en sus ojos marrones.
Evans se ofreció a llevar a Emili hasta su casa y con un gran abrazo amistoso se despidió de ella para después ir en busca de su peludo amigo a casa de Lizz quien no dudo en interrogarlo desde el inicio de la cita hasta el fin de ésta.
-Di la verdad Steve... La rechazaste porque realmente no te atrajo o porque quieres seguir soltero para atrapar a la linda Natasha... -Lizz miró a su hermano con los ojos entre cerrados.
-La chica no era mi tipo, no sentí nada de lo que tu dijiste, pulga. Lo juro y pues sobre Natasha... No sé, ¿crees que yo pueda gustarle? ¿Crees que le importe mucho si no salimos emparejados por su algoritmo? -Hizo una mueca y le preguntó.
-Pues Natasha cree fielmente en su algoritmo y todas las parejas con las que ha trabajados han sido unidas por ese programa... Yo supongo que ella debe esperar que su alma gemela llegue también por ahí, no lo sé, Steve. Tendrás que preguntarle. -Lizz no supo realmente como responder esa pregunta.
-No se que pensar justo ahora... Muero por ir a su apartamento a echarle en cara que la cita no fue tan maravillosa como ella prometió y también porque quisiera verla de nuevo y estar cerca de ella... -Steve hizo una mueca con los labios algo pensativo.
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💞𝙎𝙊𝙐𝙇𝙈𝘼𝙏𝙀𝙎 💞
Romance¿Crees en las almas gemelas? Su trabajo consistía en emparejar al atractivo, descarado, engreído y libertino Steve Evans de 35 años con una linda chica a la que pudiese desposar para poder dirigir junto a sus hermanos la empresa familiar de su padre...