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CAP 1 SERVICIOS

-Buenos días, Natasha. -Florence recibió a la rubia con un café caliente con canela como cada mañana, acompañándola hasta su oficina.

-Buenos días, Flor. ¿Dime que tenemos para hoy? -Natasha se quitó el abrigo lo colgó en un perchero junto a su escritorio y después le dió un pequeño sorbo al café que cómo cada mañana le quemó la punta de los labios.

-¡Ouch! -Natasha hizo una mueca graciosa y se acarició los labios con las yemas de sus dedos mientras escuchaba a su asistente hablar.

-Bueno, la señorita Margot llamó esta mañana y dijo que su segunda cita había sido perfecta, estaba muy felíz, demasiado diría yo y me pidió hacerte llegar sus inmenso agradecimiento. -Florence suspiró con romanticismo mientras su jefa sonreía, alisaba la falda de su vestido negro de oficina y tomaba asiento para encender su computador.

-¡Maravilloso! -Natasha celebró haciendo una pequeña danza infantil en su asiento.

-Además el Sr. Hugh nos hizo llegar una invitación para su boda en París dentro de 4 meses, tienes una sesión de entrevista a las 2pm y el señor Evans llamó para agendar una cita contigo a las 6pm. -Florence mordió la punta de su lapicero, levantó el rostro de la agenda y miró a la rubia con el ceño fruncido frente a ella.

-¿El señor Evans? ¿Hablas de el hermano de Elizabeth Evans? ¿Su matrimonio va mal? Porque llevan felizmente casados hace casi 6 años, fueron de mis primeros clientes. -Natasha se alarmó y en seguida se puso de pie para ir hasta sus expedientes y buscar la carpeta de la pareja.

-No, no, no... Hablo del Señor, señor Evans... Anthony Evans. -Florence aclaró y miró a la rubia parar en seco y mirarla confundida.

-¿Qué? -Natasha regresó a su lugar y se quedó pensativa.

-Si, quizá finalmente aceptaron hacer una campaña publicitaria para "soulmates". -Flor trató de tranquilizarla.

-No lo creo, hace 4 años rechazaron trabajar para mí. "Ridículo y estúpido" "su negocio no tiene futuro, señorita Johansson", si esas fueron las palabras de su agente. No, no creo que se trate de eso. -Natasha se mordió el labio por unos segundos. ¿Sería posible que el señor Anthony estuviese contratando sus servicios para él? Era demasiado difícil de creer.

-¿Por que no le llamas y sales de dudas? -Sugirió Florence.

-De acuerdo, transfiere la llamada a mi línea, gracias. -Natasha le sonrió más tranquila para después ver salir a su asistente de su oficina.

La rubia le dió un sorbo más a su café dulce y se acomodó en su silla para tomar la llamada. A penas unos minutos pasaron para que el teléfono de su oficina sonara y Florence la comunicara con el Sr. Evans.

-Buenos días, Sr. Anthony. ¿A que debo tan inesperado placer? -Natasha saludó antes de que el hombre pudiese decir algo.

-Buenos días, señorita Johansson y por favor, llámame Tony. -La voz seductora y ronca de un hombre mayor inundó sus oídos.

-En ese caso, Tony... Llámame, Natasha. Dígame ¿que puedo hacer por usted? -La rubia fue al grano al no obtener una respuesta rápida.

-Mira... Te tengo una propuesta bastante significativa y generosa, Natasha. Mis hijos Thor y Elizabeth me han hablado muy bien de tú plan de negocios, por ello me gustaría que nos reuniéramos esta tarde en mi despacho. -Anthony soltó una pequeña parte de la carnada.

-¿Qué le parece si nos reunimos en mi oficina? -Natasha dudo un poco, conocía a los hombres como él, Elizabeth le había hablado cientos de veces de los gustos exóticos de su padre.

-Oh no, no, eso será imposible. El asunto que debo tratar con usted exige toda discreción y confidencialidad de su parte. Le ruego que acepte venir a mi despacho, mi chófer pasará por usted a las 5:30 en su oficina. -Anthony dictaminó a como estaba acostumbrado a hacerlo.