-¡Pero mira como te ves renacuajo! De ahora en adelante te llamaré mi pequeño camaroncito. -Clint se burlo de las mejillas sonrosadas por tanto sol de su hermana cuando ésta le abrió finalmente la puerta de su nuevo apartamento, siendo recibido por Dodger y Sami quien fueron a su encuentro junto con Nat.
-No empieces de enfadoso y mejor dame un fuerte abrazo, bobo. -Nat rodó los ojos y abrió sus brazos de par en par para recibir al castaño quien no dudo en levantar a su pequeña hermanita del piso y dar varías vueltas con ella hasta hacerla reír.
-Te ves tan diferente, tan radiante y bronceada, dime que te hiciste. Cuéntame todo, pequeño camaroncito. -Clint la meció entre sus brazos con cariño, había sentido eternas aquellas semanas.
-Primero tú... -Natasha rodó los ojos y se separó de su hermano para ir a cerrar la puerta mientras él jugaba con Dod y levantaba a Sami en brazos para llenarlo de besos que lo hicieron ronronear.
Sami fue depositado sobre el sofá en donde se echó junto a Dod. Ambos hermanos caminaron hasta la cocina para preparar un té, era exactamente la 1 de la tarde y a las 8pm deberían estar yendo camino a la casa grande de los Evans, donde celebrarían juntos la Navidad.
-Antes de que iniciemos esta sesión de chismes, hermanita... ¿Dime, acaso estás sola? ¿No anda tu simio por aquí? -Clint bromeó, recibiendo un jalón de patilla que lo hizo chillar y a la vez reír.
-Se está duchando y ya te he dicho cientos de veces que no le digas así. -Natasha bufó y le lanzó una mirada de advertencia, viéndolo cómo levantaba sus manos frente a él en señal de paz.
-Era un bromita, renacuajo, además ignoraron mis mensajes por semanas. -Fue él quien bufo ahora mientras Nat le daba la espalda para poner la tetera a calentar y colocar unas galletas de nuez y otras con mermelada en una badejita.
-Eran nuestras vacaciones, deberías haber estado conforme con saber que estábamos bien, bobo. Cuando tengas tu escape romántico con Laura te estaré llamando cada 20 minutos para que veas lo que se siente, torpe. -Nat lo miró divertida y él se llevó la mano al pecho fingiendo demencia e indignación mientras tomaba asiento en uno de los banquitos que poseía la linda isla de mármol blanco de la cocina.
-Recuérdame bloquearte entonces, renacuajo.
Clint sonrió y escuchó aquella carcajada tan contagiosa de su rubia hermanita que tanto había extrañado para después verla a detalle deslizarse por la cocina con ese ridículo conjunto de shorts y camiseta de pijama con perritos salchichas dentro de un pan de hot dog estampados por todas partes, en verdad lucía diferente y no lograba descubrir porque, quizá era su cabello más largo, el hecho de que se veía un poco más delgada o quizá sólo era su imaginación.
-Deja ya de molestar y dime que era eso taaaaaan importante que no podía esperar a que regresáramos. -Nat sacó las tazas de porcelana y sirvió dos.
-Bien, punto número uno; todo fue de maravilla con los papeles de adopción, pero la familia estará en exhaustiva evaluación y visitas de supervisión, punto número dos; Laura pedirá su transferencia a un jardín de niños que se encuentra en Oxford y si todo sale bien y aprueba los exámenes podría estar entrando muy pronto como maestra de planta en el hospicio. Nat, ella en verdad está trabajado duro para prepararse y cumplir con todo los requisitos que solicita la oficina, los niños la adoran y les vendría bien tener a la mejor maestra de todo Londres a cargo de su educación. -Clint dijo orgulloso.
-¡Wow! Hermanito, me alegra mucho escuchar todas esas estupendas noticias. ¿Vivirán juntos? -Nat preguntó mientras daba varios saltitos en su lugar.
-Si, no, bueno si, bueno aún no se lo he pedido... Y aún no terminó, falta la mejor parte. Le propondré matrimonio en la cena de fin de año, antes de que los fuegos artificiales de la ciudad iluminen la noche. -Clint le susurró a su hermana quien palideció y se llevó las manos a la boca con sorpresa para terminar pegando un gritito agudo que lo dejó sordo.

ESTÁS LEYENDO
💞𝙎𝙊𝙐𝙇𝙈𝘼𝙏𝙀𝙎 💞
Romantiek¿Crees en las almas gemelas? Su trabajo consistía en emparejar al atractivo, descarado, engreído y libertino Steve Evans de 35 años con una linda chica a la que pudiese desposar para poder dirigir junto a sus hermanos la empresa familiar de su padre...