-¿Mejor? -Steve le preguntó en un hilo de voz mientras ella solo asentía aún con su mejilla pegada contra su torso.
Steve había pensado tanto en poder volver a estar así tan cerca de ella que le parecía un bello regalo de la vida el que Natasha no mostrara algún tipo de rechazo hacia él, aún sabiendo todas esas cosas terribles que no lo hacían un buen hombre y a pesar de que ella ya le había dicho todas las cosas lindas que pensaba de él le costaba un poco creérselo.
-Lo siento, debes creer que soy una tonta... -Nat levantó un poco el mentón para buscar su mirada, pero él ya se encontraba observándola con una pequeña sonrisa dibujada en los labios.
-Pienso muchas cosas de ti Nat, pero que seas una tonta no es una de ellas. -Steve le susurró muy cerca de su rostro, perdiéndose en el brillo tierno de sus ojos y en sus labios entre abiertos al respirar, estaban tan cerca el uno del otro que casi podían sentir sus narices rozarse.
-No me conoces aún... -Nat le respondió con el mismo tono suave de voz que él usó con ella mientras sonreía y alternaba sus ojos verdes de su mirada azul celeste de él a sus labios, los cuales la estaban tentando a hacer una verdadera locura.
-Déjame conocerte entonces, Natasha. -Steve le respondió bajito y pasó saliva con nerviosismo, rindiéndose al olor dulce que desprendía su piel cremosa y los mechones ahora enjaulados de su cabello rubio.
-Tal vez... -Nat no sintió fuerzas para terminar su frase, podía sentir su corazón bombear tan rápido que temía que Steve pudiese sentir sus latidos enloquecidos chocar agitado contra su torso.
-¿Tal vez? -Ella solo asintió pérdida en sus ojos.
Ninguno de los dos notó el instante en el que ambos bajaron sus ojos a los labios del otro, acercando sus rostros un centímetro más que les permitió sentir el aire cálido de sus respiraciones chocar contra sus mejillas.
Nat no pudo evitar cerrar sus ojos cuándo Steve la estrechó por la cintura con uno de sus brazos contra su cuerpo mientras la palma de su mano libre se deslizaba lentamente por la curva de su espalda hasta llegar a su cuello, dejándola completamente desarmada entre la calidez de sus brazos. La rubia entre abrió sus labios y sintió el suave roce de su boca muy cerca de la suya, Steve iba besarla y ella no iba a hacer absolutamente nada para evitarlo, pero fue una voz irritante lo que hizo a Steve regresar a la realidad, apretar los ojos, maldecir para sus adentros y desviar delicadamente sus labios a la suave mejilla de Natasha, la cual recibió su pequeño besó frustrado con resignación.
-¡Hermano, ya está todo listo! -La voz de Sebastián rebotó por toda la pista, causando que ambos se separaran lentamente y sonríeran avergonzados con la cabeza gacha.
Nat no pudo evitar soltar un poco de aire contenido para después morderse el labio, ocultar su rostro sonrojado y alejarse unos cuantos pasos de él.
-¡Ya vamos! -Steve le respondió a Buck y lo miró chocar esos 5 con Sam, eran unos fastidiosos.
-¿Ellos son tus amigos?... -Nat ladeó su rostro para ver a los acompañantes del rubio mientras acomodaba unos hilos de cabello detrás de sus orejas.
-Si... Son algo molestos, espero que no te hagan enfadar. -El rubio se aclaró la garganta y se rascó detrás de la cabeza, aquello había sido intenso y de no ser por el chismoso de Buck ahora mismo estaría recorriendo los labios de Nat con los suyos con un beso demoledor y apasionado.
-No te prometo nada... -Nat lo miró de nuevo y le regaló una sonrisa amistosa que le hizo saber que todo estaba bien, ninguno pensaba hablar sobre lo que estuvieron a punto de hacer, simplemente lo dejarían pasar y ya.
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💞𝙎𝙊𝙐𝙇𝙈𝘼𝙏𝙀𝙎 💞
Romance¿Crees en las almas gemelas? Su trabajo consistía en emparejar al atractivo, descarado, engreído y libertino Steve Evans de 35 años con una linda chica a la que pudiese desposar para poder dirigir junto a sus hermanos la empresa familiar de su padre...