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CAP 40 PARA SIEMPRE

14 de Febrero, 2021, costas de Sicilia, Italia

-Por favor, hace más de 36 horas que que no sé nada de ella, déjenme verla. -Steve le suplicó a Elsa quien lo interceptó en las escaleras que subían a la terraza que se unía a la habitación en donde llevan horas preparando a Natasha para la boda.

-Lo siento, Steve, pero es de muy mala suerte ver a la novia antes de la boda. Solo falta menos de una hora, ve a bajo con los chicos, tómate una copa de vino y evita ensuciar tu traje. -Elsa colocó ambas manos en los hombros del rubio quien con desesperación miraba el camino detrás de su cuñada, estaba a tan pocos pasos de la puerta donde estaba su chica.

-No podré resistir un segundo más, me dará un ataque al corazón, por favor. -Steve pudo sentir sus ojos humedecerse realmente, provocando que Elsa suspirara resignada.

-Dios, de acuerdo, pero quita ya esa cara de perro moribundo. Además tendrás que cubrirte los ojos al igual que ella, sin trampas Evans y solo tendrás un minuto, no más. -Elsa tomó una bocanada de aire, lo tomó del brazo para acercarlo hasta la puerta y se quitó el reboso color melocotón que cubría sus hombros para vendar sus ojos y hacer que esperar ahí afuera hasta que ella fuese por él.

-No te muevas, le pediré a Lizz que vende los ojos de Nat. -Elsa le explicó y tocó la puerta y en cuanto le dijeron que podía pasar así lo hizo.

-¿Sucede algo? Solo falta colocarle un poco de color en las mejillas, el vestido y estará lista. -Lizz le explicó mientras ambas giraron cuando la rubia salió finalmente del baño acompañada de Flor. Nat se ajustó la batita de seda blanca que iba usando para después acariciar un mechón de pelo rubio que caía sobre su hombro.

-Te ves hermosa, Nat, eres la novia más encantadora y sensual que hayamos podido ver alguna vez. -Lizz le dijo con cariño a su futura cuñada.

-¿No me veré muy bajita con esos zapatos? -Nat se preocupó de repente por una banalidad y las tres chicas negaron con la cabeza, se vería más que estupenda.

-Nada de eso, ahora ven aquí, te cubriré los ojos. Hay alguien que necesita decirte algo y va morir según él si no lo hace antes de la boda. -Nat entendió rápidamente y corrió ansiosa hasta Elsa para que cubriera sus ojos y dejaran entrar a Steve.

Las chicas salieron de la habitación para darles ese minuto de privacidad, dejaron a Natasha a ciegas a mitad de la habitación mientras Elsa iba por el rubio quien a pasos torpes entró y se dejó guiar hasta que su cuñada lo detuvo.

-Un minuto, y no se descubran los ojos. -Elsa les advirtió y los dejos finalmente solos.

-Nena te extrañe tanto, no pude dormir sin ti anoche, fue horrible. ¿Estás bien? -Evans levantó cuidadosamente su mano y la dirigió a ciegas a la de ella que al igual que la suya se encontraba buscándolo lentamente, hasta que se encontraron finalmente para entrelazar sus dedos percibiendo como el pulso del otro latía intensamente.

-No, estoy muy nerviosa y yo también te extrañé mucho. Tuve una fea pesadilla, una en la que no podía encontrarte. -Nat le susurró con angustia y aunque no podía verlo supo que sus facciones cambiaron a una de preocupación, aún así pudo sentir como sus labios aterrizaban en el dorso de su mano para hacerla sentir mejor mientras la otra caía torpemente sobre su cuello y subía despacio hasta posarse sobre su mejilla para acariciarla con su pulgar.

-Te amo, mi vida, estaré por siempre contigo. -Evans le susurró con ternura y dio un pasito al frente hasta sentir como el calor de su cuerpo chocaba contra el suyo y como su respiración se tornaba nerviosa y pesada.

-Te amo, amor. -Nat sonrió con ilusión y subió su mano hasta buscar su mejilla, encontrándose con la rasposidad de su barba, usando el mapa de sus recuerdos para poder acercarse un poco más a él, pararse de puntitas y dejar un suave y fugaz beso inocente sobre sus labios que terminó siendo más bien por su torpeza y falta de visión un beso de media luna que sin duda les recordó a ambos el dulce roce de labios que habían compartido por primera vez en aquella avioneta.