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Decidí que era mejor no hablar, pues realmente tenía miedo de lo que pudiera pasarme, nunca en los ocho meses que llevo junto a Alfredo lo había visto así de molesto, jamás me imagine tampoco que pudiera golpearme.
Ahora si mi vida es un completo desastre, no se nisiquiera que es lo que voy a hacer.
Alfredo seguía manejando, nisiquiera estaba prestando atención hacía donde es que íbamos, después de un rato me di cuenta que llegamos al rancho de Ovidio, pude ver que había una gran cantidad de gente, me imagino que habra una fiesta o algo parecido.
Alfredo estacionó la camioneta y se bajo, se acercó a mi puerta y la abrió, me tomó de la mano y comenzamos a caminar hacia adentro de la propiedad, nisiquiera nos habíamos dirijido ni una palabra.
Al entrar nos encontramos con Ovidio, Alfredo nisiquiera lo saludo ni detuvo nuestro caminar solo le dijo que ahorita salíamos a la fiesta.
Ingresamos a una habitación, que supongo sería la que nos habían designado a ambos, realmente no quería estar aquí. Alfredo me solto y caminé y me senté en la cama a llorar nuevamente.
-Puedes dejar de llorar, arreglate vamos a salir a la fiesta. - Me dijo mientras me veía de pies a cabeza.
-Alfredo no tengo ánimos para salir de fiesta, si gustas haslo tú yo me quedo aquí o dile a alguien que me lleve al hotel, te lo pido de favor Alf. - Trate de hablarle tranquila, no quería que me fuese a golpear de nuevo.
-No te vas a regresar, estaremos aquí unos Días y no me comiences a chingar con que te quieres regresar esta claro. - Me lo dijo en tono serio, realmente le tenía miedo.
-Si esta bien Alf, pero puedo no ir a la fiesta no tengo ánimos de verdad. - Le dije suplicante, lo que menos quería era estar de fiesta.
-No Isabella ya te dije que iremos a la fiesta y así será.
-Nisiquiera traje ropa ni nada alfredo, mirame vengo en pijama no puedo ir a la fiesta así.
-Los plebes traen todas tus cosas, ahorita te las traerán a la recamara.
-Alfredo, vas a actuar como si no me hubieses echo nada. - Me anime a preguntar, pues realmente lo desconocía, él nunca se había comportado así conmigo.
-Ahorita no quiero hablar de eso, solo arreglate y vamos a la fiesta. Más tarde hablamos. - Justo en eso, tocaron la puerta e ingresó Julián con toda mi ropa y las cosas que tenia en el hotel, que ahora eran lo único que tenía.
-Ya puedes comenzar a arreglarte, yo lo haré también. No te tardes. - Me dijo y salió de la habitación.
Con todo el pesar del mundo me di una ducha, traté de relajarme y estar más tranquila, no quería llamar la atención de nadie o causar lástima. Decidí ponerme un pantalón con una blusa básica y unos tenis, me acerque al espejo y pude notar que tenía un moretón que comenzaba a tomar color en donde alfredo me habia dado la bofetada, no quería maquillarme pero ya no tenia opción debía hacerlo.
