Lunes 18 de julio...
Hacia tres días ya que tenían secuestrado a Alfredo, estos días estaban siendo eternos para mí y muy difíciles, aún estaba en el rancho al que me habían traído, pasaba la mayor parte del día en el cuarto que me habían asigando, pasaba llorando y sumida en los pensamientos de lo que le podrían estar haciendo a alf y a todos los de más y si aún estaban con vida, se que no son unas blancas palomas, pero al final él es mi novio y me afectaba lo que le pudiese pasar.
Ya eran más de las diez de la noche, estaba en la recamara acostada llorando, acababa de regresar de cenar o bueno hacer el intento de hacerlo porque estos días nisiquiera había podido comer bien. Don Joaquín comentó que no nos preocuparamos que todo iba a estar bien y que en menos de lo que imaginaramos ellos estarían de regreso con nosotros.
Como había sucedido en días anteriores me había quedado dormida llorando, sentía miedo e insertidumbre de lo que pudiera pasar.
Martes 19 de Julio 5 de la mañana...
Estaba dormida, pero el sonido de camionetas ingresando al rancho me hicieron despertame, sentí los nervios invadir mi cuerpo pues pensé que algo malo habia sucedido, escuché las puertas de las otras recamaras abrirse y a los Hijos de Iván salir corriendo y gritando, así que rápidamente me pare de la cama y salí.
Al salir pude ver como Iván y Alfredo venían ingresando a la casa, en ese instante sentí un gran alivio y felicidad de ver que estaban con vida y aquí con su familia, podía notarse que estaban algo golpeados, en cuanto doña Alejandrina los vio corrió a abrazarlos y besarlos, después de ella lo hizo don Joaquín y los hermanos de Iván y Alfredo que aquí se encontraban, yo estaba en un rincón de la sala pues no quería interrumpir este momento de alegría familia.
Pude ver como Alfredo caminó hacia donde yo estaba, en cuanto estubo a mi lado beso mi cabeza.
-Que paso mi amor porque lloras, si ya estoy aquí plebe vivito y coliando. - Nisiquiera me había dado cuenta que estaba llorando, pero lo hacía de felicidad y de porfin liberar mi cuerpo de toda la ansiedad y nervios a la que había estado sometido estos días.
-Lloro de felicidad Alf, de ver que estas aquí y que todo está bien ya. - Le dije mientras lo abrazaba y lloraba aún más.
-Todo esta bien mi amor, calmate va. - Solo asentí en forma de respuesta.
Me separe de alfredo y abrace a Iván, le dije que me daba mucho gusto el que estuviera bien. Después de eso, don Joaquín entro con un doctor para que pudiera revisarlos pues se veían algo golpeados, Alfredo le comento a su papá si podría quedarse en la cabaña que estaba dentro del rancho pero algo retirada de la casa principal pues quería descansar sin que lo molestaran a lo que don Joaquín dijo que si.
Después de que el doctor lo revisara y le diera algunas medicinas y pomadas para los golpes, nos fuimos a la cabaña, alfredo me dijo que llevara mi maleta y todas mis cosas. Al entrar a la cabaña me encanto era acojedora, rápido nos dirijimos a la cama para acostarnos, al hacerlo abrace a Alfredo tratando de no lastimarlo.
-Ya quédese tranquila plebe ya pasó todo.
-Lo se Alf, solo sentía mucho miedo de que algo malo te pasará - Ya estaba llorando de nuevo.
-No llores amor, nada malo pasó y el pendejo que nos hizo esto se va a arrepentír.
-Podemos dejar de pensar en eso unos momentos Alf. - Lo abrace me hacia sentir tranquila el abrazarlo.
-Claro que si mi reina, la extrañe un chingo plebe, ya ahora si podrá quedarse unos dias conmigo o que.
-También te extrañe amor y si podre pasar unos días contigo ya salí a vacaciones, después me iré a Michoacán a ver a mi familia.
-No quiero que vayas, mejor pidele a tu familia que vengan, así nos podemos conocer, no quiero que vayas sola para haya porque por lo que se esta difícil la situación para haya.
-Haber que Alf no puedo asegurarte nada.
-Siempre llevándome la contraria tu plebe. - Me dio una nalgada algo fuerte la verdad.
-Alfredo no seas grosero me dolió. - en cuanto dije eso él se colocó arriba de mi y comenzó a besar mi cuello, sabía que era una de mis debilidades.-Alf no podemos hacer nada, estas golpeado.
-Claro que podemos mi reina uste por eso ni se preocupe, no sabes cuanto te extrañe plebe.
No pude responder porque beso mis labios de una manera apasionada, este hombre me tiene vuelta loca por él.
No se ni en que momento me quito la pijama que traia y quede desnuda al igual que él, rápidamente abrio mis piernas y se introdujo en mí, los dos soltamos un jadeo al momento en que lo hizo, esta vez estaba siendo más lento, sin duda los dos lo estábamos disfrutando al máximo.
-Me encanta que seas Mi Mujer Isabella y así sera siempre, solo serás mía.
Solo asentí en forma de respuesta, pues no podia ni hablar por todo el plaser y la satisfacción que estaba teniendo gracias a este hombre.
Después de varios minutos, los dos terminamos, estaba cansada pues todos estos días no había podido dormir bien, nisiquiera habia comido de la mejor manera.
-Quiero que me digas porque no comías bien plebe, ya me dijeron que pasabas llorando y no querías comer.-comento alfredo, aún me tenia abrazada y estaba dentro de mí.
-Sentía mucho miedo de que algo malo te pasara amor y nisiquiera podía dormir imaginando una infinidad de cosas que podrían estarte haciendo.
-Pero ya pasó todo amor, en estos días nos vamos a ir de vacaciones que dices nosotros dos solitos.
-Si es seguro acepto ir alf no hay problema.
-Claro que es seguro plebe. Ya hay que dormir porque en la noche habra fiesta dijo mi apa, para festejar que todo salió bien y aparte estoy bien cansado.
-Si hay que descansar ya amor, te amo.
Fue lo último que pronuncié antes de quedarme dormida, al fin podía estar tranquila pues ya estaba alfredo bien y conmigo.
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