jovenes amantes [traduccion]

Cuestión de confianza

Howard tamborileó con los dedos en el volante y miró por la ventana el edificio de apartamentos de Steve. Probablemente debería haber subido con Tony, pero la sola idea hizo que un escalofrío le recorriera la espalda. Era una mala idea, una muy mala idea, pero Tony quería que Sarah estuviera allí para su cena de felicitación y Howard había arruinado el plan original. Bueno, está bien, eso era injusto para él, pero no estaba dispuesto a culpar a Steve por enfermarse.

Respiró profundamente y se las arregló para calmarse cuando Steve, Sarah y Tony salieron del edificio. El corazón le latía con fuerza en el pecho y necesitaba calmarse. Steve dijo que Sarah no iba a llamar a la policía por él, e incluso si lo hiciera, él y Steve habían sido muy cuidadosos la semana pasada. Ni siquiera hubo un mordisco de amor en el cuerpo de Steve.

Observó cómo los tres se dirigían al auto, luego hubo un momento incómodo en el que intentaron decidir quién recibiría la escopeta. Finalmente, Sarah abrió la puerta trasera del lado del pasajero y entró; Steve se subió a su lado.

Howard miró hacia atrás y sonrió. "Hola, Steve, Sarah."

"Oye", dijo Steve en voz baja y se acercó para tocar su mejilla.

La mandíbula de Sarah se apretó, pero después de un momento, pegó una sonrisa suave. "Hola, Howard. Gracias por la invitación".

"De nada." Era un hombre de negocios, estaba acostumbrado a sonar sincero incluso cuando estaba mintiendo. Se dio la vuelta y giró el motor.

Tony se inquietó y miró a Steve por encima del hombro. "Te va a encantar este lugar. Tienen el mejor sushi de la ciudad. Mi amigo Rhodey me lo contó. Te acuerdas de Rhodey, ¿verdad, Steve?"

"Oh, sí, lo conocí el verano pasado. Fue realmente agradable".

Howard dejó que su conversación lo inundara.

*****

Durante la cena, Howard mantuvo los ojos en el plato y se concentró en la comida. Frente a él, Steve siguió mirándolo, luego a Sarah, frunciendo el ceño. De vez en cuando, Steve se golpeaba la espinilla, pero no iba a ser el primero en decir nada.

Dios, realmente le vendría bien un poco de sake ahora mismo.

Steve suspiró ruidosamente y luego dijo en voz baja: "Mamá".

Sarah puso los ojos en blanco. "Entonces, Howard, ¿cómo van las cosas con la Expo?"

Howard dejó sus palillos y bebió un poco de agua. "Van bien. Está un poco... ocupado. Realmente no debería haber-" Su boca se secó y tomó otro trago. "Realmente no debería haberme tomado un tiempo libre. Trabajaré muchas noches hasta que tengamos todo listo".

"Y luego también habrá muchas noches durante la Expo". Steve dijo, emocionado. "Va a ser genial, mamá. Empresas e inventores de todo el mundo mostrarán su tecnología".

"Y, por supuesto, debutaré allí". Tony levantó sus palillos en el aire y se inclinó.

"Eres la debutante más linda que he conocido". Steve le sonrió dulcemente.

"Aww." Tony agitó las pestañas. "Dices las cosas más bonitas, dulce de azúcar".

"Por supuesto, nunca había conocido a otras debutantes antes". Steve se acercó y robó un trozo del rollo de sushi de Tony.

"¡Oye, mantente alejado de mi cena! Papá, haz que se aleje de mi cena". Tony rodeó el plato con el brazo.

Howard sonrió. "Les compraré otro rollo. Les compraré otro rollo".

"Es el principio de la cosa, papá. El principio". Tony miró a Steve con los ojos entrecerrados y se abalanzó sobre su plato. Sin embargo, Steve fue más rápido, se metió el último rollo en la boca y sonrió. "Punk. Me vengaré".