➹Quien diría que la vida de Jeon Jungkook cambiaría drásticamente al ser secuestrado por una persona y no cualquiera perdón sino de Park Jimin el mafioso más temido y respetado en toda Corea.
➹[Cariño, tu fuiste mio desde el momento en que te vi.]
━...
─JungKook, por favor ─lo jaloneo del brazo ─No seas gruñón y vamos.
─No creo que sea buena idea─ volteo a verlo ─No puedo perder mis clases de idioma.
─Solo una vez al tiempo no hace daño─ hizo un puchero─Ahora habrá descuento en el precio de las entradas─volvió a tironear de su brazo ─No seas malo y ven conmigo, sabes que no todos los días hacen descuentos en la pista de patinaje.
─Yo se─suspiró, le tentaba mucho la idea de ir y finalmente estar en una pista de hielo, pero no quería arriesgarse, los hombres que lo habían secuestrado no habían aparecido hasta ese momento y Seungri no le había avisado nada hasta ese entonces, no sabía que hacer─Es que no me convence─volteoa ver a su amigo y este le está haciendo caritade cachorro abandonado─Sun ho, no me hagas esa cara que a ti no te sale─se rio al ver la expresión indignada.
─Pues perdóname por no nacer con un rostro tierno como el tuyo─ se cruzó de brazos y levanto la barbilla haciéndose el indignado ─Sabes que, ya no me hables, ya no te vuelvo a invitar a salir a ningún lugar.
Jungkook quería hecharse a reír, LeeSun oh se había convertido en su amigo en poco tiempo, le sorprendió de que esté sea de desendencia rusa y coreana, el había entrado a la tienda de mascotas en la cuál trabaja buscando una correa para el perro de su madre, cuando lo vio pensó que era coreano pero lo extraño fue ver sus ojos que son de un hermoso azúl. Le pregunto si eran lentes de contacto y él le había dicho que así son sus ojos.
Al inicio sentía desconfianza, creía que el podía llevarle información a los que lo habían secuestrado pero cuando lo fue conociendo se dió cuenta que el no tiene nada que ver con ese mundo, trabaja en una empresa de libros como editor y ya le a mostrado los libros con que a trabajado.
El toda su vida a vivido en Rusia, su madre al ser de ese país, no quiso irse a vivir a otro lugar y su padre coreano al estar tan enamorado no pudo negarle el capricho a su esposa, Sun ho le comento que de vez en cuando viajan a Corea pero el ya no a podido hacerlo por su trabajo ya que este consume lamayor parte de su tiempo.
─Ya, deja de ser infantil ─sonrió al ver que este se mantenía con un puchero─Esta bien, iré contigo a esa pista ─se encogió de hombros resignado.
Sun ho al escuchar eso quitó su expresión molesta por una enorme sonrisa.
─¡Sabia que aceptarías! ─ dijo mientras lo abrazaba.
─Ya, deja de abrazarme ─trato de separarlo de su cuerpo pero este no quería soltarlo.
─No quiero─ pegó su mejilla a la de Jungkook─Eres muy suavesito y me gusta abrazarte ─el peligris rodó los ojos.
─Si no quieres que te patee el trasero─lo vio amenazante─Es mejor que me sueltes, ¿Si?.
─Esta bien, está bien ─lo soltó ─Lo hago por que se cómo duelen tus golpes, en especial tus patadas ─ susurro desviando su mirada.
Con solo recordar, le dolía la patada que Jungkook le dió en una ocasión en que él lo estuvo bromeando tanto, que terminó molestandolo y Jungkook le dió una patada en sus piernas ya que lo había ofendido con su estatura, desde ahí hizo la nota mental de que Jungkook odia que le llamen pequeño.
─Tu te lo ganaste, yo que culpa─le sonrió de forma tierna.
─Tienes cara es de angel pero eres el diablo en persona─ murmuró de forma suave para que no le escuchará ─¿Qué dijiste? ─le pregunto Jungkook de forma dulce sabiendo que escondía una gran fiera debajo de esa ternura.
─N-nada ─río nervioso tratando de disimular.
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