⇝「Capitulo 32」

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—Te irás con nosotros — le dijo Park de pronto.

—¿Qué?, ¿Tan pronto? — le vio confundido.

—Temo que descubran que ya te encontré y traten de hacerte daño — le comento — Lo más indicado es que estés a mi lado pero permanezcas escondido, no pienso arriesgarme a que nuevamente te alejen de mi lado.

Al escuchar eso sintió como su corazón se aceleraba y sus mejillas se ponían calientes, se estaba sonrojando por esas simples palabras.

—Entonces, ¿A dónde vamos? — cuestionó Jin manteniendo su mirada fija en la calle.

—A la mansión de Victor — cruzó su pierna sobre la otra —Mientras más antes llevemos a JungKook a un lugar seguro, mucho mejor.

—Park, espera — dirigió su mirada a JungKook indicándole que siguiera —Vamos a mí apartamento, quisiera ir a traer un poco de ropa y mis cosas personales.

—No es necesario, yo puedo conseguirte todo lo que necesitas.

—Por favor — le suplico viéndolo con ojitos de cachorro —No tardaremos nada en ir y traer mis cosas.

Park lo vio fijamente durante unos segundos y rodo sus ojos al ver que no podía negarle nada al menor, menos con esa adorable carita que estaba haciendo.

—Esta bien, iremos pero yo te acompañaré mientras recoges tus cosas — el pelirrojo asintió conforme

—Dile a Jin la dirección para que nos lleve.

Cómo Park le dijo, le dió la dirección a Jin para que los llevará a su apartamento y sacar todas sus cosas importantes.

Al llegar, Park y JungKook se bajaron del auto y Jin les comento que se iría a estacionarse un poco más arriba de donde estaban, así evitaban levantar sospechas.

—Vamos — le dijo a Park y entraron al lugar —Buenas tardes —saludo a la recepcionista y está le devolvió el gesto saludando de manera educada al pelinegro.

—Es aquí — le indico cuando salieron del elevador y se pusieron frente a una puerta de color blanco casi al inicio del pasillo. Abrió la puerta y dejo que Park entrara primero.

Este vio con curiosidad el lugar, era pequeño pero acogedor, las paredes eran de un color azul mate y los bordes de las paredes habían sido delineados con pintura blanca dándole un aspecto un tanto elegante.

En la sala había una pequeña mesita de vidrio junto a un sofá individual y uno grande para visitas, frente a ellos estaba una pantalla plana. Si se observaba más lejos podía ver que el pasillo que conectaba con la sala también conectaba con la cocina, el dormitorio y la última puerta posiblemente sea la del baño.

—Si quieres puedes sentarte aquí — le señaló el sofá

— Yo iré a tomar mi ropa, ¿Quieres algo de beber?.

—No, estoy bien — dijo mientras aún veía el lugar, a pesar de ser pequeño le gustaba.

—Entonces iré a tomar mis cosas — Park asintió y se fue a su habitación.

Al estar en ella se dirigió a su armario, de ahí saco una maleta y la coloco en su cama. Comenzó a sacar su ropa para colocarla de forma ordenada en ella, cuando ya la había colocado ahí volteo a ver hacia la puerta y se quedó quieto tratando de escuchar algún movimiento proveniente de la sala, pero no escucho nada, entonces se agachó y debajo de su cama saco una caja en dónde tenía un sobre de color gris.

Seungri le había dicho que no lo revisara, que cuando finalmente estuviera con Park se lo entregará, no lo negaría, la curiosidad le había carcomido pero debía respetar lo que le había pedido. También le había dicho que se lo entregará cuando el sintiera que era el momento indicado pero no sentía que en ese momento lo fuera, nuevamente volteo a ver hacia atrás y cuando se aseguró que no venía lo metió entre sus ropas.

Tal vez cuando ya estuvieran en la mansión de ese tal Victor podría entregarle ese sobre.

Quería preguntarle a Park sobre que había sucedido con SeulGi y su padre, no había sabido nada de ellos desde aquel día que ella lo había golpeado, no quería volver a verla pero sabía muy bien que no sería tan fácil librarse de ellos, al pensar eso mordió su labio con preocupación, cuando ellos se dieran cuenta que estaba con Park se enfurecerían.

—¿En qué tanto piensa mi Conejito? — se sobresalto al escuchar una voz a sus espaldas, pero se relajo al sentir como pasaba sus manos por su cintura y lo acercaba a su cuerpo.

—E-en nada — tartamudeo nervioso —Solo pensaba que después de tanto tiempo volvemos a vernos — mintió.

—Si, después de tanto volvemos a estar juntos — coloco su barbilla en el hombro izquierdo del menor
—Te eche mucho de menos.

Su corazón volvió a agitarse fuertemente con esas palabras, no entendía que es lo que le estaba sucediendo con él.

—Y-yo también.

—¿Enserio? — le dió la vuelta lentamente quedando frente a frente.

—Muy enserio — llevo su mano a la mejilla de él y la acaricio con suavidad —Como no tienes idea.

—Eso me hace muy feliz — sonrió acortando la distancia a tal punto que su respiración chocaba en el rostro sonrojado de JungKook —Tu, me haces muy feliz — acortó la distancia y estampó sus labios en los de JungKook moviendolos con lentitud disfrutando de su suavidad.

JungKook suspiró cuando Park mordisqueo con suavidad su labio y cuando iba a finalizar el beso chupo su labio inferior para después tironear del el.

Mientras se veían fijamente JungKook movió con suavidad a Park dirigiendolo a la cama haciendo que se sentará en la orilla, poco después el se acomodo en sus piernas colocando las suyas a cada lado, llevo sus manos al cuello de Park y dejo que descansarán ahí.
No sabía cómo había tomado ese valor pero no quería desaprovecharlo.

Ahora fue su turno de juntar sus labios con los del pelinegro, gimió gustoso al sentir como colocaba sus  manos en su cintura y comenzaba a acariciarlo, quería más, quería que Park lo tocará.

—J- JungKook — murmuró en medio del beso — Para — al escuchar eso inmediatamente paro.

—¿P-por qué? — pregunto respirando de forma agitada —A-acaso, ¿No te gusto?

Al decir eso sintió una gran decepción y temor, tenía miedo que no le gustarán sus besos, bueno, lo entendía ya que el era un completo inexperto en ese tema, pero podía mejorar, no quería decepcionarlo.

—No es eso — llevo su mano a su mejilla para acariciarla —Tus besos me encantan, pero si seguimos así, no podré hacerme cargo de mi pequeño problema — JungKook dirigió su mirada a dónde señalaba él y se sonrojo fuertemente al ver ese pequeño problema que no era tan pequeño —Ahorita no es el momento.

—¿P-por qué? — le vio confundido —Tu antes querías esto — desvió su mirada apenado.

—Lo se, pero quiero hacerlo más adelante — beso su mejilla —Quiero hacerlo cuando tú estés completamente enamorado de mi, mi lindo Conejito — acaricio con suavidad su cabello y JungKook casi ronroneaba al sentir tan deliciosa caricia, Park rio al ver la actitud tan tierna del menor y JungKook solo podía sonreír al ser mimado de esa manera y una pregunta se vino a su cabeza.

¿Por qué Park debía ser tan lindo?

¿Por qué Park debía ser tan lindo?

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Pareja de un Mafioso «JIKOOK»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora