⇝「Capitulo 40」

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JungKook se encontraba acostado en su cama viendo el techo pensando en lo que había sucedido hace unas horas en el despacho de Park.

Le inquietaba la reacción que este había tenido al leer lo que había en el sobre, este le había pedido que se quedará a su lado y le había preguntado sobre cómo lo trataron en ese lugar nada más, eso provocó curiosidad y también le hizo recordar a cuando estuvo encerrado ahí.

De solo recordar lo que hizo su amigo Mark le daban ganas de llorar, quería pedirle a Park su ayuda para rescatarlo pero temia que este se negara.

Tal vez, solo tal vez si se lo pide este le ayude, por ahora dejaría de pensar en eso y buscaría una manera de pedir su ayuda. Con pereza se levantó de su cama para ir a tomar una ducha y poder descansar, el viaje había sido largo y le había dejado muy cansado.

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Al día siguiente despertó por el sonido de alguien tocando la puerta de la habitación, hizo una mueca ya que no quería levantarse pero esa persona no dejaba de molestar.

Con torpeza se levantó de la cama y con su mano tallo su ojo derecho mientras bostezaba, se acercó a la puerta y la abrió bostezando nuevamente.

─Buenos días conejito ─escucho que le decían y el asíntio.

─Buenos días  ─contesto adormilado, hizo el esfuerzo por abrir más sus ojitos al escuchar la risa de Park, en estos momentos odiaba que sus ojos se inflamaran un poco mientras dormía y eso no le permitía ver bien cuando recién despertaba ─¿Qué sucede?, ¿Por qué ríes? ─frunció el ceño haciendo un puchero con sus labios.

Park quería reírse por la ternura que le causaba el menor, más con sus ojitos cerrados y ese tierno puchero que hacía con sus labios rosados.

─Me rio porque parece que un tornado paso por tu cabello─ soltó una risita─Tu cabello en estos momentos apunta para todos lados y ya no se a cual quieren apuntar exactamente─JungKook llevó sus manos a su cabello y efectivamente este estaba completamente revuelto, se avergonzó y a como pudo trato de acomodarlo para que se viera más o menos decente.

─Ya~ no te rías─ le pegó con suavidad en el hombro al más alto en modo de juego.

─Claro, ya no lo haré ─tapo con su mano la sonrisa que estaba en su rostro ─Bueno ─aclaro su garganta ─ A lo que venía ─JungKook le vio fijamente ahora que sus ojos ya se lo permitan─Quisiera que desayunarás conmigo, claro, solo si tú quieres ─ se apresuro a decir.

─¿Me estás invitando a desayunar? ─ se arrecosto en el marco de la puerta sonriendo de lado.

─Pues... Si ─ asíntio desviando su mirada ─Pedi que prepararán algo que se que te gustará.

─¿El qué? ─preguntó confundido.

─Ve a bañarte y después baja ─le guiño un ojo─No seas un conejito curioso.

─Mmmm ─ murmuró cruzandose de brazos mientras su labio inferior sobresalía un poco.

─Te espero abajo pequeño ─ se acercó al menor y beso su frente con suavidad para después darse la vuelta e irse.

Cuando Park ya se había marchado cerro la puerta y se pegó a está llevando sus manos a su frente sonrojándose al instante, Park le había besado su frente y eso gesto le había causado mucha ternura a su corazoncito.

Se baño con rapidez y al salir busco en su maleta (que aún no había ordenado) un conjunto de ropa, saco un pantalón jeans azul junto a una camisa polo verde, su ropa interior y unas zapatillas negras, ya cuando estubo listo peino sus cabellos y se fue en busca de Park.

Pareja de un Mafioso «JIKOOK»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora