»CAPÍTULO UNO:
' ¿quien eres? '*:・゚✧
LA RUBIA SINTIÓ COMO los rayos del sol llegaban a su rostro, provocando que tuviera que taparse con una de sus manos y así poder seguir descansando, pero de igual manera no fue capaz, ya que imágenes de todo lo que había sucedido se proyectaron en su mente, ella hablando con Barry, besándolo y luego entrando a la casa, caminando en dirección a los chicos con intención de abrazarlos y todo se volvió negro. Zoom, Zoom atravesando su pecho con su mano y quitándole la vida.
Sintiendo la garganta seca se atrevió a abrir los ojos, encontrándose en un lindo prado y pensó que estaba de vuelta al mundo espiritual, aunque algo le decía que no era así, el paisaje no era tan mágico como el otro. Cuando sus ojos se acostumbraron a la claridad procedió a sentarse, obteniendo una visión más amplia del lugar en el que se encontraba y pudo ver que a una distancia considerable, había una gran mansión por lo que frunció el ceño confundida, ¿una mansión? eso no lo había visto antes. Se levantó con lentitud, su cuerpo se sentía débil y sabía que ante el más mínimo movimiento brusco caería de cara al suelo, se sujetó de unos árboles que habían allí y comenzó a avanzar, sin dejar de mirar a su alrededor, tratando de descifrar qué era lo que estaba pasando.
Mientras caminaba no se centraba en nada más que tratar de descifrar lo que estaba sucediendo, estaba tan metida en su mente que no se dió cuenta de que a unos metros había un hombre, observándola con curiosidad y con un gran perro negro a su lado. El canino mordió su chaqueta y lo arrastró hasta llegar al campo de visión de Rosie, quien al sentir el sonido de unas ramas romperse miró en esa dirección y se preparó para atacar.
— ¿Quien eres y qué quieres? .— preguntó desconfiada.
— Soy Bruce Wayne, tu perro me fue a buscar .— contestó el adulto con simpleza.
— ¿Mi perro? no tengo perro .— susurró confundida la rubia.
El canino se acercó amistosamente a ella, su cola se movía de un lado a otro demostrado felicidad y pasaba su áspera lengua por sus piernas provocándole leves cosquillas, con algo de desconfianza acarició su cabeza y miró su cuello en busca de algún collar, pero no tenía nada.
— ¿Cuál es tú nombre y por qué estás aquí? Esta es propiedad privada.
Se quedó unos segundos en silencio, sin saber muy bien qué contestar o si podía confiar en aquel hombre, estaba dispuesta a demostrar una personalidad confiada, pero sabía que sola no podría descifrar la situación.
— Me llamo Rosie, Rosie Smoak y no tengo ni la menor idea de qué hago aquí, se supone que debería estar en otro lado, lamento el allanamiento.— contestó con honestidad.
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𝑷𝑯𝑶𝑬𝑵𝑰𝑿
Fanfiction𝑷 . Cambios, cambios y cambios. No había mejor forma de describir la vida de Rosie Smoak, en especial ahora, luego de que Barry Allen tomara una decisión en base a sus sentimientos y la dejara en un mundo totalmente desconocido. » prohibida su ad...