029 | hey sister.

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☾| 鼠尾草

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LEAH ABRIÓ LENTAMENTE SUS ojos, pero se vio obligada a cerrarlos de nuevo cuando sintió un fuerte dolor en su cabeza, soltó un bufido y luego de unos segundos pudo volver a intentarlo. Se dio cuenta de que estaba en una de las jaulas que el equipo Flash utilizaba para retener a metahumanos, pero no estaba sola, a unos metros estaba su hermana y Canuto, se acercó con rapidez a ambos y puso sus dedos en sus cuellos para verificar su pulso, se sintió más aliviada al notar que estaban bien. Agarró el cuerpo de la rubia con las pocas fuerzas que tenía y la acurrucó contra ella, tenía su espalda apoyada en la pared para evitar cansarse y acarició el rubio cabello de Felicity.

— Lamento no haberte dicho la verdad desde un principio, tenía miedo de que me odiaras por no haber vuelto con ustedes cuando tuve la oportunidad... pero no lo sentí correcto, sabes? sentía que si terminé en esa Tierra fue por una razón .— susurró Leah.— además, las personas que me recibieron me hicieron sentir bien, bienvenida y cómoda, son personas buenas, no quiero que los odies porque ellos no tienen la culpa de nada, al fin y al cabo la decisión estaba en mis manos.

La joven tenía sus ojos pegados en la pared, por lo que no se dio cuenta de que su hermana ya estaba despierta y escuchaba con atención todo lo que salía de su boca.

— Por un tiempo pude olvidarme de todos los malos momentos que viví, no tuve pesadillas y encontré el amor, Wally es lo mejor que pudo pasarme, es atento, cariñoso, comprensivo... es perfecto y me hace sentir amada, adorada, cómo si fuera la única chica en el mundo .— una pequeña sonrisa se formó en sus labios al pensar en su amado.— te va a caer muy bien, me aseguraré de presentarlos bien una vez que no tengamos a un grupo de psicópatas siguiéndonos, el me ha dicho varias veces que quiere conocer a su cuñada.

— No estoy enojada contigo, hermanita.

Leah se sobresaltó al escuchar su voz, miró en su dirección y los ojos de ambas se llenaron de lágrimas, no dudaron en fundirse en un fuerte abrazo, acto que ambas necesitaban. Después de tanto tiempo, pudieron sentir los brazos de la otra y vaya que se extrañaban, en especial Felicity, ya que ante sus ojos su hermanita estaba muerta, pero resultó no ser así y ahora estaba más grande, más madura y con una hermosa cabellera pelirroja.

(...)

Les había costado recordar el motivo por el que estaban ahí, en especial a la pelirroja ya que había recibido un fuerte golpe en la cabeza. Los nazis habían atacado S.T.A.R labs, todo fue tan rápido que no tuvieron tiempo para reaccionar, lo último que recuerdan fue haber forcejeado un poco y que las tiraran dentro de la jaula. No tenían mucho qué hacer, por lo que se mantuvieron sentadas y hablando, mientras que la rubia trataba de curar las heridas de su hermana, por lo menos detener la sangre pero no estaban teniendo buenos resultados.

— Entonces, tienes un perro que se puede transformar en un ciervo y en un puma .— dijo Felicity mirando al canino con sorpresa.

— Si, apareció conmigo cuando desperté, pero no sé si podrá transformarse en otra cosa.

El perro comenzó a mover su cola de un lado hacia otro y su cuerpo comenzó a achicarse, las chicas se hicieron hacia un lado y frente a ellas apareció una pequeña rata.

— La respuesta es si, puede transformarse en otras cosas.

El animal comenzó a moverse por la habitación, hasta que llegó a dónde estaba el baño y no dudó en meterse por las cañerías, las chicas hicieron una mueca de asco y esperaron pacientes a que Canuto apareciera de nuevo. No pasó mucho tiempo cuando la rata volvió con ellas, pero estaba del otro lado del vidrio.

— Eres un genio, pequeño, ahora transfórmate en un ciervo y ocupa tu cornamenta para romper ese panel .— le indicó Leah con una amplia sonrisa.

Canuto hizo exactamente lo que la pelirroja le indicó, rompió el panel y el vidrio que las retenía adentro, se levanto, dejándolas escapar con facilidad.

— Ahora, a dónde vamos? .— le preguntó Felicity a su hermana, a quien debía ayudar a caminar ya que estaba mal herida.

— A la ventilación, es la mejor manera de movernos por el lugar sin que tengamos que luchar.

La rubia asintió dándole la razón y fueron hacia la ventilación más cercana, con la ayuda de los poderes de Leah pudieron sacar los tornillos, primero subió Canuto, luego Felicity y finalmente Leah, suspiraron aliviadas cuando se encontraron adentro de los conductos de ventilación y al ver los espaciosos que estos eran, podían moverse sin dificultad. Avanzaron sin rumbo alguno, hasta que escucharon unas voces, se acercaron a ver y allí estaba Kara, amarrada a una camilla con una luz roja, a su lado estaba su doble malvada y Eobard Thawne.

— Van a mutilarla, necesitan algo de ella porque su doble está enferma .— susurró Leah con preocupación.

— Y mandaron a casi todos a la Tierra X, qué vamos a hacer? no tenemos mucho tiempo antes de que se den cuenta de que nos fuimos y no podemos luchar contra ellos, yo no tengo poderes y tú estás lastimada.

— Cisco, lo sacamos y puede cortar toda la electricidad, él conoce este lugar cómo la palma de su mano.

Ambas hicieron un movimiento de cabeza y con la ayuda de Canuto, pudieron llegar a dónde retenían a Cisco y a los demás. Al bajar tuvieron un par de problemas, pero pudieron manejarlo, Leah se mantuvo apoyada contra una pared y Felicity fue a abrir la puerta, pero unos disparos se hicieron presentes, dos personas habían llegado y las apuntaban, la pelirroja cerró sus ojos y al abrirlos estaban de un intenso rojo, hizo leve movimientos y el par de militares se quedaron estáticos, sólo soltaban quejidos, hizo que se recostaran en el suelo y con otro movimiento más, los dejó inconscientes, en estos dos años había aprendido un poco más sobre su poder de controlar la sangre en el cuerpo de otros y lo ocupaba en ciertas ocasiones.

— Cisco? .— lo llamó Felicity mientras trataba de abrir la puerta.

— Felicity? sácanos de aquí!

Lo intentaron, pero no pudieron, los intrusos habían cambiado toda la seguridad y ahora habían códigos nuevos.

— Le mandaré un mensaje a unos amigos, avísale a Cisco .— le dijo la rubia a su hermana y continuó apretando varios botones.

A duras penas se acercó a la puerta, la golpeó un par de veces y agarró con fuerza un costado de su cintura, dónde tenía una de las tantas heridas.

— Felicity llamará a alguien que nos ayude, tienen a Kara y al resto los mandaron a la Tierra X, trataremos de sacarlos lo más rápido posible.

— Rosie? .— preguntó el chico.

— La misma, pero eso lo hablamos después, ahora debemos salvar sus traseros.

Ambos sonrieron, a pesar de que no pudieran verse. Las hermanas tuvieron que salir de allí con rapidez, no podían permitir que las vean, por lo que al estar seguras dentro de las ventilaciones pudieron sentarse a pensar un plan.

— Necesitamos un plan, somos menos que ellos pero somos mucho más inteligentes, eso te lo puedo asegurar .— dijo Leah limpiando su mano llena de sangre en su ropa.

— Tengo una idea .— susurró Felicity con una sonrisa.

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