027 | the rules have changed.

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☾| 鼠尾草

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NADIE PODÍA CREER LO que estaban viendo, frente a ellos estaba nada mas y nada menos que Rosie Smoak, o por lo menos su doppelgänger, pero esta tenía el cabello pelirrojo y su rostro era más maduro, no demostraba la inocencia de la otra chica. Leah estaba notablemente incómoda, pero no lo demostró y se mantuvo serena y con su mentón en alto, aunque por dentro tuviera ganas de correr a los brazos de su hermana y contarle todo lo que había vivido.

— ¿Por qué las caras? ¿vieron un fantasma? .— preguntó la joven tratando de que salieran de su trance y dejaran de mirarla.

— Lo lamento, es sólo que... te pareces demasiado a alguien que conocimos hace un tiempo .— habló Barry rascando su nuca.

No sabía cómo actuar frente a la "doble" de la chica que amó tanto hace solo un par de años, se sentía nervioso y bastante intranquilo, la culpa volvió luego de un año.

— Está bien, a todos nos ha sucedido, supongo.

Richard y Megan miraban confundidos a la pelirroja, bueno, en verdad todos los del equipo lo estaban, no entendían el porqué no les decía que era la misma persona que ellos creían, pero no mencionaron nada, ella era la única que podía decidir cuando decirles o si hacerlo.

— Bueno, supongo que quieren saber lo que estaba sucediendo .— habló Richard para romper el incomodo silencio que se había generado.

Todos asintieron, el castaño se posicionó frente a todos y comenzó a relatar todo lo que habían investigado, omitiendo algunos detalles cómo las identidades de los lideres para evitar algunas reacciones no deseadas, aunque no les tomó mucho tiempo a los otros el comenzar a relacionar algunas cosas, cómo por ejemplo los poderes y habilidades de dos de los lideres. Sin tener ganas de escuchar la misma historia que venía escuchando desde hace unos meses, Leah se retiró de allí en silencio y fue hacia la enfermería, encontrándose a un dormido Wally y ya sin heridas en el rostro, si lo miraban más de cerca se podían ver algunas cicatrices, pero no eran muy notorias. La joven se posicionó a su lado, mirándolo dormir y sin poder evitarlo, comenzó a acariciar una de sus mejillas y su cabello.

— Estás mejor? .— le preguntó ella con suavidad al ver que abría sus ojos.

— Mucho mejor ahora que veo tu rostro.

Ambos sonrieron ampliamente, tal jóvenes enamorados que eran y él se apresuró en entrelazar sus dedos con los de la chica.

— Y? cómo fue el reencuentro? No te creyeron? porque si es así puedo ser tu testigo, al igual que todos los demás.

— No les dije quien era, me presenté cómo la persona que soy el día de hoy, Leah Wayne .— ella tuvo que interrumpirlo, ya que estaba hablando demasiado rápido.

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