044 | telepath.

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☾| 鼠尾草

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UN LARGO SUSPIRO SALIÓ de los labios de la pelirroja luego de dejar su celular a un lado, no podía tener ni siquiera un día de tranquilidad. Caitlin la acababa de llamar para avisarle que debía ir a S.T.A.R labs, al parecer Cecile había desarrollado poderes y ahora podía leer mentes. No tuvo más opción que levantarse de la cama, se baño y vistió en minutos, una vez lista salió del baño y se sobresaltó al chocar contra Wally.

— Pensé que estabas dormido.

— Lo estaba, pero Cisco me llamó. Algunas veces me dan ganas de tirar el celular por la ventana y no atender ninguna llamada más .— ambos rieron levemente.

El velocista entró al baño y salió al segundo, listo para iniciar el día. Se tomaron de las manos, salieron de su habitación y le dejaron una nota a Megan antes de abandonar el hotel, la mañana estaba fría, por lo que fueron a comprar un café, Wally fue a pedirlos mientras que la pelirroja lo esperaba en una de las mesas. Una vez los tuvieron en sus manos, se dirigieron a la salida cuando chocaron con alguien, por suerte el liquido no abandonó el vaso.

— Lo lamento tanto, yo... .—la chica levantó la mirada y pareció congelarse.

Su voz había salido casi cómo un susurro, al mirarlos pudieron observar sus facciones y la encontraron extrañamente familiar, tenía el cabello castaño claro, sus ojos eran de un llamativo verdes y su piel era pálida, llevaba una gran chaqueta y agarraba con firmeza una libreta, en la portada se podía apreciar parte de su nombre, "Grace W...".

— ¿Estás bien? .—preguntó Wally, para luego mirar a Leah por unos segundos.

— Si eh... lo siento, de verdad .— los miró una vez más y salió casi corriendo del local, perdiéndose de la vista de los dos jóvenes.

— Eso fue... extraño.

— Lo sé, nos miraba cómo si fuéramos fantasmas .—bromeó el velocista, colocando uno de sus brazos sobre los hombros de la pelirroja y retomaron su camino hacia los laboratorios.

(...)

— Chico, chica, es un 50 y 50. Probemos tu talento, ¿en qué número estoy pensando? .—dijo Cisco, cruzándose de brazos.

— Tres, once, veinticinco, tres otra vez, Bulbasaur ¿qué diablos es un Bulbasaur?

— Que extraño, ¿por qué pensaría en Pokémon en este momento?

La situación era bastante cómica, Cisco intentaba poner a prueba los poderes de Cecile hasta que los confirmaron, era una telépata.

— Si el bebé no es meta, ¿de dónde vinieron los poderes? .—preguntó la abogada con preocupación.— No, no estuve en el autobús .—se dirigió a Caitlin.— No me secuestraron alienigenas .—ahora a Joe.— Y no, no heredé un tótem místico de mi abuela .— finalmente a Leah, quien se encogió de hombros con sus mejillas sonrojadas.

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