011 | time to go home.

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☾| 鼠尾草

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TRES MESES, TRES MESES habían pasado desde que Rosie despertó en esta Tierra, tres meses en los que había trabajado codo a codo con Dick y Bruce para buscar una solución al problema y poder volver, para su suerte, el aparato ya estaba listo o casi, solo le faltaban los últimos detalles. Se miró una vez más al espejo y acomodó su peinado, no se había hecho nada fuera de lo común, solo una media moña con unas trenzas, asintió satisfecha y salió de la habitación, una vez dentro de la baticueva, como le había comenzado a llamar cuando Dick le dijo que le decían así, se sentó en una de las sillas y se mantuvo mirando un punto fijo. Estos meses habían pasado rápido, eso no lo negaba, pero vaya que disfrutó este tiempo, no pasaba todo el día encerrada en la casa, al contrario, salía bastante, con Megan, Wally, Dick, Kal y Conner, ese grupo le caía increíble y cada día les agarraba más cariño. Por otro lado, también le había agarrado bastante cariño a Bruce y Alfred, ellos dos eran bastante atentos con ella y nunca dejaron que le faltara algo, Wayne era un poco más serio pero eso no importaba, tenía su forma especial de demostrar cariño.

Se había metido con una familia de superhéroes, pero eso era genial para ella, ya que así todos la comprendían y se ayudaban entre ellos, dándose consejos o entrenando juntos, Rosie había sido de mucha ayuda para algunos del grupo que no tenían mucho conocimiento cuando se trataba de las peleas cuerpo a cuerpo.

Flashback...

— Wally, levanta más tu brazo derecho y pégale a tu oponente en la mandíbula, duele más que en la mejilla.

Indicó Rosie mientras miraba atentamente el entrenamiento del castaño, este asintió y siguió las instrucciones dadas, con su puño derecho golpeó fuertemente la mandíbula y la cabeza del maniquí salió volando, la rubia sonrió con satisfacción y se sorprendió cuando él la abrazó, pero correspondió al acto.

— Gracias, amor .— dijo el velocista, besó su mejilla y corrió a seguir entrenando.

En estos tres meses él siguió llamándola así, lo que no le molestaba, la verdad es que lo encontraba bastante tierno. Sacudió su cabeza volviendo a concentrarse y miró al resto del equipo, el que más destacaba en las peleas cuerpo a cuerpo era Dick, ya que al ser el único sin súper poderes dependía más de aquello.

— Eres una buena maestra .— Richard habló parado a su lado.

— Lo sé .— le respondió la rubia con una egocéntrica sonrisa.

Él la miró con una ceja levantada para luego negar soltando una pequeña risa, la empujó amistosamente y se alejó unos pasos, adoptó la posición de ataque ganándose una mirada extrañada de parte de Rosie.

— Sin poderes, aceptas?

La joven rodó los ojos con diversión y asintió, se mantuvo en su mismo lugar y adoptó la misma posición, se miraron desafiantemente por unos segundos y la primera en atacar fue Rosie, lanzaba golpes sin mucha fuerza desde varias posiciones, la mayoría eran esquivados por el chico, las patadas iban y venían, cualquiera que los viera pensaría que de verdad están en la mitad de una pelea y se estaban hiriendo, pero no era así, ya que apenas sentían un poco de dolor. Las cosas iban parejas, los dos se divertían y las sonrisas en sus rostros lo dejaban en evidencia, hasta que, ya algo cansada, Rosie procedió a cortar con la "pelea", golpeó el tobillo de Richard causando que se arrodillara, puso uno de sus pies sobre la pierna doblada del castaño y se impulsó, quedando sentada sobre sus hombros, agarró el brazo izquierdo de el chico y se tiró hacia atrás, haciendo una llave. El resto miraba con diversión la escena, no todos los días se veía a Dick inmovilizado en el suelo por una llave.

Fin del Flashback...

El sonido del asiento a su lado crujir la sacó de sus pensamientos, Dick había llegado y la miraba con curiosidad.

— Estás bien? .— susurró él con suavidad.

— Si, solo pensaba en todo lo que he vivido estos tres meses y en esa vez que patee tu trasero .— contestó ella con simpleza y esbozó una pequeña sonrisa.

Dick asintió riendo levemente, fue un día, se acomodó en el asiento y puso sus dos brazos detrás de su cabeza, dándole un aspecto relajado y provocando que sus musculosos brazos se mostraran más, cosa que no pasó desapercibida por la rubia.

— Estás lista para terminar con esto y volver a casa? .— volvió a preguntar él manteniendo su sonrisa, pero el triste tono de voz que había ocupado lo estaba delatando.

Si antes no quería que la rubia se fuera, ahora muchísimo menos, en estos tres meses su relación se había estrechado y eran grandes amigos, la confianza entre ellos se formó de inmediato y se fortalece con el paso de los días.

— Lista, avecilla .— contestó Rosie con burla al haberse dado cuenta de la mirada en los ojos del chico.

— Avecilla? de verdad? wow, creativo .— dijo esta vez Dick imitando su tono burlón.

Ambos se miraron y rieron levemente, Rosie le había comenzado a llamar avecilla por el símbolo que tenía su traje, ese apodo no le molestaba en lo más mínimo al detective.

(...)

Las manos de Rosie tiritaban, por nervios y ansiedad, solo un tornillo, un tornillo y ya estaría listo. Miró a Bruce en busca de su aprobación, la cual llegó de inmediato y lo hizo, ajustó el tornillo y el aparato estaba listo, solo lo tenían que prender y se supone que debería establecerse una conexión estable con el resto del multiverso, así podrían abrir portales y mandar mensajes.

— Quieres hacer los honores? .— le preguntó el mayor a la chica con una pequeña sonrisa.

Ella lo dudó por unos segundos para luego asentir, estiró su mano, contó mentalmente hasta tres y apretó el botón rojo, en los primeros segundos no sucedió nada, provocando que los corazones de todos comenzaran a latir con más fuerza, hasta que una fuerte luz se encendió, esta apuntó hasta el cielo y una onda salió, todo se estremeció a su alrededor, esa era la señal de que la conexión estaba establecida.

Dick se puso frente a la computadora que estaba conectado al aparato, buscó entre las opciones disponibles y al final presionó "portal a Tierra uno", enseguida se comenzó a formar una brecha a unos metros de ellos. Rosie la miró con incredulidad, ahí estaba, a unos metros el portal a casa, Dick y Bruce miraban la brecha con atención, sintiendo una mezcla de emociones, felicidad, nostalgia y satisfacción.

— Buscaré a los chicos para que te despidas, Alfred traerá tus cosas y a Canuto .— anunció Dick y salió de allí, era la excusa perfecta para salir del lugar y tomar aire.

A los segundos todos a los que había conocido aparecieron frente a ella, mirándola con tristeza, el primero en abrazarla fue Conner, luego Kal, Megan se tomó un poco más de tiempo ya que no era fácil despedirse de su mejor amiga, al igual que Dick y Bruce, Alfred trataba de mantenerse al margen pero sus ojos lo delataban, estaba triste por la partida, el último fue Wally, este se negaba a soltarla como un niño pequeño pero de igual manera tuvo que hacerlo. Sintiendo una presión en el pecho se paró frente a la brecha, llenó sus pulmones de aire y agarró con fuerza su equipaje, a su lado Canuto seguía cada uno de sus pasos, lo tenía junto a ella pero de igual manera podía sentir su corazón latir con fuerza, a casa se ha dicho.

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