1. UN DÍA ANTES.

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Mis padres, María y Víctor, habían planeado durante años esto. Ellos querían que yo estudiara en la mejor universidad de Nueva York, la universidad de Cornell; allí entraría a la carrera de derecho. Este era su sueño, no el mío, pero con tal de hacerlos felices, haría lo que sea. Estaban tan emocionados, que hicieron todos los tramites para que yo pudiese viajar un mes antes de comenzar la universidad; para que así pudiese familiarizarme con el lugar. 

Yo amaba la música, ese era mi verdadero sueño. Quería dedicar mi vida a ello, pero para ser sincera (por mis inseguridades) sentía que no tenía mucho talento para cantar y a decir verdad, también era muy mala para tocar instrumentos. Éste era mi sueño frustrado, un sueño que jamás podría alcanzar.

El sol comenzaba a esconderse, dejando ver unos hermosos rayos naranjas que coloreaban el perfecto cielo celeste. Tomé todas mis cosas y me dispuse a empacar mis maletas. De fondo sonaba una de mis canciones favoritas Wonderwall - Oasis. 

Mañana empezaría una vida totalmente nueva, en un lugar completamente diferente al que conocía hasta el momento.

Mañana empezaría una vida totalmente nueva, en un lugar completamente diferente al que conocía hasta el momento

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(...)

- ¡Meg, hija! ¿Podes bajar? Tenemos que hablar con vos.- Espetó mi madre desde la cocina, hablando con ese característico acento Argentino. 

Deje todo lo que estaba haciendo y bajé rápidamente las escaleras.

- ¿Qué pasó mamá? - Pregunté un poco preocupada, ya que no sabía el motivo de su llamado.

- Sentate hija. - Dijo mi padre mientras hacia un ademan apuntando hacia el sillón de la sala.

Me dirigí a la misma y procedí a sentarme.

- ¿Qué es tan importante? Estaba preparando mis maletas para el viaje. - Exclamé con el ceño fruncido.

- Justamente de eso queríamos hablarte.

- ¿Del viaje? - Cuestioné.

- Sí. Necesitas saber que en New York las cosas son muy diferentes a como son acá. La gente no te va a tratar de igual manera y tenés que entender que allá nosotros no vamos a estar para cuidarte; por lo tanto, tendrás que aprender a cuidarte sola. - Dijo mi padre con un tono un tanto serio.

- Además, vas a tener que aprender a valerte por vos misma y empezar a hacer tus cosas sola, ya que yo no voy a estar para hacerlas. - Exclamó mi madre.

- Y queremos que tengas cuidado con la clase de gente que te relacionas, no queremos que descuides tus estudios por nada del mundo.

- Siiii. - Espeté en un tono de fastidio mientras revoleaba mis ojos. - Ya sé cuidarme sola, ya sé valerme por mi misma. Tengo 18 años, ya no soy una niña pequeña.

- No estamos diciendo que sos una niña, pero allá hay un mundo totalmente distinto al que hay acá; una realidad muy distinta. Sabemos que sabes cuidarte, pero esa ciudad es muy grande y nos da miedo que te pase algo. - Admitió mi padre.

- Sí. - Mi madre tomó la mano de mi padre. -  Yo no me perdonaría nunca si algo te pasa hija. - Dijo ella con su voz un tanto temblorosa.

- Mamá, papá... Nada malo va a pasarme, además si llega a surgir algún inconveniente, puedo llamar a la tía Sara.

- ¡ Ooooh, tienes razón! Mi hermana. - Espetó mi padre. - Me había olvidado por completo de que ella vive cerca de New York City.

- ¡Ya ven! No tienen de que preocuparse, todo estará bien. - Dije mientras me levantaba del sofá.

Sin más que decir, me dirigí nuevamente hacia mi habitación, para continuar haciendo las maletas. Mañana mi vida cambiaría por completo y quería tener todo listo para afrontarlo de la mejor manera. Tomé mi celular y en mi reproductor de música busqué la canción de Rick James- Super Freak, y me dispuse a continuar.


TENÍAS QUE SER TÚ. (Él y yo).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora