2° Pieza crucial.

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El repentino silencio de JungKook llamó la atención de JiMin. Una vez terminadas las compras tomaron un taxi hacia su departamento, pero en todo el camino JungKook había permanecido callado mirando por la ventana. JiMin le había preguntado más de una vez que es lo que ocurría, pero el primo de TaeHyung siempre terminaba respondiendo que sólo estaba cansado.

JungKook decidió no decirle nada a su primo sobre lo que había escuchado, pues creyó que lo mejor sería decírselo con HoSeok presente, también evitó mirar a YoonGi en todo el camino, no estaba dispuesto a arruinar la situación con alguna acción imprudente.

Al llegar a casa su actitud no cambió, y JiMin era demasiado transparente con sus emociones que no fue difícil para YoonGi notar que estaba preocupado.

—No pareces contento...—. YoonGi estaba despidiéndose de él en la entrada del departamento, el pálido tomó su barbilla e hizo que lo mirara. —¿Qué es lo que te tiene así?...

—JungKook no se mira contento, compramos todo lo que él quería, incluso trajimos golosinas, pero no parece feliz... 

—Tal vez, sólo no fue un buen día para él.

—Ese es el problema— suspiró. —No quería que su primer día en la academia fuese así.

—Te preocupas demasiado Minie, solo déjalo descansar y verás que mañana estará bien. Te apuesto que mañana llegarás a la cancha quejándote de él—. JiMin sonrió y negó, tal vez YoonGi tenía razón. 

Dejándose llevar por las palabras de su novio, JiMin decidió dejar de mortificarse por hallar una explicación al cambio de humor de JungKook. Luego de haber cenado y ordenado la despensa con TaeHyung, el castaño se bañó y se dirigió a su dormitorio dispuesto a descansar. 

TaeHyung llegó a dormir con él en plena madrugada, hacía mucho frío y la verdad es que JiMin necesitaba un poco de compañía.

Al día siguiente JungKook actuó como de costumbre, se levantó y desordenó medio closet sólo para ponerse al final la misma sudadera. JiMin se levantó y halló la mesa de la cocina hecha un desastre, cubierta de harina y huevo, sin embargo, en medio de ella había una pila de panqueques con un vaso de leche de plátano a un lado. 

El rostro de JiMin se adornó con una sonrisa, definitivamente JungKook se había levantado de buen humor. Una vez más YoonGi tuvo razón, no había nada de qué preocuparse.

JiMin pegó un brinco al ver la hora, tenía cosas que hacer y no podía esperar a que TaeHyung y JungKook estuviesen listos, así que decidió dejar una nota sobre la mesa, mientras el primo de TaeHyung se bañaba. Su amigo rizado aún seguía durmiendo. Sin perder más tiempo salió corriendo a tomar el autobús, YoonGi lo había llamado para decirle que lo estaría esperando en la parada.

—Perfecto...— soltó sarcástico JungKook cuando leyó la nota de JiMin. —Fue a verse con ese idiota. Lo que faltaba...

—Minie...— habló un TaeHyung adormilado entrando a la cocina. —¿Dónde está JiMinie?— preguntó a su primo.

—Al parecer tenía cosas que hacer y se fue temprano— dijo mostrándole el papel. TaeHyung lo leyó para finalmente romperlo en pedazos. JungKook miró a su primo y pensó que ésta podría ser una buena oportunidad para ir y hablar con HoSeok. —Oye que dices si vamos a ver a HoSeok hyung.

—¿Para qué?— frunció el ceño TaeHyung. —No sé cuales sean tus intenciones, pero sea lo que sea que estés pensando, olvídalo... y que no se te haga costumbre pasar con nosotros... 

—No seas tonto, solo quiero decirle algo.

—Dímelo a mí, yo le paso el mensaje—. JungKook bufó, tendría que manejar la situación de manera diferente. 

GAME OVER_[YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora