Escalofríos

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Parece que JiMin no saldrá de su escondite a la brevedad posible, pero siendo honestos, a YoonGi no le molesta en lo más mínimo. Está feliz, demasiado, y la cercanía de JiMin es tan reconfortante que no puede pensar en otra cosa que no sea abrazarlo. 

YoonGi ni siquiera recuerda cuanto tiempo lleva JiMin con su rostro enterrado en la curvatura de su cuello, pero de nuevo, a YoonGi no le molesta en lo absoluto. 

Sobre él, JiMin ha dejado de sentirse tenso, su cuerpo se relajó desde el momento en que YoonGi comenzó a acariciar su cabello, y puede que todavía siga avergonzado, pero se han besado, y no van a fingir que no pasó.

—Sé que me llevará tiempo... 

YoonGi habla, y JiMin lo escucha desde donde está escondido. 

—Pero te demostraré que puedes volver a confiar en mí.

JiMin se retuerce sobre su pecho. 

En el fondo, desea decirle a YoonGi que ya confía en él, que no se preocupe y que tal vez en realidad nunca dejó de hacerlo, pero entiende lo que YoonGi está tratando de decirle, así que guarda silencio y simplemente lo escucha. 

—Te prometo que me disculparé con todos —su voz se escucha grave, mucho más de lo normal. —Sé bien que debo hacerlo, y lo haré... me disculparé con Tae, con JungKook, con SeokJin, incluso con HoSeok... —YoonGi frunce ligeramente el ceño antes de continuar. —¿Puedes decirme que mierda hizo TaeHyung para idiotizar a mi amigo? —se queja, y entonces JiMin sonríe.  

—Es que no lo entiendo... —se vuelve a quejar. —¡¿Por qué TaeHyung?!

JiMin se ríe contra su cuello.

Ah. YoonGi había extrañado tanto esto. Tan simple como JiMin riendo para él.

Finalmente, el castaño sale de su escondite, sólo un poco, lo suficiente como para dirigirse al mayor. —Tampoco puedo creerlo —dice, y YoonGi vuelve a verlo. —pero se quieren, realmente lo hacen y estoy tan feliz por ellos.

YoonGi sonríe. —Sí, yo también.

Y no miente, en verdad está feliz por HoSeok. Su amigo merece ser feliz.

YoonGi continúa acariciando su cabello mientras permanecen en silencio, no tienen más que decir, o tal vez sí, pero ambos descubrieron que el silencio es mucho más reconfortante en algunas situaciones, y ésta parece ser una de ellas. 

JiMin vuelve a recostarse contra el pecho de YoonGi, sus pies dejaron de flotar gracias a que el pálido lo arrastró hasta subirlo a la cama. 

Y no importa si duele, porque por más cursi que suene, o por más ridículo que parezca, el verdadero dolor de YoonGi desapareció cuando JiMin lo aceptó de nuevo con ese beso. Casi pudo saborear en medio de la caricia el perdón, la añoranza, y sobre todo, el amor que JiMin todavía tiene para darle.

Entonces YoonGi descubre que sí tiene algo más que decir antes de sumergirse otra vez en el silencio.

—JiMin...

El castaño se mueve en respuesta. —¿Hmm?

—Te extrañé.

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Hay algo que JiMin nunca le prometió a YoonGi. Algo que decidió dejar como asunto pendiente para no preocupar al pálido. Sin embargo, eso no significa que por ello dejaría de ser peligroso.

Han pasado dos días, y sorprendentemente resultaron ser el tiempo suficiente para que YoonGi se recuperase. Ahora el pelinegro puede caminar sin problema por los pasillos, con la única condición de subir los escalones con la ayuda de alguien. —Gracias por ayudarme Gyubi —dice sosteniéndose del pasamanos. —Puedo seguir solo desde aquí.

GAME OVER_[YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora