Un pequeño impulso

835 108 24
                                    

JiMin se encuentra un poco inquieto debido a la reunión que tendrá en unas horas con el equipo de SungWoon, sabe que YoonGi asistirá, y el simple hecho de volver a verlo le pone ansioso. 

Se supone que no debería de tomarle tanta importancia, pero todo lo que ha hecho es preocuparse. JiMin no quiere que YoonGi lo vea desaliñado y darle el chance de pensar que está triste por él, es por eso que no puede permitirse llegar con ojeras.

—¡JiMin apresúrate!— gritó TaeHyung desde la sala.

—¿Tae que hago con esto?—. JungKook se acercó con un ramo de rosas.

—¡Deshazte de eso!

Por otro lado, JungKook no ha parado de molestar a su primo desde que los misteriosos obsequios comenzaron a llegar a su departamento. Sin embargo, lo único que ha podido deducir de ellos es que HoSeok no es bueno pidiendo disculpas, y que TaeHyung es duro para perdonar.

—Oye... a HoSeok debieron costarle mucho, mínimo deberías ponerlas en agua.

El rizado pasó de largo ignorándolo y JungKook suspiró. Era divertido molestarlo, pero con éste iban siete ramos rechazados. Si TaeHyung no pensaba perdonar al pelirrojo, por lo menos debería decírselo y evitar más flores marchitas.

JiMin salió de su habitación. —Estoy listo.

—Bien, vámonos— dice TaeHyung sin percatarse en el rostro de su amigo. 

JungKook frunció el ceño cuando su mirada se cruzó con la de JiMin, e instantáneamente recordó la platica que tuvo con su primo. Puede que charlar con TaeHyung le esté afectando, pero juraría que los ojos de JiMin lucen diferentes, y no se refería al repentino delineado.

Había algo en ellos, pero no supo describirlos. 

En cambio TaeHyung siguió sin percatarse; el rizado no podía pensar en otra cosa que no fuesen las flores que recibía cada viernes, y en los chocolates que aparecen en su salón sin un remitente. HoSeok estaba siendo muy perseverante, y eso le molesta, porque en el fondo le gusta que el pelirrojo lo sea. Le hace creer que en verdad le interesa.

Y si en la mente de JiMin no estuviese YoonGi, el bajito habría notado la inquietud de TaeHyung, pero ambos seguían en su mundo.

-----------------------------------------------------------

Dentro del colectivo casualmente no comparten asiento, por lo que TaeHyung siguió distraído, y JungKook decidió ignorar el hecho de ver a JiMin maquillado justo cuando es probable que se encuentre con YoonGi. No quería actuar paranoico.

Cuando llegan a la academia cada uno toma su rumbo. El salón de fotografía es el más cercano a la entrada, por lo que se despiden de TaeHyung primero. Es semana de talleres, así que no podrán compartir clases en toda la semana.

Es en el momento en que se despiden que Tae observa los ojos de JiMin; estos brillan ligeramente y llevan una fina linea marcada que hace ver los ojos de JiMin más bonitos.

El rizado balbucea unas palabras antes de ser interrumpido por el sonido de la campana. JiMin y JungKook se miran el uno al otro, debían apresurarse o llegarían tarde. —¡Nos vemos después Tae!— grita el bajito comenzando a correr.

—¡JiMin espera!— lo llama, pero es ignorado.

TaeHyung  suspiró dándose por vencido, pero su ceño volvió a fruncirse cuando vio su pupitre.

HoSeok parecía no querer rendirse.

—Tae— lo llama uno de sus compañeros. —Amigo sé que no es mi asunto, pero si no te interesa deberías decírselo, el pobre chico viene a las seis de la mañana y sólo para que sus regalos terminen en el basurero de la esquina... tenle un poco de compasión y por lo menos botarlos en tu casa.

GAME OVER_[YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora