1° Pieza crucial.

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NamJoon suspiró con pesadez, no estaba teniendo la mejor mañana. Su novio llevaba días enteros ocupado en sus actividades, casi no tenían tiempo para hablar y si se daba la oportunidad para hacerlo, el rubio terminaba dormido en medio de sus conversaciones.

El moreno lo entendía, sabía perfectamente la clase de novio que tenía y lo dedicado que podía llegar a ser en sus estudios, pero eso no significaba que no extrañaba pasar con SeokJin, y aunque no le gustaba admitirlo, el rubio influía mucho en su estado de animo.

—Podría darme un café espeso por favor —pidió al llegar a la cafetería. La señora amablemente asintió antes de ir por su pedido. NamJoon giró su rostro observando a los pocos estudiantes a su alrededor, y fue ahí cuando notó a su hermano acercándose a él con una enorme sonrisa.

—¡Nam hyung! —saludó animado.

—Hola JiMin —le sonrió. 

Había pasado una semana después de su primer plática en aquella cancha de baloncesto. JiMin saludaba al moreno cada vez que se lo encontraba, incluso si éste no estaba solo, el castaño terminaba saludando a quienes estuviesen con él.

Para NamJoon en un principio eso había sido demasiado incómodo, sobre todo cuando su hermano lo saludaba y YoonGi no estaba con ellos, sin embargo, con el paso de los días había aprendido a controlar la situación, y ahora consideraba perfecta su forma de actuar frente al niño. 

Amable y muy simpático. 

—Es raro verte sin YoonGi —pronunció el mayor.

—Yoon tiene trabajo extra últimamente, así que le pedí a Hobi hyung que no lo levantara, es mejor que aproveche su mañana libre para dormir.

NamJoon rió. —Eres un buen niño —felicitó el moreno, y JiMin disfrutó de ser elogiado por su hyung.

El castaño estaba más que encantado con su nuevo amigo. Nunca imaginó que el novio de SeokJin sería una persona tan agradable. Platicar con él se le hacía tan cómodo como cuando charlaba con su mejor amigo o YoonGi, y no se trataba de su facilidad al ser sociable, de eso estaba seguro. Existía otra clase de conexión, una que a JiMin se le hacía difícil explicar.

—¿Y hyung?... —preguntó refiriéndose al rubio.

—SeokJin y YoonGi están en el mismo equipo de trabajo y déjame decirte que su proyecto no es nada sencillo, pero mi novio es el doble de dedicado, así que si notas a YoonGi muy ocupado imagínate a Jinie.

—Ya veo... él no mencionó nada sobre eso.

—Bueno supongo que no lo hizo para evitar preocuparte —aseguró el mayor. NamJoon levantó su mano y desordenó con suavidad las hebras castañas de su hermano. —Ven siéntate conmigo, te compraré un café.

—¡Oh no hyung, así estoy bien!

—Ni hablar, yo sé que amas tomar café con YoonGi por las mañanas, y pues no creo que le moleste que lo hagamos esta vez nosotros—. El alto movió una silla para que el niño se sentara junto a él y JiMin al ver el lindo gesto no tuvo otra opción que aceptar. 

—De acuerdo hyung, pero yo compraré los pastelillos —afirmó con sus ojos sonrientes.

NamJoon estaba haciendo todo aquello simplemente para convencer al niño de la personalidad gentil que había adoptado con él, y la verdad es que al moreno no le estaba costando ni un poco hacerlo, pues JiMin estaba confiando plenamente en que él era una buena persona. 

El castaño podía ser muy lindo, pero estaba cometiendo un grave error al confiar en personas que apenas conocía, y aunque fuese triste, en ellas se incluía al pálido.

GAME OVER_[YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora