Los intentos por conseguir un poco de la atención de Hange, fueron más agotadores de lo que se habría imaginado. Casi parecía que lo que había hecho con su mejor amigo comenzaba a regresarse hacia ella. Intentó en la cena del primer día dentro de los muros una vez más, en el almuerzo del siguiente, y el descanso también, incluso en el funeral en conmemoración a los caídos, pero la mujer de anteojos siempre parecía tener algo más qué hacer. Por una parte lo entendía, y quería creer que Hange Zoë realmente no la estaba evitando, que todo se debía a un mal entendido, y la causa de su distanciamiento era meramente por trabajo, no por nada que tuviera que ver con ella.
En realidad no tenía la menor idea de lo último. No había hecho nada que ameritara su rechazo o desconfianza, o eso era lo que quería pensar. Fuera como fuera, le haría ver a Hange que ahí estaría para ella a pesar de todo. Lo que menos quería era perder a alguien más.
Creyó ver la solución a sus problemas cuando el día de las terapias vocales llegó. Se dio un baño sin importar que no estuviera sucia, todo para aclarar sus pensamientos antes de arruinar más las cosas, y, la situación estaba tan mal que sí se peinó.
El trayecto al despacho de la loca de los titanes casi le pareció eterno. Agarró diez segundos de valor después de ensayar su sonrisa y tocó la puerta.
—¡Adelante! —Canturreó la mujer desde el fondo.
Siguió la instrucción escuchando la cerradura hacer click detrás de ella.
La líder del escuadrón de investigaciones, se encontraba rodeada de papeles sin ningún orden aparente, con el cabello desordenado, anotando cosas por aquí y por allá. La pelinegra se paró frente al escritorio haciendo el saludo militar. Los orbes castaños de Hange la inspeccionaron de la cintura para arriba. Cuando dio con el rostro de su recién invitado, la mandíbula le tembló.
—Geheim... —pronunció en un hilo de voz.
La soldado sonrió, incluso cuando le había lastimando que la llamara por su nombre y no con el apodo que solía darle siempre para molestarla.
—Estoy... ocupada, ¿qué se te ofrece?
Frunció el ceño. ¿Es que acaso lo había olvidado?
—Terapia —respondió ronca.
Vio a la mujer golpearse la frente con la palma de la mano, y quejarse por lo bajo ante el dolor.
—Olvidé decirle a Moblit que te pasara el dato.
—¿Qué dato?
—Hoy no vas a tener las terapias, no conmigo, tengo demasiado trabajo. —La decepción hizo presencia—. Le he pedido a Levi que me ayude con eso, ya que sólo nosotros tres lo sabemos, y Erwin seguramente estará ocupado con el comandante.
El sentimiento pasó a uno solo: confusión. No creía que el capitán Levi supiera del tema, aun así, tendría que obedecer. No podía darse el lujo de perderse de algún avance, a ese ritmo, jamás recuperaría la voz de nuevo.
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SILENCE || Levi Ackerman (En edición)
FanfictionUɴᴀ ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ, ᴜɴ ᴇɴᴏʀᴍᴇ sᴇᴄʀᴇᴛᴏ, ᴜɴᴀ ᴄᴀɴᴄɪóɴ ʏ ᴇʟ sᴏʟᴅᴀᴅᴏ ᴍás ғᴜᴇʀᴛᴇ ᴅᴇ ʟᴀ ʜᴜᴍᴀɴɪᴅᴀᴅ. Gritar, cantar, reír, llorar y hablar: cosas simples que nos regala la voz, pero para aquellos que carecen de ella, las cosas se vuelven mucho más difíciles. Geheim...