|Mᴏᴍᴇɴᴛᴏ XX|

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El primer ensayo de la formación a larga distancia, creada por el capitán Erwin Smith, se llevó a cabo una semana después, donde cada día, sin falta alguna, se instruían a los soldados para evitar que olvidaran la utilidad de las bengalas y su pos...

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El primer ensayo de la formación a larga distancia, creada por el capitán Erwin Smith, se llevó a cabo una semana después, donde cada día, sin falta alguna, se instruían a los soldados para evitar que olvidaran la utilidad de las bengalas y su posición dentro de la estrategia. Todo el Cuerpo de Reconocimiento avanzó en el interior del muro Maria, creando una larga fila en la espera de la orden del Comandante. Los caballos se movían ansiosos al igual que sus dueños, la primera vez siempre era la más difícil.

—¡Avancen! —Cuando Keith Shadis pronunció aquello, los animales levantaron una capa de polvo que ocasionó un estornudo en la joven soldado.

Junto a su escuadrón, siguió al rubio en dirección al nordeste, el lugar donde debían estar. Rächer Königreich iba a un lado suyo, intentando entablar alguna conversación en la que las únicas respuestas posibles fueran el 'no' y 'sí', evitándose un problema mayor, aunque realmente lo único que le interesaba era ser escuchado por sus oídos y ganarse su admiración.

—¡Recuerden no separarse del grupo! —Mandó la cabecilla del equipo con un grito, entre todo el alboroto provocado por el sonido de los cascos contra el suelo.

Sus manos se aferraron a las riendas mientras se inclinaba ligeramente hacia el frente para conseguir una mayor velocidad. Las pequeñas figuras de los árboles se asomaban a lo lejos indicando que aún faltaba mucho camino por recorrer. Por más que el interior de la muralla pudiera parecerse al exterior, nada se le comparaba al sentimiento de libertad que lo segundo conllevaba, incluso teniendo todo el extenso campo para recorrerlo, no era lo mismo, no se sentía igual.

Pronto, la Legión quedó dividida en diez equipos alejados a grandes distancias y, de este modo, abarcar más terreno con el fin de asegurar las vidas de más soldados. La respiración agitada y escandalosa de Gaul, fue opacada por el timbre hastioso perteneciente al representante del rey.

—¡Sinceramente, y con todo el respeto que merece el trabajo de Erwin, yo le habría hecho muchas más mejoras! —presumió cerrando los ojos con egocentrismo.

—¿Cómo cuáles? —cuestionó el capitán sin mirarlo.

—¿Eh, disculpa?

—Sí, ¿qué tipo de mejoras añadiría? Cualquier sugerencia es bienvenida siempre y cuando resulte siendo benéfica. Así que, vamos, lo escucho.

Rächer parpadeó repetidas veces al no saber qué contestar.

—Bueno.... —titubeó— no creo que una división del ejército como esta, cuente con los materiales necesarios...

—Dígalo, si es buena, le aseguro que lucharemos y trabajaremos hasta conseguirlos, por más costosos que puedan ser —le cortó el rubio.

Los ojos azules del ministro parecieron temblar. Una gota de sudor le recorrió de la sien hasta la mejilla regordeta.

—Es que yo... —bufó con molestia y giró la vista en otra dirección— no vale la pena siquiera intentar explicarle a alguien algo que no va a entender.

SILENCE || Levi Ackerman (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora