Chan pasó corriendo por nuestro lado y fue directamente al embarcadero donde seguían Félix y Seungmin. Yo no podía dejar de murmurar el nombre de mi hermano, como si con ello pudiera ayudarlo.
Seungmin estaba ensangrentado e inmóvil en brazos de Félix.
—Llévalo adentro —le dijo Chan a este.
Félix echó a correr hacia la casa acunando a Seungmin entre sus brazos como si fuera un bebé. Chan se situó entre ellos y yo, tapándome la visión en la medida de lo posible. Cuando pasaron por nuestro lado, me removí en vano contra Minho para liberarme, les grité algo, ni siquiera sé lo que les dije.
—Se pondrá bien, cariño —dijo Minho, intentando consolarme, pero le temblaba la voz—. Seguro que Chan sabe qué tiene que hacer.
Miré impotente a través de las puertas de cristal. Con un rápido movimiento de brazo, Chan despejó la isla de la cocina y Félix depositó a Seungmin sobre la encimera. Félix se hizo a un lado mientras Chan examinaba a mi hermano.
No podía oírlos, pero su expresión no auguraba nada bueno. Al final, Chan hizo un mohín y movió la cabeza de un lado a otro.
—¡No! —exclamé, y Minho me soltó.
Irrumpí en la casa. Extendí la mano para tocar a Seungmin y Félix me sujetó entre sus brazos. Tenía la piel empapada de agua del lago y de sangre de Seungmin, pegajosa y rasposa. Lo golpeé con fuerza en el pecho e intenté liberarme de su abrazo.
—¡Suéltame! —grité—. ¡Es mi hermano! ¡Y tú lo has matado!
—No está muerto —dijo Chan, y sus palabras me sorprendieron de tal modo que dejé de tratar de escabullirme de Félix.
—Y entonces ¿qué le pasa? —Félix aflojó la presión al ver que dejaba de pelear, pero no me soltó—. ¿No puedes solucionarlo? ¿No deberíamos llamar al teléfono de emergencias?
—No creo que puedan hacer nada por él —dijo Chan.
—Pero ¡eso no lo sabes! —Me quedé mirando a Seungmin. De no ser por la sangre, era como si estuviera dormido—. ¡Basta con llamar! ¿Dónde está mi teléfono?
—Changbin —dijo Chan al ver que hacía un ademán para ir a buscar mi teléfono. Félix no me soltó—. Changbin.
—¡¿Por qué no haces nada?! —le grité—. ¡Tenemos que hacer algo!
—Lo estamos intentando —insistió Chan—. Seungmin se ha partido el cuello y tiene una fisura en el cráneo. Aun en el caso de que sobreviva, lo más probable es que haya sufrido una lesión cerebral y quede paralítico.
—¿Y piensan dejarlo morir? —pregunté con incredulidad.
—No creo que nadie esté insinuando eso —dijo Minho. Me volví hacia el, tratando de comprender su expresión contradictoria.
—Podemos llevarlo a un hospital —dijo Chan, observando el lento movimiento de respiración de Seungmin—. O... podemos efectuar un cambio.
—¿Convertirlo en vampiro? —Tragué saliva.
Félix me soltó por fin y retrocedí un paso. Cuando conseguí apartar la mirada de Seungmin, vi que Félix tenía los ojos llenos de lágrimas.
—Lo siento mucho, Changbin —dijo Félix disculpándose, con voz aguda y desesperada.
—El corazón va cada vez más lento. —Chan me miró sin alterarse—. Vas a tener que tomar una decisión, Changbin. Y en seguida.
—Si cambia, vivirá, ¿no es eso? —pregunté, sorprendido de que fuera capaz de hablar. Incluso respirar se me hacía difícil.
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Latido² || [Lixbin]
Teen Fiction[ʟɪʙʀᴏ ⅖]❈ Tras la marcha de Hyunjin, Changbin está más unido que nunca a Félix. Tanto el como su hermano Seungmin pasan un idílico verano en casa de sus amigos. Sólo que el hermano de Changbin no sabe que lo son, hasta que un acontecimiento inesper...