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Erin se escabulle hacia la casa, invisible y algo adormilada. Mientras, Luther camina por su cuenta por la mansión esperando poder comunicarse con Allison.
Klaus se queda un poco más y ayuda a Diego a bajar del auto, apesar de que éste afirma: “no necesito ninguna ayuda”. De todos modos, aunque se queje, Diego no aparta a Klaus cuando éste lo toma del brazo bueno para ayudarlo.
Erin se pregunta a dónde habrá ido Cinco, que estaba allí un instante y después ya no. Tal vez desapareció de nuevo, no sería algo demasiado extraño. Tal vez logró comunicarse con su jefa, como se llame. Sea lo que sea, desapareció y los dejó solos para lidiar con el famoso apocalipsis. ¡Yey!
Con su bolso de tesoros aún cruzado por sobre el pecho, Erin entra en la casa para buscar una coleta para reemplazar la que perdió con todo el caos reciente. Probablemente robará una del cuarto de Allison.
Mientras avanza, no puede evitar sentirse observada por alguien que está lo suficientemente cerca para alcanzarlo, pero a quién no puede ver.
Dios, necesita más azúcar, ya está empezando a alucinar mierdas.
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Klaus deja a Diego en la casa y luego se sueltan. Ahora que la adrenalina a bajado (y también un poco el efecto de la última pastilla que se tragó), puede pensar un poco mejor sin bruma agradable que normalmente lo cubre.
¿Hace cuánto tiempo que no estaba cerca de Diego? No cerca en el sentido literal, porque varias veces se han visto, Diego le ha dado un aventon, un sitio donde dormir o le ha comprado el almuerzo. No es eso, hoy fue diferente, se sintió más como antes, cuando eran niños y se escabullían por los pasillos de las manos.
Klaus sonríe ante el recuerdo, pero pierde la sonrisa rápidamente. Han pasado diez meses para él desde el funeral de su padre. Diez meses que estuvo en la guerra de Vietnam, donde conoció a Dave. Dave, a quién perdió.
Diego y él siempre han tenido un algo, lo saben ellos y también sus hermanos, aunque funcione como un secreto a voces. A Klaus le gustaba ese algo, y también le dolía ese algo, pero ahora lo que le genera pensar en ello es culpa.
¿Cómo puede pensar en Diego ahora? ¿Cómo puede hacerle eso a Dave, que lo amó como nadie lo había amado nunca?
Sabe que Dave nunca volverá. Demonios, aún puede sentir la sangre en sus manos. Sin embargo, rememora su conversación en el auto con Diego y repentinamente se le ocurre que tal vez haya una forma.
Saca sus bolsas de pastillas de los bolsillos, asegurándose de que sean todas, mientras camina hacia el baño.
Ben, a su lado, frunce el ceño en una mezcla de preocupación y molestia.
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Invisible | The Umbrella Academy.
Fanfiction«La Academia Umbrella era un grupo que sabía destacar, por su aspecto, habilidades y demás. La número ocho, Erin Hagrevees, no. Su talento siempre fue volverse invisible» Erin Hargreeves es una de los ocho. Antes, la conocían como The Spy. Antes, e...