—¿Entonces? —Manuel se detiene al llegar a la bifurcación del pasillo que divide muestras casas—. ¿Vas a venir al asado del domingo con mamá y Fernando?
—Ah, ¿tu hermano también viene?
—Sí... Mamá lo invitó con su novia, recién me escribió Fer para confirmar la invitación, porque sabe cómo es mamá.
«Mis agradecimientos a Fernando por distraerlo del tema Leroy.»
—Bueno... No sé qué pito toco yo en esa reunión, pero... ¿Por qué no? —sonrío—. Puede ser divertido. ¿Me pasas a buscar para ir a tu casa? Tengo miedo de perderme en el camino.
Reímos por mi mal chiste, y nos despedimos hasta el día siguiente. Si hay tertulia familiar, el supermercado se pasa al sábado, y así acordamos con Manuel. Beso en el cachete, abrazo, y cada uno a su casa.
Hora de retomar la conversación.
Esto ya se puso tenebroso. Estoy en el punto de bifurcación entre «mandale, la vida es una», y «no, no es correcto». Las palabras de Manuel retumban en mi cabeza.
«La vida es una sola, arrepentite de lo que pasó, no de lo que pudiste haber hecho y no hiciste.»
«Ya son adultos y no es nada ilegal.»
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Fortuna
ChickLit¿Qué tan difícil puede ser encontrar el segundo amor? Elizabeth perdió un amor. Leroy olvidó un amor. Manuel sirve café a los amores que recién comienzan. Una amistad con sabor a café. Una traición. La fortuna de tener el amor más cerca de lo que im...