Al llegar a la mansión ocupada por la Corporación Pruk durante la campaña de caza en Seúl, la furgoneta negra aparcó en la parte trasera.—Bien hecho muchachos... Peter me ha dicho que la mercancía que habéis traído ésta noche es excelente—Dijo Joong abrazando a sus hijos muy satisfecho—…Sin duda ganaremos mucho dinero con esos omegas en la próxima puja.
Zee y Gulf sonrieron satisfechos pues la aprobación de su padre era lo más importante para ellos.
—Gracias papá.
Después de eso, el mayor se fue a su habitación para ducharse, ya que quería quitarse el olor de los omegas que había capturado esa noche pues era un aroma que le resultaba sumamente repulsivo la mayoría de las veces.
Ese trabajo le hacia ganar mucho dinero aunque ni sabía en que utilizarlo más que para incrementar su atractivo.
Tras salir de la ducha se secó y se puso una ropa más cómoda, entonces sintió hambre así que bajó a la cocina de la mansión.
Al llegar al pasillo de la planta baja, olió un aroma que le resultó muy rico y atrayente, buscó de donde podía ser y comprobó que salía de una de las rendijas procedentes del sótano, donde tenían a los omegas y betas prisioneros y donde los preparaban para la subastabas.
El olor era débil pero despertó su curiosidad, así que bajó las escaleras y abrió el gran portón de metal que daba al interior del sótano.
—Joven Pruk, su padre ya ha revisado a los omegas, ¿no se lo comentó?—dijo Peter, el alfa de segundo rango, quién trabajaba para la Corporación Pruk desde que Zee era pequeño.
—Si, ya lo sé pero quería verlos por mí mismo... ¿De cuantos disponemos?.—preguntó mirando a todos lados intentando percibir de nuevo el olor anterior.
—Bueno emm.... aquí están los que capturaron su hermano y usted —dijo señalando un lado del sótano—... allí están cinco omegas y tres betas más, que han traído Mew y sus ayudantes.
El más joven asintió.
—Quiero verlos, muestramelos.
—Si, claro, creo que ya están listos, voy a ver.
El empleado alfa entró en la habitación donde estaban los omegas y tras unos minutos salió.
—Si, ya están listos... Puede pasar a revisarlos.
Cuando Zee entró, el olor a omega era muy intenso, en el aire sobre todo predominaban las feromonas de miedo, uno a uno los fue revisando pues con ayuda de los hombres de su padre todos estaban en pie en una fila.
Al llegar al último de ellos, el alfa percibió el olor que le había llamado la atención anteriormente y comprobó con asombro que pertenecía a un delgado omega que miraba al suelo.
—¿Cómo te llamas?—preguntó.
El omega levantó su cara y miró al alfa con unos hermosos ojos aunque llenos de tristeza y pavor.
—M-Me llamo Saint Suppapong, s-señor—respondió temblando.
El omega también había reparado en el olor del hermoso alfa de ojos penetrantes que tenía delante pero aún así estaba muerto de miedo pues no entendía qué era todo aquello y que querían esos alfas de ellos.
—¿Cuantos años tienes omega?.—volvió a hablar el alfa con su voz grave, aunque tan melodiosa que hacía vibrar al hermoso prisionero.
—T-Tengo dieciocho, señor.
Zee se acercó mucho más a él pues no entendía por qué su aroma lo tenía embriagado y porque sus hermosos ojos le gustaban, él nunca había sentido nada con ninguna víctima, por lo que por primera vez se sintió confuso.
De repente gruñó y dio un paso atrás para salir corriendo de allí, mientras que el omega sentía que el corazón le latía tan fuerte que amenazaba con salirsele del pecho.
Sin duda la proximidad de ambos, había despertado en ellos algo increíblemente nuevo y extraño para los dos.
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3. «Era un omega destrozado»-Zaintsee-Mewgulf -Omegaverse-Terminada
FanfictionJoong y Anne Pruk son los alfas mayores y jefes de una gran Corporación dedicada al comercio de omegas y betas, los cuales llegan a sus manos mediante engañados y tras ser raptados. Sus hijos Zee y Gulf son dos alfas fuertes y hermosos, con una incr...