Diecinueve

994 150 4
                                    


Zee siguió en shock durante unos minutos hasta que finalmente reaccionó y fue en busca de Saint.

El olor de las feromonas del omega lo impregnaban todo y revelaban la gran tristeza y el miedo al abandono y al rechazo que este estaba sintiendo.

-Shsss... tranquilo, mi amor...Perdóname, mo te preocupes y no estés triste... No voy a abandonarte, mi vida, ese bebé es una bendición, no te preoc...

-¿Me abandonarás?, ¿Reniegarás de tu hijo?-preguntó Saint asustado.

—No, cariño, no lo haré.

El omega cesó su llanto y se incorporó de la cama.

-Me asustaste, ¿Por qué estabas así?, ¿qué es lo que pasa?, ¿es por tu padre verdad?, ¿Temes que él descubra que tú me compraste?, ¿es por eso que me escondes?.

-Shsss ...tranquilo bebé... Mi padre no impedirá que tú, nuestro hijo y yo seamos felices...No lo permitiré, ¿de acuerdo?...No te preocupes de nada amor...Los tres seremos muy felices por siempre -dijo el alfa abrazándolo tristemente pues no tenía el valor para confesarle lo de su pronta boda y mucho menos lo de su doble paternidad.

El omega sabía que este no le estaba siendo sincero del todo, lo sentía pero no sabía la magnitud ni tampoco las consecuencias de su ocultación.

A lo largo de su vida había aprendido a estar alerta pues los años de vivir en la calle y pasar muchas necesidades, le habían agudizado los sentidos y el ingenio, por lo que él distinguía cuando alguien mentía o estaba ocultando cosas.

Finalmente decidió confiar, así que obedeció y lo dejó estar para no discutir y en el resto de la noche los dos amantes compartieron una bonita velada, tras una rica cena, una amena charla y tiernos besos con suaves caricias que se tornaron luego en besos apasionados y ardientes toques, terminando en la cama una vez más.

La pasión se adueñó de sus cuerpos, por lo que el alfa abrió las piernas del omega en un rápido movimiento, lamió y chupó con ganas su polla, mientras este se derretía en gemidos.

Luego introdujo un dedo en su estrecho agujero, volviéndolo tan loco que Saint se deshacía en gritos de placer y hicieron sonreír al alfa, el cual incrementaba el numero y la velocidad de penetraciones con sus dedos.

La polla del alfa también reclamaba atenciones, así que se incorporó y dejó que el omega también se la chupara de rodillas, cuando ya no aguantaba más, lo giró y lo penetró a cuatro patas.

Zee empujaba hacia adelante el cuerpo del omega en cada estocada y este casi tocaba el cabecero con su cabeza, esa postura los enloquecía ya que eran como dos perros en celo.

Cuando sintió que su nudo iba a hincharse y sus colmillos crecer lo giró de nuevo sobre la cama y lo volvió a penetrar al tiempo que le mordía y lo llenaba de su semilla.

Cansados después de amarse ardientemente como era costumbre en cada encuentro suyo, se quedaron dormidos y fundidos en un abrazo necesitado y lleno de amor.

Horas después, el alfa recibió un mensaje que lo despertó, miró y vio que era Janis reclamándolo, así que muy despacio y sigiloso se levantó y se vistió, dejando un tierno beso en la mejilla del omega, el cual seguía dormido profundamente.

A la mañana siguiente, cuando Saint  despertó, el alfa ya no estaba y en su lugar se encontró una nota:

-----------------

Lo siento precioso, me ha surgido un imprevisto en la Corporación.

Te lo compensaré amor, perdona.

Te amo.

Zee

------------------

El omega ignorante de lo sucedido, sonrió y miró a su barriga acariciandola con ternura.

-Este es tu papá hijo, un alfa responsable y leal a su trabajo...anda, vayamos a comer algo-exclamó entusiasmado y feliz.

Este se levantó y poniéndose su fina bata de seda blanca que estaba a los pies de la cama, se fue al comedor donde disfrutó de un rico tentempié, mientras repasaba mentalmente las hermosas horas vividas con su alfa.

La verdad era que el omega amaba cuando él venía y pasaban tiempo juntos, aunque no podía evitar preocuparse porque se había dado cuenta que el alfa cada vez tardaba más días en ir y se quedaba por mucho menos tiempo.

-Sería muy hermoso si pudiesemos vivir los tres aquí juntos, ¿verdad bebé?, algún día papá se quedará todo el tiempo...ya lo verás- habló a su pancita intentando no desconfiar ni pensar cosas extrañas.

El ingenuo omega se estaba haciendo demasiadas ilusiones, con que Zee  algún día llegaría a dedicarle todo su tiempo e incluso que dejaría la mansión de sus padres y también el horrible trabajo que tenía y vivirían juntos y felices en ese lugar.

3. «Era un omega destrozado»-Zaintsee-Mewgulf -Omegaverse-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora