3. «Era un omega destrozado»-Zaintsee-Mewgulf -Omegaverse-Terminada

Veintiséis (Pasado de Saint 2/4)

Los Suppapong contemplaban con horror a su hijo lleno de golpes y descalzo cuando un policía lo trajo a la habitación, la cual estaba habilitada para que hablasen.

-¡Oh Dios mio, cariño!, ¿qué te ha pasado?...¿Cómo es que estás así?...el comisario nos ha dicho que atacaste a tu jefe....que lo heriste por más diner....

-¡No papá!, ¡yo no lo ataqué!-gritó llorando el omega interrumpiendo a su padre-... yo solo me defendí papá....El muy cerdo quería poseerme y como no accedí me golpeó, entonces forcejeamos y sin pretenderlo le arañé la cara y luego el me golpeó de nuevo y llamó a la policía.

-¿Esto te lo ha hecho ese alfa?,- ¡Es un maldito desgraciado!-dijo Lyn llorando.

-No, esto me lo han hecho aquí, en la celda-dijo Saint adolorido.

-¿Quién hijo?, ¿La policía te golpeó?-preguntó su padre muy indignado.

-No, han sido los otros detenidos... Me han robado la chaqueta, el dinero y las zapatillas y luego me han golpeado por diversión... Por favor papá, sacame de aquí-suplicó el pobre omega.

-Hijo... piden mucho dinero por tu fianza pero intentaremos reunirlo... Iré a hablar con tu jefe y le pediré que retire los cargos... Lo siento mucho hijo, siento no ser un buen padre y tener el dinero suficiente para pagartela.

Este sonrió y abrazó a su padre, uniéndose también su madre al abrazo.

-Lo sé papá, no te preocupes... Lo entiendo-dijo el omega resignado.

Este fue llevado de nuevo a la celda intentando retener el llanto todo lo que pudo para no preocupar más a sus padres y unos minutos después, lo llevaron para ser revisado por un médico.

Sus padres lo habían exigido tras amenazar con llamar a la prensa para contarles la poca vigilancia que había en esos calabozos y la pasividad de los agentes.

Por suerte y tranquilidad y la de Saint, no tenía nada roto, aunque el doctor le dio algún que otro remedio para dolor pero además, al regresar a la celda ya solo había un detenido pero era otro omega de los pacíficos, por lo que no le hizo nada y éste pudo descansar seguro.

Al día siguiente, los Suppapong buscaron por reunir el dinero pero no les alcazaba, así que tuvieron que ir al banco e hipotecar su casa para conseguirlo.

Cuando lo tuvieron todo, le llevaron la cantidad exigida a la policía y Saint pudo salir libre por fin y regresar a casa pero entonces Willy detuvo el coche delante de la cafetería donde había ocurrido todo.

...-Voy a decirle cuatro cosas a ese degenerado hijo de puta- quedaros aquí.

-No cariño, déjalo estar por favor y vámonos a casa-dijo la omega asustada.

El alfa hizo caso omiso y se bajó del coche igualmente.

-Quedaros aquí- volvió a repetir antes de cerrar la puerta del coche y entrar en el local.

Saint y su madre pasaron momentos de angustia y nervios pero obedecieron y no salieron, entonces unos minutos más tarde, Willy salió furioso y con su camisa llena de sangre.

-¡Oh Dios mío!, ¿y toda esa sangre de quién es?.

-Tranquila cielo, es solo que le reclamé y se rió en mi cara, ¿Puedes creerlo? -dijo molesto el alfa, sentándose en el coche.

-¿Y qué pasó?, ¿qué hiciste?

-Ese maldito bastardo tuvo la desfachatez de querer darme dinero a cambio de tomar a nuestro hijo y le he golpeado pero luego él me ha golpeado a mi con un bate y lue....

-¡Oh mierda papá!, Eso pinta muy mal- dijo Saint asustado mirando la gran herida que tenía su padre en la cabeza.

-Estoy bien, tranquilos... nos iremos a urgencias y me la miraran, ¿de acuerdo?-dijo finalmente el alfa encendiendo el coche y incorporándose al tráfico para poner rumbo al hospital.

Saint y sus padres iban hablando de la beca de música para no pensar en la sangre ni en la herida de la cabeza o en como había acabado el otro alfa, incluso bromeaban y reían con los chistes que se le ocurrían al cabeza de familia para no preocuparlos.

De repente, al coger el desvío para ir al hospital, este se quedó cayado y acto seguido se derrumbó hacia el lado de su esposa, esta entonces pensó que estaba bromeando pero enseguida se dio cuenta de que se había desmayado.

El coche perdió el control y la omega se soltó del cinto de seguridad para intentar despertarlo y ponerlo bien con ayuda de su hijo que gritaba a su padre para que se despertara.

Esta tomó el volante pero no pudo hacer nada más y finalmente ante sus ojos abiertos y sus gritos de miedo, un camión les vino de lado y chocaron inevitablemente.

En la parte de atrás del coche, Saint se dio con la ventanilla y se desmayó despertandose dos horas después en el hospital.

-Mamá, papá, ¿dónde estáis?-preguntó mirando a todos lados de la habitación.

Una enfermera entonces se le acercó y le sonrió.

-Hola, bienvenido... Que bien que ya estas consciente, llamaré al médico.

Poco después, un joven doctor vino y lo revisó.

-Muy bien Saint... solo tienes unas magulladuras y ese golpe no es muy importante de todas formas, estarás en observación hasta mañana, ahora descansa ¿de acuerdo?.

-Doctor, ¿do-dónde están mis padres?- volvió a preguntar el omega.

El médico quería evitar darle la mala noticia pero al parecer el chico no tenía más familia.

-¿Qué recuerdas del accidente?.

-Veníamos al hospital para curarle un golpe a mi padre, entonces se desmayó y mi madre intentó controlar el coche pero fue inútil y chocamos con un camión.

-Tienes que ser fuerte hijo -comenzó diciendo el beta-... verás, tu padre sufrió un gran golpe en la cabeza y además perdió mucha sangre, lo siento pero se murió antes de llegar aquí.

-¡Oh Dios mío no!, ¡papá!, ¡papá!-gritó desesperado.

-Cálmate por favor, no te hace ningún bien- le dijo el buen doctor.

Este asintió secando sus lágrimas.

-¿Y mi madre, doctor?, ¿Dónde está mi madre?, ¿también...

-No pero ella no tenía puesto el cinturón de seguridad y salió disparada del coche... Se ha golpeado con el asfalto... estamos haciendo todo lo que podemos por ella, tranquilo.

-¿Se va ha morir?

-No lo sé, está muy grave... Ha entrado en coma... tendremos que esperar a ver como evoluciona, te mantendremos informado...tú tranquilo-dijo el médico antes de irse.

Finalmente, Saint fue dado de alta al día siguiente y permaneció en la sala de espera hasta que le permitieron ver a su madre pero horas después de eso, una enfermera y uno de los médicos de la uci vinieron para comunicarle que ella había fallecido.