Joong y Anne Pruk son los alfas mayores y jefes de una gran Corporación dedicada al comercio de omegas y betas, los cuales llegan a sus manos mediante engañados y tras ser raptados.
Sus hijos Zee y Gulf son dos alfas fuertes y hermosos, con una incr...
Zee sobrellevaba como podía la situación que le había tocado vivir, por lo que repartía su tiempo entre sus viajes por trabajo con la Corporación, para así mantener contentos a sus padres, colmaba de atenciones a Janis y el tiempo restante se lo dedicaba a Saint.
No podía estar con el omega todo lo que quisiera y siempre se veía a la carrera.
En un principio, el omega hizo lo imposible por entender pero con el tiempo y la actitud del alfa, cada vez más distante, lo llevó a ser más exigente, haciéndolos también discutir la mayoría de las veces.
Las pancitas de los dos omegas crecieron pues los bebés eran fuertes y sanos a pesar de que Zee y a pesar de que el alfa evitó marcar a su futura esposa, este lo compensó dedicándole en otras atenciones que ella exigió.
Para controlar el embarazo de Janis, los Pruk contrataron una eminencia especialista en Pediatría, venido expresamente de Francia con unos altos honorarios.
Para Saint, el alfa consiguió a un médico de la ciudad que pasaba muy desapercibido, este se llamaba Perth Tanapon, un alfa vocacional que amaba su profesión por encima de hacerse de oro.
Al principio, a Zee no le gustó la idea de que otro alfa tocase a su omega pero era el mejor entre sus opciones para que su padre no sospechase, ni lo descubriese, así que a regañadientes aceptó finalmente.
La primera vez que Perth vio a Saint se quedó prendado de él, a pesar de que jamás desde que había iniciado su carrera, éste se había sentido atraído por alguno de sus pacientes.
Cuando Zee lo llevó, el omega estaba recostado sobre la cama, con sus mejillas sonrojadas, sus ojos tan brillantes como estrellas y su corazón apunto de salirsele del pecho, ya que por el embarazo sus hormonas estaban más que revueltas y le costaba controlarlas debido a las feromonas que desprendían los dos alfas.
Saint también observó detenidamente al alfa, éste era muy guapo, sus ojos eran muy expresivos, era más joven y bajo que su alfa y su cuerpo estaba bien pero sin duda, lo que más que le impresionó de él, fue la inmensa paz y la seguridad que éste le transmitió.
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El médico acudió habitualmente al domicilio para supervisar al omega con su embarazo, vigilaba su alimentación, su medicación, su ejercicio etc... y poco a poco se fueron conociendo más y más y haciéndose muy amigos.
Finalmente este se acabó instalando en el edificio pues Saint sentía mucho más las carencias de no tener a su alfa y también la presencia del médico le hacía compañía en su soledad por lo que Zee no tuvo más remedio que autorizarlo.
No fue muy extraño que ocurriese su compenetración pues se sentían muy bien juntos y aunque los dos tenían que cortar sus impulsos y deseos, lograron sobrellevarlo.
Saint lo encontraba muy atractivo y múltiples veces deseó besarlo, aunque achacaba esos impulsos al embarazo pero poco a poco, al ver que Zee cada vez lo tenía más tiempo abandonado, empezó a pensar que había algo más.
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Por su parte, el doctor cada día luchaba contra sí mismo y aunque le costaba mucho trabajo, siempre lo conseguía pues su vocación de médico y su instinto de proteger a Saint eran mucho más fuertes que sus instintos sexuales.
Un mes después
Nuevamente, Zee estaba tardando mucho en regresar de su último viaje y harto de sus negativas, el omega decidió desobedecer sus órdenes de no salir del edificio.
Se lo había pedido por activa y por pasiva pero el alfa se había negado una vez más y tras llegar a rogarle y llorar por la negativa, muy molesto fue a buscar al médico a su habitación y entonces se fueron a pasear por la cuidad.
Deseoso de tomar aire puro, Saint había engañado a la omega y la beta diciéndoles que descansaría durante unas horas y aprovechando que estas estaban en la cocina, salió a escondidas del edificio.
Tras quedar en la esquina, este subió al coche de Perth y salieron de allí para recorrer la cuidad hasta que se cansaron y decidieron caminar.
El omega estaba pletórico, llenaba sus pulmones de aire fresco una y otra vez, mientras el alfa disfrutaba del espectáculo de verlo sonreír de oreja a oreja y llorar de emoción por ver a otra gente después de tantos meses encerrado.
Saint miró embobado a los niños, jugando en los parques mientras acariciaba su panza e incluso se abrazaba a los arboles que se iban encontrando, dichoso de verlos.
Tras una larga caminata les entró hambre, así que entraron en una cafetería donde pidieron dos cafés y unos bollos para acompañar, entonces un alfa que estaba a su lado dejó el periódico sobre la mesa en la que estaba, entonces Saint sintiendo mucha curiosidad, se levantó y lo cogió.
El omega ojeaba feliz página a página impregnandose de las noticias al mismo tiempo que charlaba con el alfa médico, comían y reían.
De repente, este paró en seco su sonrisa y miró al alfa con sus ojos llenos de lágrimas.
...-¿Qué pasa?, ¿por qué estás así?, ¿Te encuentras bien?-preguntó el médico sin entender.
El omega entonces le pasó el periódico y Perth leyó.
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YA ESTÁ TODO LISTO PARA LA MÁS QUE ESPERADA BODA DEL AÑO. ESTE SÁBADO, EL PRIMOGÉNITO DE UNA DE LAS FAMILIAS MÁS INFLUYENTES DEL PAÍS, ZEEPRUK Y SU PROMETIDA, LA HERMOSA HEREDERA STARS, SE DARÁN EL SI QUIERO, CON LA BENDICIÓN DE SUS FAMILIAS Y LO MEJOR DE LO MEJOR DE LA ALTA SOCIEDAD....
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