Veinticuatro

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Sara estaba encantada de cuidar a Saint, éste vivía tranquilo y feliz en aquel lugar rodeado de verdes prados y animales de todo tipo, se habían cogido mucho cariño y muy rápidamente.

Todas las mañanas daban un paseo juntos por la propiedad, mientras que su alfa Kong, alimentaba a los cerdos, las gallinas, los patos y alguna que otra oveja, una vaca y sus tiernos conejitos.

Además con esos paseos matutinos, los omegas se cogieron mucha confianza, ella le había hablado de su vida y de su hijo fallecido y Saint por su parte le había contado algunas cosas de su horrible vida pasada.

...-Lamento mucho lo de tus papás... Menuda tragedia, morirse y tu quedarte tan solito en la vida, siendo tan joven y teniendo que salir adelante sin ayuda.

-Si, bueno mis padres eran todo lo que tenía y al irse ellos me quedé sin nada.

-Pobre niño.

-Pasé muchas semanas en el orfanato pero luego me escapé, viví en la calle y luego...bueno me capturaron.

-¿Y cómo te capturaron?.

— Un día revolviendo en la basura me encontré una vieja guitarra, la arreglé y empecé a tocar, la gente me daba más dinero por escucharme y cada vez me fue mejor. Lo compartía con ellos y conseguí que comiéramos mejor. Mew me vio y me interrogó y lego me engañó diciéndome que era productor musical. Ingenuo de mí, le creí y finalmente acabé metido a la fuerza en una furgoneta negra donde me amordazaron y me vendaron los ojos.

Sara permaneció siempre muy atenta a cada cosa que este se decidía a contarle durante esos paseos, hasta que un día Saint se sintió indispuesto y ya no pudieron ir a pasear más.

Los dolores del parto empezaron una noche en la que ya había cenado y se había sentado junto con Kong a ver la televisión y esta fregaba los platos.

En las noticias habían nombrado a Joong Pruk y a la Corporación pues al parecer los estaban investigando por negocios turbios y malversación de fondos, entonces el omega se había preocupado por Zee, del cual no había sabido nada desde su huída.

Los Malai llamaron rápidamente a Perth, entonces este cogió su maletín y unas cosas más  y rápidamente emprendió camino hacia la granja, sin percatarse de que Yatch le seguía muy de cerca.

Cuando el médico entró en la humilde casita, ya escuchó los gritos del omega y a los nerviosos ancianitos que corrían de aquí para allá intentando acomodarlo y hacerle más agradable la situación.

Perth se puso manos a la obra y comprobó el estado del omega y de su bebé.

-Bien Cloe... necesito su ayuda, el bebé ya viene... Traiga todas las toallas que tenga y ponga agua a hervir para desinfectar y mantener limpios mis utensilios de cirugía.

Kong decidió salirse pues estaba poniéndose aún muy nervioso por lo que desprendía un olor muy fuerte y desagradable para Saint

Pusieron al omega cómodamente y comenzaron con la extracción del bebé pues ya no podían esperar más o podría asfisiarse o tragar líquido amniótico peligrando así su vida y la de este.

Mientras, fuera de la granja, el detective inspeccionó los alrededores sacando fotos pero entonces escuchó los gritos y cuando se asomó a una de las ventanas miró la escena, sacó el flash para no ser descubierto y obtuvo varias fotos que aunque estaban algo oscuras y borrosas, se podía distinguir al médico asistiendo al parto.

tras unos angustiados minutos, Perth logró sacar al bebé sano y salvo, el cual chilló fuertemente cuando el médico dio la palmada de rigor pues tenía unos buenos pulmones.

Sara muy emocionada lo cogió en su regazo y se lo puso al omega para que le diese su primer beso y acto seguido lo llevó para limpiarlo y vestirlo mientras el médico cosía al feliz papá.

El anciano alfa finalmente salió de la casita para revisar a sus animales de nuevo, cuando de pronto descubrió al intruso, entonces corrió a su encuentro pero éste corrió hacía su coche y huyó rápidamente.

Enseguida entró en la casita para advertir a Perth, el cual escuchó el chirriar de las ruedas al patinar en el polvoriento camino de tierra.

-¿Qué fue eso?-preguntó este mientras se limpiaba las manos después de terminar con el omega.

-No lo sé doctor pero llevaba una cámara de fotos en la mano.

-¡Oh mierda!, ¡lo han encontrado!, seguro que me han seguido, ¡joder tenemos que irnos cuanto antes!, ¡aquí corren peligro!-Se lamentó nervioso el médico.

-Pero el chico está débil, acaba de operarlo-dijo Sara angustiada.

-Ya lo sé...llamaré a mi ayudante y le pediré que venga junto con su novio que es conductor de ambulancia... Lo trasladaremos hasta otro lugar donde no lo puedan encontrar-dijo finalmente el alfa, mientras marcaba rápidamente en su móvil el número de teléfono.

-Es una lastima—dijo muy triste la omega abrazada a su anciano alfa —...me hubiese gustado tanto cuidar de este pobre chico y de su hermoso hijito... Le hemos tomado mucho cariño.

-Estoy seguro que Saint algún día regresará cuando las cosas se calmen y podrán estar juntos... No esté triste, Sara-dijo Perth intentando consolarla.

Un par de horas después, la ambulancia llegó y el omega y su bebé fueron subidos a bordo, rápidamente esta emprendió camino, siguiendo al automóvil del médico, el cual circulaba delante indicando el próximo destino.

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En los próximos capítulos contaré toda la historia de Saint, preparad los pañuelos.

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3. «Era un omega destrozado»-Zaintsee-Mewgulf -Omegaverse-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora