Saint lloraba al teléfono pues Zee pasadas dos semanas seguía sin regresar....-Estoy cansado de estar aquí sólo... Me prometiste que regresarías y yo ya no puedo estar más tiempo separado de ti, la marca me arde y mi celo está próximo.
-Lo sé pequeño pero el trabajo está retrasado y nos llevará algo más de tiempo... Te lo comprensaré, te lo prometo, ¡ah por cierto!, ¿recibiste ya las flores y los chocolates que te envié ayer?.
El omega sonrió entristecido al mirar al jarrón sobre la mesa de la sala, donde había puesto las hermosas rosas.
-Si, son muy bonitas pero no quiero más regalos... Yo quiero que tú estés aquí conmigo- dijo haciendo un puchero.
El alfa interior de Zee vibró ante eso, él sabía cuanto su omega lo extrañaba pues a pesar de la distancia, el lazo los unía y las emociones estaban a flor de piel.
-Oye emm, ¿y por fin me contarás, que es lo que te preocupa tanto?-preguntó el omega de repente.
El alfa sabía muy bien a lo que se refería este pues desde que se había acostado con Janis, el omega y él ya habían hablado unas cuantas veces y aunque lo intentaba ocultar, al parecer, éste intuía que algo no andaba bien.
Zee siempre acababa cambiando de tema o mintiendo, le decía que tenía que colgar y aunque odiaba hacerlo, no quería hacerle sufrir ni tampoco perderlo.
Saint se estaba convirtiendo en lo más especial y más importante de su vida y no quería por nada del mundo que eso se estropeara y mucho menos por un calentón desafortunado.
(...)
Por fin la subasta se celebró y una vez más Zee, Joong, Gulf, Mew y el resto de los integrantes de la Corporación regresaron con sus bolsillos llenos.
No todo había salido bien en esa campaña pues tenían que tener presente no volver a Italia en una larga temporada, ya que al llevarles más tiempo de la cuenta, el reunir la "mercancía" necesaria, la policía había estado husmeando muy cerca de ellos.
Así que tras borrar toda pista de sus negocios allí, habían regresado a Bangkok por fin, tras casi tres semanas fuera.
Zee estaba muy contento pues ya podría ver a su omega, por lo que nada más aterrizar corrió a donde lo tenía oculto pero cuando estaba por llegar al edificio, recibió una extraña llamada de Janis.
-¿Po-Podemos v-vernos?, tengo algo muy importante que decirte.
-Ahora no puedo, tengo algo muy importante que hacer... tendrá que ser mañana ¿de acuerdo?-dijo el molesto y arrepentido de haber descolgado el teléfono.
-Pe-Pero Zee, es importante... Y-Yo est....
-Lo sien-to pe-pero...es-toy en un sóta-no a...apen-as te o...oi-go-este fingió interferencias para zafarse de ella y luego colgó.
Aún no había subido al ascensor cuando el teléfono le volvió a sonar, el alfa vio que era ella de nuevo, así que optó por apagarlo.
-Hola precioso, he vuelto a casa, ¿Dónde estás?-habló eufórico al entrar.
-Oh hola señor, menos mal que llega...Saint está en el dormitorio con unos dolores horribles desde ayer... Es su celo y ni siquiera ha comido nada.-dijo Sofía muy preocupada.
El alfa corrió velozmente ya notando el intenso aroma del omega por el pasillo, el cual hizo despertar su ferocidad.
Encontró al omega tirado en la alfombra retorciendose de dolor y bañado en sudor.
-Oh vaya, lo siento amor.
Este al escuchar al alfa, el castaño gimió agonizante, entonces Zee se agachó y tras acariciarlo, lo cogió en su regazo y lo tumbó con cuidado sobre la cama.
-P-Por fin lle-gas mi a-alfa... ayu-dame... no aguan-to más...Me du-ele dema-siado-suplicó el desnudo y febril omega.
El alfa se arrancó la ropa en cuestión de segundos y con sus ojos ya oscurecidos, su pene erecto y su respiración agitada por el deseo, saltó al lecho cubriendolo por completo.
-To-Tomame mi alfa... te necesito... Y-Ya no lo a-aguanto más-volvió a suplicar Saint clavando sus uñas en la espalda del alfa, mientras este besaba y lamía su cuello y torso.
Este obedeció y sin esperar se introdujo en el omega soltando un gran gemido por lo estrecho, húmedo y caliente que estaba su agujero.
-¡Muevete!...¡aaah!, ¡quiero sentirte aaah!, ¡follame ya!-gritó desesperado Saint.
-Shssss...tranquilo, tranquilo.
El alfa empezó a penetrarlo ferozmente una y otra vez sin descanso, ya no podía parar pues entre la voz suplicante del omega, su intenso olor y la dulce sensación de sentirlo gemir bajo suya, lo enloquecieron irremediablemente.
-Si... si... más.. más...
Tras varias estocadas, el omega se corrió en su vientre soltando un gran suspiro de placer y satisfacción.
Poco después el alfa sintió su nudo hincharse y sus colmillos crecer, así que tras lamer el cuello de este volvió a morderle sin piedad, mientras soltaba un gran chillido, adolorido por la nueva mordida y por la semilla del alfa que se derramaba una vez más en su interior.
-Te amo, pequeño.
-Y yo a ti.
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3. «Era un omega destrozado»-Zaintsee-Mewgulf -Omegaverse-Terminada
FanfictionJoong y Anne Pruk son los alfas mayores y jefes de una gran Corporación dedicada al comercio de omegas y betas, los cuales llegan a sus manos mediante engañados y tras ser raptados. Sus hijos Zee y Gulf son dos alfas fuertes y hermosos, con una incr...