Saint y las empleadas de Zee estaban sentados cómodamente en el sofá mientras comían palomitas y veían una película.La puerta entonces se abrió de golpe y el alfa apareció muy molesto, rápidamente la beta y la omega se fueron a la cocina para dejarles intimidad.
Este se sentó al lado del omega y entonces este se levantó y se sentó en su regazo.
—Te extrañé mucho—dijo haciendo un puchero—...No has venido a verme desde hace dos días, ¿Ocurre algo?, ¿Estás enfadado conmigo?
—Ven aquí, pequeño... Abrazame fuerte—habló el alfa estrujandolo contra su pecho—... yo también te he extrañado muchísimo, pensé morirme si no te veía pronto.
Zee enterró su nariz en el cuello del omega y suspiró embriagado con el aroma y el calor de su cuerpo.
—Me has hecho mucha falta, mi amor...No sabes lo que deseaba estar así contigo—susurró mientras acariciaba el cabello de Saint.
El omega ya feliz por la protección y los mimos de este le empezó a contar todo lo que había hecho en todas las horas en las que no se habían visto.
...—¿Sabes?, te he escrito otra canción...Bueno aún no está terminada pero seguro que te gustará.
El alfa sonrió ya que amaba escucharlo cantar, la verdad es que el castaño poseía mucho talento, aunque se sentía bastante mal por mantenerlo oculto y que el mundo se perdiese conocerlo.
Por las circunstancias el omega jamás conocería la ovación de los demás habitantes del planeta, los cuales nunca llegarían a escucharlo.
—Podrías cantarme un trocito, cariño...Me encantaría escucharte—dijo entonces.
El omega rió y de un salto bajó al suelo para correr feliz y coger su guitarra en la habitación, ante la atenta mirada del alfa el cual se relamía recorriendo con sus ojos, el hermoso cuerpo del omega mientras se alejaba.
Los dos pasaron otra tarde romántica y maravillosa, ya que después de escuchar la canción de este, terminaron de ver la película entre palomitas, risas y besos y luego como no, en la cama demostrándose una vez más, el ardiente, fogoso y tierno amor que sentían el uno por el otro.
(...)
Durante las semanas siguientes, la madre de Zee junto con las hembras Stars se mantuvieron muy ocupadas preparando con mucho esmero todo los detalles para el próximo enlace del alfa con la omega, eligiendo cada detalle y sin reparar en gastos.
Zee y los demás alfas de la Corporación, tocaba Inglaterra y en principio solo sería durante dos semanas.
En esas ausencias del alfa, Janis aprovechó también para verse con sus distintos amantes, los cuales le proporcionaban las caricias sexuales pues el alfa no la daba.
Saint por su parte, ajeno a todo. empezó a sentirse mal, notaba que estaba muy cansado y su humor había cambiado un poco.
También comenzó a verse más gordito pero no dijo nada, le avergonzaba y además su alfa no estaba, así que no prestó atención.
Cuando llegaron los vómitos y los mareos, el omega los ocultó haciendo lo mismo, las empleadas que lo atendían no notaron nada, solo que este parecía tener bastante apetito pero pensaban que eran por la ansiedad de no tener a Zee.
Además, éste se sintió más solo que nunca y entonces empezó a pensar de nuevo si su vida sería siempre así, permaneciendo encerrado en aquel lugar de lujos y recibiendo unas migajas de atención por parte del alfa.
Después de la tercera semana fuera, Zee regresó y se encontró con un Saint con sus ojos brillantes y llenos de emoción pero no solo por su regreso sino porque también creía tener la más maravillosa noticia para darle.
...—Zee, tengo que decirte una cosa.
—Está bien, habla te escucho.
—Es una noticia increíble y hermosa.
—Anda dímelo, seguro que lo es.
—Bien emm....yo...emm...verás me he hecho la prueba y estoy...estoy embarazado.
El alfa dejó de besarle el cuello y lo miró con horror, por lo que el omega empezó a entristecerse apestándolo todo.
—¿Po-Por q-qué no te a-alegras?, ¿Por qué no dices nada?
La mente de Zee daba vueltas sin parar pero siguió sin articular palabra alguna.
Embarazado... otro hijo, otra vida en pareja, otro compromiso y todo ello a escondidas a su padre y de la Corporación.
Lejos de alegrarse, este se había preocupado más, se puso más nervioso, tanto que su reacción sin pretenderlo hizo llorar al pobre omega, el cual saltó de su regazo y huyó a la habitación.
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3. «Era un omega destrozado»-Zaintsee-Mewgulf -Omegaverse-Terminada
Fiksi PenggemarJoong y Anne Pruk son los alfas mayores y jefes de una gran Corporación dedicada al comercio de omegas y betas, los cuales llegan a sus manos mediante engañados y tras ser raptados. Sus hijos Zee y Gulf son dos alfas fuertes y hermosos, con una incr...