Amo el mañana

262 24 7
                                    


Fui al cuarto de Albert como ya es mi costumbre, lo veo un tanto preocupado después de platicarle del problema de Terry.

Albert me pide que me acueste a su lado yo lo hago con gusto, al sentir que se durmió me despedí de él con un beso, cuando estaba a punto de irme a mi habitación él me abrazó con fuerza y me pidió que no me vaya, estás palabras me dejan tan sorprendida que no puedo contestarle "que me gustaría quedarme junto a él por el resto de mi vida por que él es mi hogar". Después él se posiciona arriba de mi al mismo tiempo que me besa de manera demandante haciéndome sentir nerviosa con un poco de miedo pero me gana el deseo de sentir sus caricias y con este pensamiento pierdo la cordura, me tiene inmovilizada ocasionando un placer delirante y unas ganas incontrolables de tocarlo, cuando Albert se situó entre mis piernas pude sentir su endurecido miembro, en vez de asustarme me proporcionó placer de ser la causante de las reacciones de su cuerpo, saber que soy capaz de provocar deseos carnales en el bien portado señor Albert, me hace sentir una mujer bella y deliciosa. Estoy segura de que él se controla y de que trata de ocultar sus verdaderos deseos hacia mí, me gusta ver como su cuerpo lo delata e instintivamente expresa lo que realmente quiere hacer conmigo. Yo me dejó querer, me dejó acariciar, no vale la pena luchar contra lo que va a pasar tarde o temprano, mejor que sea temprano para aprovechar el tiempo que podemos estar juntos mañana no sé sabe que va a pasar. Pero lo que si se es que no puedo parar sus caricias por que sus manos pertenecen a mi cuerpo desnudo.

Al amanecer desperté de muy buen humor, abrí los ojos y lo primero que vi fue a mi hombre arreglándose para ir a trabajar, es tan divino, él no se ha dado cuenta que me lo estoy comiendo con la mirada, se acaba de bañar lo se por su pelo húmedo, está muy pulcro y su ropa en ausencia de arrugas. Me gustaría ir hacia él, besarlo, quitarle su linda camisa blanca y tirarlo en la cama para disfrutar de su cuerpo y su compañía todo el día sin salir del cuarto ni para ir a comer.

Me siento en la cama para despabilarme un poco, él se dio cuenta de que lo estaba observando y mencionó sorprendido —¡Candy... Te despertaste!

—si... Huy que seriedad con usted señor Albert

—no te despiertas tan temprano

Miré el reloj ¡que sorpresa, no lo puedo creer! Lo que dice mi amor es cierto como también es cierto que se quedó dormido, sin poderlo evitar río sin control, es la primera vez que a Albert se le hace tarde para realizar sus actividades diarias

—te quedaste dormido, te van a poner retardo en tu trabajo

—puedo llegar tarde... Para eso soy el jefe

—jajaja por supuesto, que ocurrente eres, mejor regálame una sonrisa que me gusta verte alegre. Por cierto no es que no me guste de hecho te vez muy guapo, pero no crees que estás muy elegante como para ir a cuidar animales

Albert sonrió sin muchas ganas y dijo —es que tengo junta, debo irme nos vemos en la noche

Cuando él estaba a punto de salir de la habitación le ordené —Albert despídete de mí de la forma correcta

—¿ cómo ?

—primero ven

Ya que lo tenía frente a mí proseguí —ahora dame un beso

Él me dio un beso casto en la frente y se fue antes de que le diera un beso como debe ser y antes de escuchar mis reclamos. Estoy un poco molesta pero este pequeño inconveniente no va a opacar mi felicidad de saber que Albert y yo somos... Hmmm se podría decir que somos esposos, por que vivimos juntos, nos conocemos a la perfección y por lo que pasó en la noche (hicimos el amor) eso significa que nos pertenecemos el uno con el otro.

Y si, te digo que siDonde viven las historias. Descúbrelo ahora