Y si, te digo que si

Sesión de besos

—a lo mejor si te hubiera esperado me habría vuelto vieja 

—jajaja ¿tú crees?

Ella sonrío de forma divertida y contestó —si

—Jajaja me tienes en un mal concepto

—hmmm tal vez

—¿Qué puedo hacer para mejorar mi reputación contigo?

—bésame mucho

Ella se acercó a mí y se apoderó de mi boca de manera demandante... Cada vez me sorprende más y más mi dulce Candy. Me dejó acariciarla sin restricción alguna, sin duda desde hoy me gusta mi nombre, cada que dice ¡Albert! me gusta más y más como me llamó.

A la mañana siguiente desperté abrazándola pegada a mi cuerpo, al abrir los ojos lo primero que vi fue su hermoso rostro, mi amorcito duerme de manera despreocupada, se ve como un ángel incapaz de realizar travesuras, sonrió al recordar la noche tan intensa que pase con mi rubia mientras observo su boquita pequeña color cereza. Esos labios dulces que es capaz de volverme loco de pasión. Me separo de ella cuidadosamente con una sonrisa de felicidad en la cara sintiendo una euforia pacífica en el corazón para después dirigirme al baño y asearme.

Después de tomar un reconfortante baño vi con detenimiento a mi princesa recostada en la cama, al verla se me antojó abrazarla así que me acosté a su lado para meterme por debajo de las sábanas para luego pasar mi mano por su cintura sintiendo la calidez de su piel desnuda mientras que ella aún dormida me pasaba una pierna por encima de mi cadera acercándome a su centro más sensible, al momento de sentirla no pude evitar estremecerme de anhelo por despertarla y besarla de forma salvaje por todo su delicado cuerpo como lo hice anoche. Esta pasión que siento por mi bella Candy es tan intenso que no puedo evitar abrazarla con fuerza al mismo tiempo que intentó controlarme pero no puedo impedir meter mi nariz en su cuello para oler su perfume natural pero su fragancia en vez de tranquilizarme lo único que ocasiona es que me pierda en una sensación de satisfacción obligándome a besarla en su cuello delgado para después ir a su clavícula. Unos momentos más tarde ella despierta y sus ojos esmeraldas brillan como si tuvieran luz propia mientras que yo le sonrió como pidiéndole disculpas por haberla despertado, inmediatamente después ella me acaricia por la espalda subiendo a mi cuello al momento de llegar a mi cabeza ella me acerco a su boca y me besó de manera dulce para después interrumpir el beso de forma abrupta pero yo en mi egoísmo por tenerla de esta forma no deje que se alejara de mí y me apodere de su boquita mientras ella intentaba hablar:

—Necesito ver la hora

—En estos momentos no puedes... estás ocupada

—tengo que ver el reloj

—No voy a permitir que le prestes más atención al reloj que a mí

—no es eso, pero tengo que ir a trabajar

—¿Para qué quieres ir a trabajar? mejor quédate conmigo

—Para tener un poco más de dinero... Hmmm el dinero no estorba y de esa manera puedo ayudarte con los gastos de la casa

—lo haces por dinero... ¿acaso te hace falta algo conmigo?

—nada pero ya sabes que te quiero por más tiempo en casa, por eso ahorro para que algún día te decidas a tener tu propio negocio con el que podamos vivir sin preocupaciones

—Candy... linda pero a mí me gusta mi trabajo

—¿en serio?

—Si

—¿No crees que es demasiado desgastante?

—¡no!...deja de hablar y concéntrate en cumplir con tus obligaciones de novia

—¿Cuáles son mis obligaciones?

—besarme por las mañanas inmediatamente después de despertar

—Si esa es mi obligación por ser tu novia, ¿Cuál será mi obligación cuando sea tu esposa?

—¿En verdad quieres que te lo diga?

Con los ojos sorprendidos y con las mejillas rojas me contestó —¡ no!— la abracé con delicadeza y la bese para evitar que su mal humor aumentará , después de regalarme un beso largo y placentero vio la hora para decir —es muy temprano, estoy sorprendida de estar despierta...¿ aunque no crees qué se te está haciendo tarde para ir a trabajar?

_no... me dieron unos días libres

—¡Que bueno!, ¡ Te lo mereces, has trabajado mucho!

—gracias linda por tu entusiasmo

—pero yo tengo que ir a trabajar y no quiero separarme de ti ni un solo instante

—Entonces déjame disfrutar de tus besos el tiempo que sea posible

Nuestra primera sesión de besos por la mañana duró mucho tiempo en el que yo con mis manos me apodere de su cintura, de su pequeña espalda, de sus hermosas piernas mientras que mi boca se apoderó de sus labios, de su cuello, sus hombros y sus pechos perfectos. Al mismo tiempo que escuchaba como pronunciaba con vehemencia mi nombre.

Después de bañarnos juntos yo me cambié de manera sencilla para preparar el desayuno mientras que Candy se arreglaba y acomodaba sus cosas para ir a trabajar.

Continuará...