El señor Albert celoso

229 29 13
                                    



Al llegar a casa con el conocimiento de lo que pasa con mi corazón, he decidido quedarme con Albert por el resto de mi vida, espero que me acepté como su compañera de aventuras, estoy segura que podemos ser felices por que nos queremos.

Tengo una sonrisa soñadora mientras le estoy echando un vistazo a los recetarios de cocina, he mejorado muy poco con la comida pero tengo que esforzarme más para poder sorprender a mi rubio hermoso. Sé muy bien que cuando aprenda a preparar los alimentos sin que se me quemé la comida él se sorprenderá y me dirá "¿Candy eres tú quién a preparado todo esto? Jajaja jajaja ya me lo imagino .

Con mucho cariño pongo los recetarios dentro de la alacena, los veo con gusto por lo que representan, dejando el de postres a un lado hoy he decidido prepararle a mi amor un pastel de chocolate, hmmm tengo todos los ingredientes, ésto va a quedar riquísimo.

Con mucho cariño pongo los recetarios dentro de la alacena, los veo con gusto por lo que representan, dejando el de postres a un lado hoy he decidido prepararle a mi amor un pastel de chocolate, hmmm tengo todos los ingredientes, ésto va a quedar ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La mesa está lista, la casa está limpia, tengo puesto un lindo vestido, mi cabello esta bien con una coleta alta, la novedad es que me puse unos zapatos hermosos muy muy altos se me ven tan coquetos. Todo está perfecto, nada hace falta, con la única excepción de que ya es tarde, la comida se enfrió, los zapatos ya me cansaron y Albert no llega a casa, con esta frustración empiezo a comer sin apetito con ciertas lágrimas rodando por mis mejillas y con esta decepción que me oprime el pecho. Como lento con la esperanza de que llegue, terminé de comer pero él no apareció. Solo está el silencio, mi desilusion y el sonido de los trastes que provocó por chocarlos mientras guardo la comida, más tarde voy a mi habitación y con tristeza me quito mis coquetos zapatos, también me quitó mi vestido rojo para ponerme una bata de dormir, me suelto el pelo y lo cepillo para tenerlo acomodado. Albert no llega y todo por ese trabajo que tiene ¿ qué tanto hará? ¿ qué será más importante que pasar tiempo conmigo? Tendré que decirle que deje su empleo para que esté más tiempo en casa, que es eso de que hasta los domingos tiene que trabajar, no se da cuenta que quiero estar con él por más tiempo, a caso no se ha dado cuenta de que lo extraño, añoro su risa, su mirada, sus besos, sus abrazos, todo de él extraño y sin querer digo —Albert eres un ciego, es que no te has dado cuenta de todo lo que te quiero, de lo mucho que me importas y de cuánto te amo.

Me dirijo a la sala con un libro de medicina en mano, me acuesto en el sofá para leer en lo que espero a Albert, pero no apareció y después me dispuse a lavar los pocos platos sucios. Ya en la cocina escuchó como se abre la puerta e inmediatamente limpio los rastros de lágrimas en mis ojos, suspiro, de repente siento su presencia y mi alma vuelve a mi cuerpo como mi alegría, volteo para verlo, y con una sonrisa lo saludo. Se ve preocupado, cansado hasta con cierta tristeza en su mirada, quiero acercarme a él pero no me atrevo, quiero saber que piensa pero no sé como preguntarle sin que piense que me entrometo demasiado en su vida, ya es suficiente con insistirle que renuncié a su trabajo.

Después de que comió intenté hablar de Terry pero él no quiso y se fue a su cuarto mientras yo me quedaba otra vez sola, Albert sufre, me gustaría consolarlo pero no me deja acercarme a él, en vez de eso, se aleja cada vez más y me mata el saber que no puedo evitar sus preocupaciones.

Me cuesta trabajo está forma de vida, en la mañana todo estaba bien, es mentira en la mañana nada estaba bien, quizás anoche todo marchaba genial, eso también es mentira lo de anoche fue un error, él de anoche no era mi Albert, lo se por la forma tan brusca en la que me empezó a besar aunque después si era él por su dulzura y amabilidad con que me hizo sentir el cielo mismo. Antes de que estuviera en su cama hablamos sobre Terry hmmm ¡Terry! Ese podría ser el problema jajaja jajaja jajaja el señor Albert resultó ser celoso, tengo que remediar está situación.

Preparé un poco de chocolate, lo serví en las tazas que tienen nuestras iníciales, después me dirigí a mi cuarto para tomar de mi tocador el aceite de áloe vera que compre hace algunos días para hacer más efectivos los masajes, es un buen pretexto...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Preparé un poco de chocolate, lo serví en las tazas que tienen nuestras iníciales, después me dirigí a mi cuarto para tomar de mi tocador el aceite de áloe vera que compre hace algunos días para hacer más efectivos los masajes, es un buen pretexto para pedirle que se quité la camisa y poder verlo desnudo y acariciarlo con la escusa de quitarle la tención de su muy bien formado cuerpo, de todos modos ya pasamos la noche juntos y no nos portamos nada bien.

Al llegar a su habitación me decepcioné por encontrar la puerta cerrada, me arme de valor y le grité, al no tener respuesta entre al cuarto y lo busque con la mirada pero él no estaba ahí, deposité la charola en la mesita que está al lado de la cama, lo estuve esperando por mucho tiempo hasta que me di cuenta de que la ventana estaba abierta, lo busque en el baño. La mochila de vagabundo está guardada, Poupée está durmiendo en la sala, mencionó que quiere estar solo, Albert no está en casa otra decepción en este día, salió por la ventana, lo espero por más tiempo pero no llega y mi sueño incrementa, he decidido dormir en su cama, me subo y a la hora de acostarme me di cuenta que la bata se me subió por arriba de mis rodillas mostrando unas lindas piernas, con una sonrisa se me ocurrió subir más la falda para mostrar más piel y me desabotone dos, en realidad fueron los tres botones delanteros de mi pijama sin apagar la luz, cuando llegue Albert me verá atractiva y quizá pueda provocarlo para que me deleite con sus besos que me encantan. Ya acostada pegue mi nariz a la almohada para poder percibir su aroma cosa que hizo despertar mis deseos de mujer removiéndome en la cama para quedar en una posición que lo invite a tocarme como lo hizo ayer. Al principio me hice la dormida pero conforme pasaba el tiempo el sueño me venció sin que pudiera saber a que hora regresaba el hombre de mi vida.

Continuará ...

Y si, te digo que siDonde viven las historias. Descúbrelo ahora