La historia empieza cuando Albert intenta dejar sóla a Candy en el departamento Magnolia. En la historia original Albert se va sin despedirse de ella para cumplir con sus obligaciones , pero en este fic Candy no se va a quedar dormida y se va a afer...
Estoy despierto hace como media hora, no quiero levantarme de la cama, no quiero dejarla de abrazar como tampoco quiero dejar de respirar su aroma ni dejar de sentir su presencia.
Desearía abrazarla por toda la eternidad, me gustaría poder detener el tiempo, hacer este momento perpetuo, para que nunca se valla, para que nunca se alejé de mí.
Pero sin duda el tiempo es implacable sin detenerse jamás, haciendo transcurrir los minutos de manera acelerada. Abro los ojos sin ganas, la veo al mismo tiempo que adoró su cuerpo perfecto y su cara de ángel.
Me separo de ella con cuidado de no despertarla añorando quedarme de por vida a su lado, al terminar de bañarme me pongo un pantalón negro con una camisa blanca, la corbata la doblo para depositarla en mi bolsillo derecho del pantalón, agarró uno de mis tantos sacos para inmediatamente llevarlo al coche. Después sacó de la cajuela el obsequio que le compré a mi hermosa rubia, de regreso a mi habitación paso por el cuarto de Candy para depositar el paquete sobre su cama.
Estando en mi recámara me acomodo la camisa de la forma correcta mientras repaso mentalmente de llevar conmigo todo lo necesario para tener un día productivo. De repente siento su mirada sobre mi, sinceramente no quería que se despertará puede hacer preguntas que no deseó responder y por que no quiero que se me haga más tarde para ir al trabajo. Lo dicho empieza a cuestionar, la escuchó atentamente para contestar solo lo necesario sin mentir y sin levantar sospechas. Me apresuró a escabullirme de su presencia antes de que empiece a preguntar de forma concreta.
Estando en la oficina pienso que los negocios van bien, tenemos grandes ganancias. Debería estar de mejor humor pero no puedo se que hoy Candy verá a Terry. Con éste encuentro ellos pueden solucionar sus problemas. El diario de mi linda dama que está en el primer cajón del lado derecho de mi escritorio es un recordatorio constante de los sentimientos de ella por mi amigo que conocí en Londres.
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Al pensar en esa posibilidad siento un dolor que me atraviesa el cuerpo pero no tengo tiempo de lamerme las heridas por que tengo una gran responsabilidad: sacar a flote las empresas. Tanto trabajo me mantiene la cabeza ocupado, es mejor de esta manera, mi tristeza es solo un estorbo en la producción a gran escala que se necesita realizar para cumplir en fecha y forma con los clientes. Mis pesares no significan nada en comparación de las miles de familias que de algún modo tengo que proteger, ofreciéndoles empleos bien remunerados, mi sufrimiento lo tengo que hacer a un lado por el bienestar de los jefes de familia que tienen que llevar un sueldo a sus hogares para que ellos puedan sacar adelante a sus seres queridos, para mí un sueldo no es nada pero para ellos es muy importante, quizás es el dinero con que van a pagar un techo donde su gente puedan dormir calientitos en las noches de frío, comprar comida, pagar los servicios, quizás comprar medicamentos, pagar la educación de sus hijos, comprarle un lindo vestido a sus esposas como yo lo hacía con mi bella rubia, tal vez solo lo estén ahorrando para tomarse unos días de descanso que bien merecido se lo tienen, hay tantas historias, mis trabajadores tienen sus propios problemas individuales que no puedo darme el lujo de fallarles con su pago, por eso decidí tomar mi lugar para de algún modo velar por el bienestar de tanta gente.