¡Albert! ¡Albert! ¡Albert!

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—¿ qué tienes en mente?

—encerrarte en nuestra habitación para después tirarte a la cama y quitarte ese vestido que te hace ver muy fea...

—Albert...yo quiero besos

—Jajaja los besos ya están incluidos

—Sabes... es una proposición tentadora

—Jajaja...no es una proposición...es un hecho

Al estar en la alcoba le pregunté —¿por qué le pones seguro a la puerta?

—para que no te puedes escapar de mí pequeño cervatillo

—¿crees que lo haría?

—No... Pero quizás lo intentarías

Con besos ardientes me acerco a la cama mientras él me apretaba a su cuerpo para después tirarme con él pegado a mí, ya en la cama él me besaba despacio, muy lentamente con lo que yo podía degustar sus labios sintiendo a detalle cada movimiento de su lengua, era un beso armonioso y calmado que pude explorar a gusto cada rincón de su boca disfrutando el jugueteo de su paladar y hasta puede rozar con mi lengua sus dientes perfectos.

Después de ese beso esplendoroso él empezó a quitarme el vestido con mucho cuidado tratándome con sutileza como si fuera frágil como el pétalo de una flor, sin el vestido me quedé con mi mejor camisón interior y me dio gusto el habérmelo puesto precisamente hoy que estoy a solas con el hombre de mi vida porque sé que esté camisón me hace ver linda resaltando mis piernas definidas por qué me queda por arriba de la rodilla, él empezó a verme a detalle cosa que me puso nerviosa por su mirada tan intensa que siento que es capaz de atravesar mi cuerpo y ver en lo más profundo de mi alma para darse cuenta de cuánto es que lo amo. Cerré los ojos para disfrutar del escrutinio de mi amor, respirando despacio para tranquilizar mi alocado corazón al abrirlos pude percatarme que buscaba algo en su cómoda y sintiendo la necesidad del calor de su cuerpo me senté para ir en busca de más besos, sin darme cuenta él me observaba de nuevo, al momento de encontrar sus ojos su mirada me derritió el corazón ocasionando que yo me parará de la cama para poder sentir sus brazos fuertes rodeando otra vez mi cuerpo.

Al estar tan cerca de mi alma gemela yo hice lo mismo lo vi de manera descarada deleitándome con todo su ser disfrutando de todas las sensaciones que su simple presencia me provocan, lo abrace, después me paré de puntillas para poder alcanzar sus labios dulces como reclamando lo que me pertenece por designio divino mientras cerraba lentamente los ojos para poder ver por más tiempo su perfecto rostro que me domina quitándome toda voluntad propia.

Al terminar el beso Albert me entregó su camisa, está muestra de confianza me conmueve porque él es capaz de compartir conmigo una prenda tan íntima. En el baño cerré la puerta sin seguro Albert me da toda la confianza del mundo, observe a detalle su camisa, es precisamente la que yo le regale, este acontecimiento me provoca una sonrisa soñadora en la cara, después de un baño rápido me puse su pijama sin poder evitar acercar la ropa a mi nariz para poder oler la fragancia natural de Albert y me lavé lo mejor posible los dientes.

Al salir del baño y ver al hombre perfecto frente a mí me dejó muda del impacto, puedo apreciar a detalle el cuerpo de Albert porque solo trae puesto el pantalón precisamente del pijama que yo tengo puesto, con el torso desnudo, descubriendo su hermosa piel bronceada por el sol, estoy en un dilema ya no sé qué color me gusta más, si es el azul de sus ojos o el rubio de sus cabellos o quizás me gusta más el color de su piel. Ahora tengo tres colores favoritos. Al estar cerca de él me jaló con tal fuerza que mis labios chocaron precisamente con las marcas de las garras del león, sé que la cicatrices afean a las personas pero con Albert pasa todo lo contrario estás herida lo único que provocan en él es hacerlo ver más atractivo dándole un aire de hombre valiente, temerario, rudo y fuerte, ocasionando que mi cuerpo lo desee con mayor intensidad conforme pasa el tiempo. Mis dedos no acariciaron las cicatrices hicieron algo mejor, mis manos adoraron las marcas dejadas por ese animal salvaje, después mi boca se acercó a besarlas para idolatrarlas por lo que representan. Son una muestra de amor y me percato que Albert desde ese tiempo ya me quería, no hace falta que me lo diga, no hacen falta las palabras cuando hay muestras de cariño tan grandes como lo que él hizo, salvarme sabiendo que él podía perder la vida, pensando en como el amor a veces no se dice con palabras sino que se demuestran con hechos buscó su boca para demostrarle de esa forma de cuánto es que lo amo.

 Son una muestra de amor y me percato que Albert desde ese tiempo ya me quería, no hace falta que me lo diga, no hacen falta las palabras cuando hay muestras de cariño tan grandes como lo que él hizo, salvarme sabiendo que él podía perder la vida,...

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Él me correspondió llevándome a la cama donde me besaba y acariciaba sin restricción alguna haciéndome ver fuegos artificiales en toda la habitación.

Después de que lo obligue a ponerle un nombre a nuestra relación me apoderé de nuevo de su boca está vez disfrutando más de mi Albert. Sin duda soy feliz con mi hombre encima de mí mientras me hace el amor con sus manos grandes y fuertes explorando todo mi ser, mi vagabundo curioso se pasea con entusiasmo por todo mi cuerpo, hasta puedo jurar que él conoce más de mí que yo misma y sabe precisamente donde, como y cuando tocar cada parte de mi piel. No sé cómo describir a Albert creo que no se ha inventado la palabra correcta para descifrarlo pero quizás la palabra que se aproxima a detallarlo sería maravilloso, Albert Es verdaderamente maravilloso, ¿ qué soy muy escandalosa cuando él me tiene en su lecho y no precisamente para dormir ?, para hacerle justicia a la verdad ¡sí lo soy!, No lo puedo ni lo quiero negar, soy muy ruidosa, pero no es mi culpa, lo que pasa es que él me hace perder la cordura y me lleva a un mar de excitación que me hace olvidar hasta mi propio nombre y lo único que puedo sentir es placer por sentirlo unido a mí, es una satisfacción tener la entereza de que es sólo mío, su corazón me pertenece y lo que sale de mi boca es ¡Albert! ¡Albert! ¡Albert! y cada que pronunció su nombre lo hago con mayor intensidad.

Continuará...

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