-¿Cuál es la situación? – Marinha se acercó a la mujer que se encontraba frente a Ligia, con las manos ensangrentadas y gotas de sudor bañando su rostro.
-Creemos que está dado la vuelta, no vemos la cabeza.
-¿Qué podemos hacer?
-Vamos a intentar darle la vuelta, pero...
-¿Pero qué? – Ondina miraba aterrada a su amiga, casi hermana, tumbada en la cama, blanca y con el rostro bañado de lágrimas por el dolor.
-He participado en algunos partos así... Las madres no suelen...
-¡No! – Tomó la mano de su amiga intentando mantenerse fuerte. – No lo permitiré. ¿Qué debemos hacer?
-Ahora sangra, aunque en poca cantidad, pero el proceso puede empeorar su estado... Con vuestros poderes... Quizá... La hemorragia podría minimizarse al menos, con suerte...
-No estás lista Ondina, no...
-¡No me marcharé! – Miraba firme a Murgen. – Decidme que hacer.
-De acuerdo, cuantas más mejor - Pléyone suspiró pesadamente. – La sangre es agua, podemos controlarla, sentirla, algo similar a lo que hacemos normalmente...
-Eso es simple...
-No tan simple - Interrumpió Murgen. – Normalmente movemos el agua a nuestro antojo, pero la sangre sigue sus propios cursos, no podemos detenerla ni desviarla... Solo mantenerla en su recorrido....
-Pero no sabemos...
-Exacto - Ondina sintió como su pecho se encogía al entender las palabras de Pléyone.
-Pero... Algo... Algo podremos hacer...
-Eso había pensado, por eso os hice llamar... - Volvió a hablar aquella mujer. – En mi juventud, ayudé en un parto similar... Fue la única superviviente... Era una de las armeras, sus compañeras conectaron de alguna forma con sus poderes... Como una unión, juraría que su sangre cobró vida, era como si su propio cuerpo guiara su sangre... Jamás volví a ver algo semejante...
-Pero la reina no es una armera - Pléyone miraba confusa.
-¡Pero conserva los suyos propios! – Ondina arrancó de una el colgante que ataba sus poderes. – Ahora puede usarlos. ¡Hagámoslo!
-No sé si...
-Con mis respetos – La anciana interrumpió a Marinha. – La reina morirá de todos modos, no perdemos nada por intentarlo...
-De acuerdo - Suspiró pesadamente. – Ondina, ponte junto a ella, a ti te escuchará más que a nosotras.
-¿Has oído? Vas a salir de esta - Susurraba junto a su rostro. – Debes sobrevivir - Las armeras posaron sus manos en el vientre de Ligia. – Concéntrate, por favor, concéntrate...
Ubbe permanecía sentado en el frío suelo de piedra, intentando obviar lo que acababa de escuchar, "la reina morirá de todos modos". Esas palabras resonaban en su mente. No sabía exactamente cuanto tiempo había permanecido así, hipnotizado por sus pensamientos, cuando una voz le sacó del trance.
-No puedes permanecer aquí - Alzó su vista para descubrir quien hablaba. Calírroe se encontraba frente a él. – No solo, al menos deja que te acompañe. – Ubbe palmeó el suelo a su lado, indicándole que se sentara.
-Dicen que morirá...
-¿Quiénes?
-Las he oído. – Dijo señalando la puerta a su lado.

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The soul of the sea
Fanfiction¿Y si los vikingos no hubieran estado solos en sus drakkars? Las aguas son profundas y ocultan secretos. Historia basada en la serie Vikings. Esta historia contiene personajes de la serie Vikings y personajes de mi propia invención. Aviso: Puede co...