Los días se habían hecho largos, los fuertes temporales habían azotado duramente a los drakkars, pero ninguno se había visto afectado. Ligia vió como entraban al Mediterráneo, pasando aquel peñón. Mandó dar la señal para avisar a Björn, las celebraciones no se hicieron esperar. Los barcos empezaron a girar, parecía que Björn había dado la orden, ya había fijado su destino. Poco a poco se empezó a visualizar un puerto, donde Ligia vio unas marcas que encogieron su corazón, decidió seguirles hasta la playa donde desembarcarían.
-Björn – Ligia se acercaba con tono casi de súplica. – Toma – Le enseñó una pulsera de conchas y perlas. – Si veis alguien con joyas o adornos como estos... No los matéis...
-¿Qué ocurre? – Hvitserk se acercó extrañado.
-En esta ciudad viven comerciantes, comerciantes de nuestros reinos. No podéis matarlos... Por favor...
-De acuerdo, lo prometo... Lo prometemos. – Björn le tomó de las manos con aire paternal, momento que aprovechó Ligia para entregarle la pulsera.
-Enseñadles esta pulsera si no os entienden, así confiarán en vosotros. – Björn asintió antes de girarse para dirigirse a los vikingos que le estaban esperando ansiosos.
Ligia volvió a su embarcación y emprendieron su viaje hasta Gabeiria, viendo como a lo lejos una horda de vikingos sedientos de sangre y riquezas entraba a la ciudad que albergaba a sirenas y humanos casi a partes iguales.
Hvitserk corría por las angostas y laberínticas calles junto con Floki, seguidos por Harald y Halfdan. Floki alzó su hacha para atacar a una mujer que espada en mano defendía una pequeña casa, pero Hvitserk le detuvo, conteniendo de igual modo a la joven, que arremetía sin temor. Hvitserk sacó su hacha, mostrándosela a la joven, quien se detuvo de inmediato.
-Son del reino de Parténope... ¿Recuerdas? – Floki frunció el ceño y asintió pasando de largo, unos metros mas atrás Halfdan observaba la escena mientras que su hermano arrancaba su hacha del pecho de un hombre.
-¿Qué tienen esas mujeres de especial? ¿Por qué Björn no nos deja matarlas ni tomarlas?
-Björn no está... - Harald señaló con la cabeza a lo lejos un pequeño puesto dónde una joven se escondía con dos pequeñas. Ambos se acercaron observando a su alrededor, nadie podía verlos.
La joven al verlos acercarse salió sin armas, mostrando sus pulseras, pero Halfdan la tomó por el brazo de forma brusca, a lo que la joven respondió con un empujón, dándole espacio para sacar una daga de su muslo. Harald alzó su hacha para volver a enterrarla en las costillas de otro ser humano, pero otra hacha se lo impidió, una unida a la mano de Björn, que golpeó a los hermanos de forma violenta, alejándolos de la joven, dándole espacio para huir junto con las dos pequeñas.
-¡¡¡DÍ UNA ORDEN!!!
-SOY UN REY – Harald se limpió la sangre que caía de su ceja. – Nadie da órdenes a un rey.
-ACEPTASTEIS VENIR BAJO MIS ÓRDENES. – Björn mostró la pulsera que le entregó Ligia – NO SE DAÑA A NADIE, NADIE – Repitió remarcando las sílabas. – QUE LLEVE JOYAS O ADORNOS COMO ESTOS. – Guardó la pulsera de forma brusca. – ¿ENTENDIDO?
-Sí, Piel de hierro... - Masculló de mala gana Harald, Halfdan simplemente asintió.
Helga vió a una pequeña, reconoció los adornos en su pelo, decidió seguirla, por si alguien pudiera dañarla, pero pareció ser tarde, la pequeña le llevó hasta una joven que yacía en el suelo sobre un charco de su propia sangre, Helga miró mejor a la joven, llevaba las ropas de la gente que vivía ahí, pero algo asomaba por su cuello, la pequeña tomó esa pequeña cuerda tirando de ella, mostrando un medallón de coral y perlas. Helga cerró los ojos al imaginarse el futuro de la pequeña, de no más de tres años. La tomó en sus brazos, entregándole el collar de su madre aún con alguna mancha de sangre en el cordón de cuero que lo formaba, caminando con ella de vuelta a los barcos, se acercó al mar para limpiarle la sangre de las manos y la cara. No pudo contener la sorpresa al ver a la pequeña transformarse ante sus ojos. No tardó en comprender, ahora todo tenía más sentido. Rápidamente tapó a la pequeña con una tela para esconder su escamosa y plateada cola, sentándose con ella en la arena, quitándole los restos de sangre y rezándole a los dioses para que sus piernas volviesen antes de que llegasen el resto de guerreros, o no sabría cómo proteger a la pequeña.
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The soul of the sea
Fanfic¿Y si los vikingos no hubieran estado solos en sus drakkars? Las aguas son profundas y ocultan secretos. Historia basada en la serie Vikings. Esta historia contiene personajes de la serie Vikings y personajes de mi propia invención. Aviso: Puede co...