𝐀𝐕𝐀𝐃𝐀 𝐊𝐄𝐃𝐀𝐕𝐑𝐀 |𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|

54 ²

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Le dio un leve golpe en la pierna a John quien dejaba ver su expresión de amargura al ver a Esme cenando con todos ellos. La broma fue exitosa pero no tanto para dejarla en la habitación, la mujer expreso mejoría a los minutos y ante la invitación de Thomas decidió asistir creando un ambiente algo tenso que muy pocos evitaban hablar para no generar inconvenientes en la mesa.

— Realmente has avanzado mucho — Dijo Gryffin a Liam.

A pesar de estar encerrados allí la pelirroja continuo “ entrenando ” a Liam por qué a pesar que él se creía no tan útil para la chica si lo era y necesitaba defenderse por si algo llegaba a ocurrir en algún futuro que lo pusiera en peligro o alguien de su entorno. Alfie le sonrió con orgullo creando cierta timidez en el muchacho al recibir las miradas de algunos que escuchaban la conversación, pero entre ese momento estaba Esme quien se había percatado el peculiar poder que llevaba el chico Butler.

— Así que eres un Banshee? — Pregunto llamando no solo su atención, sino el de Samantha también —. Creí que solo las mujeres lo eran.

— Y es un pensamiento erróneo que todos tuvimos alguna vez, Liam es un Banshee y lo hace excelente — Dijo Gryffin viendo al chico quien le dio una sonrisa de agradecimiento.

Esme asintió un poco luego puso su atención en Samantha antes de expresar una pequeña sonrisa burlesca por lo bajo.

— Dime John lograste aprender hablar Parsel? Aún recuerdo cuando asustabamos a nuestros compañeros — Samantha vio a John quien presiono un poco su mandíbula y busco ayuda en Thomas pero el hombre como los otros estaban concentrados en otra cosa —. Él traía una serpiente falsa y yo hablaba un poco.

— Esme cállate... — Le advirtió John pero ella pareció no obedecer a su orden.

— No te avergüences era divertido, mira si cierras los ojos y dejas que el sonido llegue a tus oídos parece real — Dijo la pelinegra comenzando hablar en Parsel.

John le decía que hiciera silencio sobre todo cuando Samantha se puso de pie e intento irse para evitar un caos pero Esme no permitió eso, esas odiosas palabras llegaron a los oídos de la rubia quien presiono sus puños deteniendo sus pasos y sintiendo como la furia comenzaba a recorrer su cuerpo hasta finalmente controlarla por completo. Las luces parpadearon en toda la mansión y los platos de la mesa temblaron anunciando que algo malo se acercaría si no detenían lo que estaba pasando.

— Ya basta! — Dijo Samantha viendo a Esme quien se puso de pie para enfrentarla.

— Porqué? No es mi problema que seas débil — Dijo con odio —. Te crees fuerte cuando no lo eres, dos simples palabras y te vuelven débil... Todos creyendo en tí, cuando es dejar sus vidas a manos de una frágil niña.

— Esme! Basta! — Ordeno Thomas —. John lleva a Sam a la habitación.

— Ni siquiera tus hermanos están seguros contigo, eres una decepción para tus padres — Eso fue la gota que rebalsó el vaso.

Butler dejándose llevar por la furia que corría libremente dentro de ella con tan solo un movimiento su mano se elevó lanzando a Esme contra una de las paredes, pero la otra mujer tomo eso como un enfrentamiento y no dudo en jugar con la mente de Samantha.

— Hazlo, mátame — Dijo Esme con una sonrisa retadora —. Escuché que eras buena realizando el maleficio asesinó... Hazlo y demuestrales a todos que eres un ser vil.

Estuvo a punto de hacerlo pero algo dentro de ella, muy en el fondo evito que cumpliera con el pedido de Esme y trajo consigo esa vergüenza notando que todos la veía con sorpresa esperando lo peor. Vio a John y salió de la mansión en busca de aire fresco para tranquilizarse.
Raksha bajo de las escaleras con una forma de un tigre de tamaño normal y paso frente a la familia mientras veía a la mujer que continuaba en el suelo de manera amenazante mientras gruñía, luego fue por su dueña quien estaba en el jardín tratando de no ingresar en una crisis.

— Sí Rak, soy un monstruo lo sé — Dijo la chica sentándose en el suelo mientras que su amigo peludo se acercaba a ella para protegerla y darle consuelo.

— No, no lo eres — Dijo John quien había seguido al felino para encontrar a su Sam.

Estaba muy avergonzada como para verlo a los ojos, había reaccionado de una mala manera frente a su familia y ante esas miradas creía que la veían con miedo lo que causaba un gran dolor en ella.
John se arrodilló para acunarla en sus brazos y trasmitirle esa tranquilidad que ahora ella necesitaba.

— Eres un ángel — Continuo el muchacho —. Uno muy candente y que bajo del cielo para no solo proteger a Potter, sino a mí también — Samantha sonrió con tristeza pero permaneció de esa manera sin verlo —. Mírame.

— John... — La interrumpió.

— Mírame Pastelito, mírame y déjame perderme en esos ojos — Rogó el muchacho cumpliendo con su deseo —. Jamás vuelvas a decir o pensar que eres un monstruo, porque no lo eres y nunca lo serás... Cómo dije eres un ángel que el mundo no merece, ni yo merezco, pero tuvimos el privilegio de tenerte y te aseguro que no permitiré que mi ángel decaiga.

Cerro sus ojos por un momento dejando salir una lágrima que recorrió su mejilla hasta caer la tierra. John planto sus labios sobre los de su chica por unos largos segundos que fueron perfectos para los dos, luego el menor de los Rosier decidió llevarla a dentro por el frío que se estaba haciendo notar.

— Prometo que todo estará bien — Tomo su mano cuando noto que Samantha expresaba preocupación al estar cerca de la puerta.

La rubia se aferró a su mano e ingreso con cierta timidez pero se relajo cuando algunos de la familia se acercaron para preguntar cómo se encontraba y sobre todo al recibir aquel abrazo de Molly trayendo ese calor maternal. Los mellizos hicieron lo mismo demostrando que estaban tranquilos al verla otra vez y mejor.