𝐀𝐕𝐀𝐃𝐀 𝐊𝐄𝐃𝐀𝐕𝐑𝐀 |𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|

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La pelinegra mantenía una sonrisa en su rostro a pesar que su atuendo estaba sucio o sus ojos reflejaban debilidad, estaba feliz que nadie había muerto y que los niños atacados serían salvados finalmente. Aún así le traía curiosidad saber que había pasado en su niñez y antes que ella naciera, era algo que había despertado en su ser y estaba segura que no se iría hasta conseguir su objetivo.

— Sami! — Su corazón pareció temblar al oír ese apodo pero que no venía de su madre sino de Oliver —. Por merlín, estás bien.

La chica sintió nostalgia pero en vez de sentir molestia o impedir que le dijera de esa manera hizo lo contrario, se alegro por ello y acepto que alguien más la llamara como su madre sobre todo alguien que era especial para ella. Samantha fue con él tomándolo por sorpresa cuando lo beso, quería que su felicidad también lo sintiera Oliver y claro que lo hizo, no dudo en corresponder aquel afecto de su chica.

— Por un momento pensé que no volvería a verte, pero luego recordé que tienes una gran valentía, incluso más que todos nosotros juntos — Ambos sonrieron —. Sami, antes que el año acabe me gustaría pedirte que fueses mi novia, aceptas?

— Sería una tonta si no acepto salir con el chico Quidditch — Se burlo un poco a lo que ambos rieron.

— Oye no soy tan obsesionado...— Se intento defender.

— Vamos Wood, es tu pasión.

El castaño volvió a besarla juguetona mente antes de regresar con los demás a la sala común de Gryffindor.

[...]

El último día en castillo lo despedían con un gran banquete en presencia de todos los profesores, cuatro casas y el director de Hogwarts.
Albus como costumbre daba un breve discurso antes de comenzar y esta vez lo ameritaba más que nunca trayendo consigo grandes reconocimientos como a la enfermera Pomfrey y la profesora Sprout ante las mandrágoras y el cuidado de los niños petrificados. También les dio alegría a la mayoría de los alumnos cancelando todos los exámenes, Samantha le guiño un ojo tratando de animar a Hermione cuando expreso cierto disgusto por ello.

— Lamento la demora — Todos voltearon al ver a Hagrid ingresar.

Cómo demostraron su completa inocencia el ministro debió liberarlo y dejarlo regresar al castillo, el semi-gigante no dudo en regresar y más aún en el último día para despedirse de todos los alumnos que apreciaba. En el camino se detuvo para agradecer al trío y a Samantha por la ayuda que le dieron para demostrar que era inocente.

— Hogwarts no sería lo mismo sin tí — Dijo Harry abrazando a Hagrid.

En ese momento todos comenzaron a aplaudir en forma de reconocimiento para Hagrid provocando su genuina emoción por el cariño que recibía de todos, incluso de los mayores. Con esa misma alegría terminaron el banquete, luego cada alumno preparo sus cosas para el día siguiente dónde regresarían a casa una vez más.

En la mañana temprano el expreso esperaba a los alumnos para regresar al andén 9¾. Muchos se despedían por última vez, de otros alumnos de diferentes años o casas y también de profesores.

— Ya dejen de compartir saliva — Dijo Fred a sus dos amigos —. Debemos encontrar un compartimiento antes que no hayan.

Oliver expreso una sonrisa mientras rodaba sus ojos y volvía a darle un último beso a su chica.

— Estaré esperando tus cartas — Dijo Wood.

— Y yo tus repuestas — Ambos sonrieron.

Los gemelos se encargaron de llevar a Samantha a dentro del expreso provocando la risa del grupo.
Cuando encontraron un lugar vacío no dudaron saludar a Hagrid quién acompaño a todos para despedirse, se llevo muchas palabras como “Adios Hagrid, te queremos” “Nos vemos el próximo año” “Te extrañaremos” etc.
Sin duda había sido un año algo perturbador pero también habían pequeñas cosas que lo hacían bueno y causaba que los alumnos quisieran regresar nuevamente el próximo año.