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🕊️ 𝒜𝒸𝓉. 𝐼𝐼𝐼 🕊️

━━ 𝑺𝑨𝑴𝑨𝑵𝑻𝑯𝑨 𝑩𝑼𝑻𝑳𝑬𝑹 𝒀 𝑬𝑳 𝑷𝑹𝑰𝑺𝑰𝑶𝑵𝑬𝑹𝑶 𝑫𝑬 𝑨𝒁𝑲𝑨𝑩𝑨𝑵.

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Samantha sonreía ante las cartas que recibía de sus amigos y de su novio Oliver. Se alegraba de ver como la familia Weasley disfrutaba sus vacaciones en un viaje a Egipto, le enviaron postales mencionando la aventura que estaban viviendo y la pelinegra decía que se merecían eso y muchas maravillas más ya que siempre fue una familia generosa y amorosa con quién lo necesitara.
También estaba feliz de recibir noticias de su chico después de un tiempo sin hablar ya que el muchacho estaba algo centrado en las tácticas de Quidditch, era su último año y había solo una mínima esperanza de ganar la copa sino se marcharía de la escuela con un sueño despedazado.

— Cariño regresaré algo tarde, pero recuerda que no debes abrir a nadie...yo tendré llaves — Dijo Julia algo apresurada dejando el periódico y unas bolsas sobre la mesa.

— Está bien tía, guardaré algo de comida para tí — Dijo la chica con una sonrisa.

La rubia beso la coronilla de su sobrina y tomo sus cosas para regresar al trabajo, últimamente las cosas estaban muy extrañas en el ministerio y no era para menos, un preso, Sirius Black había logrado escapar de Azkaban alterando el orden mágico y el mundo en general ya que los rumores del profeta varios Muggles fueron encontrados muertos cuando vieron a Black rondar por esos lados.

Samantha estaba algo entusiasmada por vivir otro año en el castillo, ya tenía la mayoría de sus cosas listas para ser empacadas pero prefirió pasar el tiempo ordenando su habitación. En ese momento encontró una antigua fotografía de sus padres en su fiesta de cumpleaños número tres, la chica se dedicó a observarla por unos minutos encontrando rasgos similares a su madre y padre pero le llamaba la atención al ver que ambos no poseían el mismo color que ella en sus ojos, Cassandra los tenía color avellana y Edward café oscuros. Por esa razón comenzó a buscar fotografías antiguas de su familia pero lo único que encontraba eran de sus padres, con ella o Julia y con amigos de su juventud pero no habían retratos de sus abuelos, eso causaba su curiosidad.

— Que tal Rubí — Dijo al ver cómo su lechuza llegaba con otra carta.

Dejo las fotografías sobre el escritorio y dio de comer a su ave antes de leer otra carta de Wood, la chica paso el tiempo leyendo hasta quedar dormida con las cartas sobre su pecho.

Unos murmullos pasaban cerca de su oído pero no lograron despertarla hasta que se oyó un fuerte golpe, tomo su varita cuando escucho ruidos en la planta baja, comenzó acercarse sigilosamente percibiendo la presencia de su tía y de alguien más.

— Te he dicho que no puedo hacer nada, pondré mi vida en riesgo otra vez y ahora debo proteger a Sam — Dijo algo preocupada pero molesta al mismo tiempo —. Vete antes que los dementores te encuentren.

— Lo haré pero necesito saber dónde está Harry Potter — Una voz masculina invadió los oídos de Samantha.

— No lo sé Sirius, ya te lo he dicho.

Al oír el nombre de aquel prisionero la pelinegra dejo salir a flote esa valentía que la caracterizaba, tomo por sorpresa a los dos adultos. No le importaba llevarse un gran regaño por parte del ministro, incluso una expulsión al utilizar magia fuera del colegio pero protegería a su tía sin importar qué.
Con su varita apunto a Black quien respiraba algo agitado por el temor.

— Sam...— No permitió que su tía la interrumpiera.

— Que haces aquí? Que quieres, porque buscas a Harry?

— No me sorprende para nada que actúes así, asusta pero desde bebé sabía que serías muy valiente — Dijo el hombre confundiendo a la chica —. No te haré daño, ni a tí ni a Julia pero baja la varita.

— No lo haré hasta que me digas que haces aquí — Dijo firme.

Julia debió interceder para que las aguas se calmaran, mientras ella iba por té Sirius se encargaba de contarle toda la verdad a la pelinegra y como había sido inculpado por algo que no había cometido.

— Eres el padrino de Harry — Dijo la chica con sorpresa.

— Sí pero no lo sabe y se que al saberlo no lo aceptará, las noticias llegan rápido y ahora sabrá que lo busco pero debo encontrarlo antes que sea tarde y viva bajo una mentira, yo no traicione a sus padres — Dijo el hombre con cierto dolor —. Por eso necesito llegar a él y tú debes ayudarme.

— No — Dijo esta vez Julia —. Sam no lo hará, Sirius no arriesgare la vida de mi sobrina, ella no se meterá en tu asunto. Intentaremos algo pero deja a Samantha fuera de esto ya ha vivido mucho para que otro problema surja.

El hombre se encontraba muy cansado como para discutir con la rubia pero a duras penas acepto y prefirió marcharse antes que los dementores descubrieran su paradero, aún así antes de irse vio a la chica y sonrió.

— Tus padres deben estar orgullosos de tí — Dijo Sirius —. Gracias por cuidar a Harry.

La chica expreso una pequeña sonrisa mientras veía como Sirius se marchaba de la casa. Julia soltó un leve suspiro y se acercó a su sobrina.

— Promete que no harás nada — Exigió la rubia con preocupación.

A pesar que se había quedado pensativa asintió solo para complacer a su tía. Y antes que regresara a su habitación para seguir descansando se atrevió a preguntar si ella guardaba las fotografías de sus abuelos.

— Cassandra nunca las quiso conservar — Confesó con una sonrisa de lado.

— Y sabes el motivo?

Esa pregunta puso muy nerviosa a Julia pero debió mentir al respecto y fingir que no sabía el motivo, aún así Samantha sabía cuando su tía mentía y creía que ella ocultaba algo importante pero estaba muy alterada después de lo ocurrido por esa razón prefirió fingir que le había creído y se marchó a su habitación para descansar nuevamente.

𝐀𝐕𝐀𝐃𝐀 𝐊𝐄𝐃𝐀𝐕𝐑𝐀 |𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora