𝐀𝐕𝐀𝐃𝐀 𝐊𝐄𝐃𝐀𝐕𝐑𝐀 |𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|

49 ²

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La lectura se encontraba muy entretenida pero el cansancio se estaba haciendo presente por esa razón dejo aquel libro sobre la mesita de luz y se acomodo para dormir pero en un momento vio como el patronus de John ingresaba llamando la atención de Raksha, Samantha sonrió cuando el susodicho entro a la habitación acercándose a la cama de la chica para recostarse junto a ella quien lo recibió sin ningún problema.

— Ahora estás mejor? — Se atrevió a preguntar mientras acariciaba la barba de John.

— Sí, tu eres mi calma — Confesó abrazándola por la cintura —. Pero en un momento tuve la intención de marcharme y regresar a Italia, luego lo pensé y no puedo dejarte, ya no — La chica sonrió.

— Con que Italia? — Bromeo haciéndolo sonreír.

— Así es, pero siempre vengo aquí ya que la mansión nunca está vacía... Aún que se que pronto no lo estará y podré pasar más tiempo allí — Dijo con una sonrisa algo coqueta —. Te gustaría vivir conmigo en Italia.

— No lo sé, dime tú, tu eres el que ve el futuro — Ambos sonrieron.

— Oh, entonces sí, te ves muy cómoda allí — Respondió causando que las mejillas de Samantha se sonrojaran —. En verdad estaba muy feliz a pesar de todo y ahora siento que se está arruinando... — Lo interrumpió.

— No digas eso John, se que Thomas logro ver algo que ninguno no y por esa razón permitió que se quedara aquí... Y no debes preocuparte estoy segura que tratará de pasar desapercibida — Dijo pensando un poco en la mujer.

— Me gustaría creer eso, pero tiene una manía por llamar la atención siempre — Dijo algo molesto —. En fin ya no quiero hablar de ella, dime qué piensas para tu futuro?

Samantha sonrió un poco y comenzó a pensar evitando traer a su mente la aberrante noticia que recibió en la cripta, tal vez decir lo que pensaba antes la podía ayudar.

— Ser una aurora estaba en mis planes pero luego pensé que podría ser profesora de defensas contra las artes oscuras — Dijo la chica recordando que siempre fue su asignatura favorita y que también le iba muy bien.

— Y después de eso?

La chica noto la curiosidad del muchacho hacia cierto tema por esa razón sonrió y volvió hablar.

— Formar una familia — Dijo haciendo sonreír a John.

Tal vez le daba algo de miedo en poder fallar pero no podía negar que ser madre era uno de sus planes en el futuro, poder entregar aquel amor que su madre alguna vez le dio a otro ser maravilloso era muy lindo en tan solo pensar. Y no era la única, John también quería formar su familia era el único de sus hermanos varones que no tenía hijos o esposa, en un cierto punto envidiaba eso ver un amor diferente que era imposible de explicar y que la curiosidad lo llamaba continuamente pero al escuchar eso de Samantha sintió alegría y muy esperanzado.

— Estoy seguro que serás una madre increíble — Admitió John haciendo sonreír a Samantha con amplitud.

Lo beso sintiendo ciertos cosquilleos en su cuerpo como si millones de mariposas volaran a su alrededor trayendo una sensación agradable como si estuviese volando con ellas.
John no quería perder aquel momento y esa paz que había entre ambos por esa razón pidió que fuese su pareja, estaba seguro que no quería pasar su vida con nadie más que no fuese ella. Samantha soltó un suspiro tembloroso pero la voz de su madre una y otra vez se hacía presente para recordarle que debía ser feliz a pesar de lo que le esperaba en un futuro por esa razón acepto.

Dormir a su lado le traía seguridad y paz creando un mejor descanso pero para los dos. Y más ahora, ambos estuvieron de acuerdo en esperar para anunciar su relación y dejar que la familia solo se enfocará en la boda de Gryffin pero tampoco tuvieron el problema en quedarse juntos, si alguien los descubría dirían la verdad con mucho orgullo.

[...]

La pelirroja le enseñaba el atuendo que había escogido para usar en su boda con Luke. A pesar de no ser un vestido tenía ese toque de elegancia que lo hacía perfecto algo que la dejaba ver cómo digna de ser una Rosier ante esa sofisticación e imponer su propia moda.

— Le pedí a Crystal que hiciera un vestido para tí, ya que ambas serán mis damas de honor — Dijo la chica sonriendo mientras veía su traje —. No puedo creer que esto esté pasando, que solo faltan horas y seré la esposa de Luke.

— Te lo mereces amiga, esto y toda la felicidad del mundo.

Ambas se abrazaron por unos minutos antes de proseguir con lo suyo y la preparación de la boda. Samantha bajo a la cocina encontrandose con Esme allí por un momento quiso irse pero ya era tarde la otra mujer la había visto.

— Samantha Butler, verdad? — La mujer la vio de pies a cabeza.

— Así es... — Dijo algo incómoda —. Cómo te sientes?

— Estoy bien — Respondió con cierta frialdad y recelo —. No debes fingir que te agrado puedo verlo... Se que ya te hablaron de mí.

— No es de mi incumbencia lo que hiciste o no hiciste con esta familia, ni la decisión de Thomas en dejarte entrar — Dijo la rubia viéndola fijamente —. Solo trato de generar una mejor estadía para tí.

— No quiero la caridad de nadie, a penas me recupere me iré — Dijo Esme bebiendo agua —. No puedo estar bajo el techo de personas que me odian por cosas que no hice.

— De que hablas?

— Yo nunca quise ser mortifago pero Andrómeda me convenció y quería que llevará a sus hijos con ya sabes quién para que estuviesen a salvo pero me mintió y provocó que quedará mal con toda la familia... Y si fuese real lo que ellos dicen, no crees que ya estaría muerta? — Samantha quedó algo pensativa ante ello, Esme paso cerca de ella y antes de irse la vio nuevamente —. Que no te engañen, a veces hay lobos vestidos de oveja.

Samantha frunció el ceño y vio como Esme se iba de la cocina dejándola muy pensativa pero negó, no creía que los Rosier eran malas personas por esa razón trato de olvidar lo que dijo aquella mujer y rogó que pronto se recuperara para que su presencia no siga causando disturbios entre la familia.