𝐀𝐕𝐀𝐃𝐀 𝐊𝐄𝐃𝐀𝐕𝐑𝐀 |𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|

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El gran banquete de despedida, todas las casas juntas por última vez en este año. Todos disfrutaban su último día en el castillo y junto a sus amigos.

— No olvides escribirme — Dijo Angelina a Samantha.

— Claro que no, les escribiré a los cuatro — Dijo la leona recibiendo un abrazo de la morena.

Ambas chicas buscaron un lugar donde sentarse y disfrutar de las exquisiteces que estaban en la gran mesa.

— Puedo? — Pregunto Oliver deseando sentarse junto a la pelinegra.

— Claro — Respondió con amabilidad haciéndose a un lado para que pudiesen entrar los dos —. Estás bien?

— Sí, se que el próximo año será mejor — Dijo Oliver.

Sabían que Gryffindor no había recaudado los puntos suficientes para ganar la copa de las casa pero no se desanimaban aún quedaban años para hacerlo. Dumbledore antes de dar comienzo al banquete decidió dar un discurso de despedida para los de último año y para los que regresarían nuevamente el próximo año, también debió anunciar las posiciones dejando en último lugar a Gryffindor los leones aún así aplaudieron pero sintieron cierta amargura cuando Slytherin se consagró como la casa ganadora.

— Bien hecho Slytherin, bien hecho — Dijo Albus a las serpientes —. Pero sin embargo hay que considerar los eventos recientes — Todos quedaron confusos y pusieron toda su atención al director de Hogwarts.

Dumbledore considero los actos heroicos de los leones al enfrentarse a las adversidad que habían ocurrido con respecto a la piedra filosofal. Le otorgó 50 puntos a Hermione y a Ron, 10 a Neville por haber enfrentado a sus amigos y evitar que no salieran de noche, y por último 60 puntos a Harry y a Samantha por haber puesto sus vidas en peligro con tal de proteger a los suyos. De esa manera la casa ganadora fue Gryffindor llevando nuevamente la alegría a los leones y más de uno, como por ejemplo a Julia quien permaneció en el castillo y fue invitada al banquete, Mcgonagall al ser jefa de esa casa y a Hagrid quien tenía un gran aprecio por la casa ganadora.

[...]

Abrazos emotivos se veían de aquí para allá, todos se despedían hasta el próximo año o algunos hasta que la vida decidiera reunirlos nuevamente. El expreso se estaba llenando de alumnos.

— Mi tía está aquí así que me iré con ella — Dijo Samantha despidiéndose de sus amigos.

Irían en el mismo expreso pero en otro compartimiento. El cuarteto se despidió de la pelinegra al igual que los tres niños.

— Nos vemos el próximo año — Dijo a los tres niños que subieron al expreso.

— Así es nos veremos el próximo año — Dijo Wood acercándose a ella.

— Ten buenas vacaciones — Dijo Samantha abrazando a Oliver.

— Tú igual, me escribirás verdad?

— Sí tu respondes lo haré — Ambos sonrieron y el muchacho asintió.

Oliver y Samantha volvieron abrazarse por unos segundos ya que el expreso se marcharía. La pelinegra dejo un beso en la mejilla de Wood antes de irse luego regreso con su tía quien la esperaba con una gran sonrisa.

— Me vas a decir quién es? — Pregunto con cierta picardía provocando que las mejillas de su sobrina se volviesen rojas.

— Tía por favor no empieces — Dijo avergonzada causando la risa de Julia.

La mujer abrazo a la chica y ambas observaron como se iban alejando del castillo. Otro año se había marchado y a pesar de las dificultades que se presentaron en medio del camino también hubieron cosas extraordinarias, Samantha soltó un leve suspiro y estaba lista para recibir un merecido descanso después de todo.