𝐀𝐕𝐀𝐃𝐀 𝐊𝐄𝐃𝐀𝐕𝐑𝐀 |𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|

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Samantha trago en seco al ver la apariencia de Hermione, la poción multijugos le había jugado una mala pasada a la niña convirtiéndola en un gato.

— La llevaré a la enfermería, deben vigilar los pasillos — Dijo la pelinegra tomando a la niña —. Vamos Herms, estarás bien.

La niña intento creer en sus palabras pero era complicado quería explotar en llantos y más aún cuando comenzó a escupir bolas de pelo. Los niños hicieron guardia hasta que pudieron llegar al hospital, allí la enfermera los atendió de inmediato.

— Que ocurrió?

— Bebió la poción multijugos — Dijo Samantha —. Lo han visto en su clase y quisieron saber cómo funcionaba realmente.

— Por lo menos lograron hacerla — Dijo la enfermera llevándose a Hermione.

Los tres chicos estuvieron esperando fuera de la enfermería para saber cómo se encontraba la niña por el momento Harry se encargó de explicar lo que ocurrió con el plan.

— Hace cincuenta años alguien abrió la cámara de los secretos y una persona de familia muggle murió pero nadie sabe quién es el heredero.

— Entonces Draco no lo hizo y se que tu no lo eres, algo me dice que no está entre nosotros — Dijo Samantha pensativa.

Se mantuvieron en silencio cuando otros alumnos pasaron por allí pero sus mentes parecían encenderse de la curiosidad creando diferentes teorías pero ninguna era tan buena como para creerla.

— Iré con Hermione para saber cómo está, vuelvan a la sala y tengan cuidado — Dijo Samantha despidiéndose de los dos niños quienes asintieron y se marcharon de allí.

Samantha logro convencer a Pomfrey para permanecer con Granger, la pelinegra le menciono la información que Harry junto con Ron habían recaudado y que debían ser pacientes, y tratar de cuidarse todo lo posible ya que jamás sabrían cuando su enemigo atacaría.

[...]

Las escaleras se estaban convirtiendo en su lugar favorito para despejarse y estar sola por un momento mientras leía un libro. Habían pocos alumnos, se podría decir que solo cinco rondando por la sala común la mayoría se encontraba en sus habitaciones aprovechando descansar en sus últimos días de vacaciones.
La pelinegra logro oír como los truenos se presentaban anunciando una tormenta, sus ojos viajaron hacia la ventana donde veía los rayos en el cielo que se cubrían de esas nubes negras. Pero la profunda paz que le traía esa escena, cambio, sus ojos por un momento vieron el reflejo del señor tenebroso sobre su rostro pero esa imagen se fue de inmediato asustando a la chica quien estaba dispuesta a irse de allí hasta que una mano la detuvo sobresaltandola aún más.

— Lo siento no quise asustarte — Era Oliver quien tomo asiento junto a ella —. Estás bien?

— Sí, solo me tomaste desprevenida es todo — Fingió sonreír pero estaba nerviosa e inquieta.

Samantha intento distraerse con lo que Oliver decía pero estaba extraña y el muchacho lo estaba comenzando a notar por esa razón se excuso que estaba cansada y que iría a dormir pero al levantarse una imagen se presentó asustandola aún más y logrando su desequilibrio.
Vio un chico que sostenía un libro negro, similar al que traía Ginny Weasley hace unos días, este la veía fijo mientras dijo unas cortas palabras en Parsel.

— Sam! — Oliver logro atraparla a tiempo.

Wood noto que algo no andaba bien en ella, Samantha intento sostener la misma mentira pero no logro convencerlo, estaba dispuesto a saber la verdad.

— Que está pasando, Sam?

— Si te lo digo me creerás una lunática y...— Él la interrumpió.

Le explicó que la apoyaría y escucharía siempre, necesitaba saber lo que ocurría para poder ayudarla. Por un lado le entrego seguridad y tranquilidad, pero por otro lado se sentía mal por involucrarlo en sus problemas y no tenía el deseo de perderlo.

— Oliver — Dijo acariciando su mejilla.

— Confías en mí?

— Lo hago, pero no quiero involucrarte en mis problemas — Dijo con sinceridad.

— Y yo no quiero dejarte sola en ellos — El castaño la tomo de la cintura mientras dejaba un pequeño beso tratando de convencerla —. Estamos juntos en esto y en lo que venga en un futuro, lo prometo.

Samantha enseño una pequeña sonrisa mientras soltaba un suspiro y trataba de encontrar las palabras adecuadas y así lograr que Oliver entendiera ese camino sin fin.
Cuando estuvo apunto de hablar una señal que no era el momento se hizo presente, Percy junto con la prefecta de Gryffindor enviaron a los dos chicos a sus habitaciones ya que era demasiado tarde, Wood algo molesto con su amigo debió despedirse de Samantha quien sintió un gran alivio al saber que estaba libre por el momento.

Su mente no se detenía trataba de encontrar respuestas que no habían era demasiado extraño lo que ocurrió y creía que era algo relacionado con la cámara de los secretos por esa razón intento levantarse para hablar con Mcgonagall o Dumbledore pero su cuerpo fue abrazado por una fuerza mayor y sobrenatural que le impedía moverse, pero aquella no le trasmitía terror sino sentía como si alguien la estuviese protegiendo.

— Serán tiempos difíciles, pero será donde más te fortaleceras — Se oyó en su cabeza —. Piensa con calma porque hay decisiones que pueden provocar la muerte, te sumergiras en una tormenta profunda pero no temas habrá descanso en el camino.

Permaneció en silencio y tomo aquel mensaje como una negación a ir con su director por esa razón volvió a su cama y trato de dormir.

A la mañana siguiente recibió la buena noticia que Hermione se encontraba bien y que podía salir de la enfermería, pero Harry estaba inquieto y necesitaba hablar con ellos tres lo más pronto posible.

— Harry, de quién era ese diario?

— Tom Marvolo Riddle, el respondió a mis preguntas y no solo eso me mostró el primer asesinato por causa de la cámara — Dijo el niño —. Y Hagrid estaba ahí.

El niño menciono que vio al semi-gigante allí y que él era el supuesto heredero quien había abierto la cámara.

— Lo siento Harry pero no puede ser él, Hagrid es nuestro amigo — Dijo Hermione a lo que Samantha estuvo de acuerdo.

Pero el otro niño se empeñaba que él era el causante por más que le dolía. La pelinegra pidió que no lo acusara aún hasta tener pruebas suficientes.