𝐀𝐕𝐀𝐃𝐀 𝐊𝐄𝐃𝐀𝐕𝐑𝐀 |𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|

02

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El primer lunes de clases era realmente agotador y difícil de comenzar pero aún así a muchos les hacía ilusión estar nuevamente en el castillo junto a sus amigos y profesores favoritos.
Samantha era una de ellos, le encantaba recibir cualquier tipo de información que ayudará a su crecimiento en la magia y en su vida.

— Sean bienvenidos mis niños. En esta habitación exploraran el noble arte de la adivinación — Dijo la profesora Trelawney.

Samantha no creía en eso de la adivinación pero aún así le traía cierta curiosidad en que podía ver esa profesora con sus visiones.
La mujer comenzó a dar clase explicando un poco la función de su asignatura y como muchas de ellas fueron acertadas incluyendo al que no debe ser nombrado.

— Y que fue lo que adivino? — Pregunto un muchacho de Ravenclaw.

— Bueno, yo — Dijo nerviosa —. Supe que él volvería por venganza y sucedió hace muchos años.

Algunos quedaron asombrados otros, como los gemelos, hicieron gestos de burla como si estuviesen asustados para hacer reír a Jordan.
La profesora continuo con su clase viendo las tazas de sus alumnos al parecer todo iba bien hasta que fue el turno de Samantha, la mujer la vio como si le fuese familiar y luego vio lo que había dentro de su taza.

— Cual es tu nombre querida? — Pregunto intentando descifrar el mensaje.

— Samantha Butler — Respondió confusa mientras veía a su profesora.

— Oh, que extraño ya debe estar algo vieja — Dijo arrojando la taza al suelo dejando que se rompiese en mil pedazos.

No pudo descifrar el futuro de Samantha, como si algo le impedía ver más allá. La chica no entendió porque fue la única que le sucedió eso hasta quiso pedir otra taza pero prefirió dejarlo pasar esta vez.

En su descanso fue a la biblioteca por unos libros que le harían falta para su siguiente clase pero en su camino se topo con el niño que vivió sintiéndose extraña. Su atención solo se la llevo Harry provocando así que el muchachito sintiera su penetrante mirada y enfocará su vista en ella preguntándose quién era ya que su cicatriz sintió un especie de calor.
Pero cuando la chica noto que Potter iba acercarse a ella, huyó, se escabulló entre los alumnos que caminaban por los pasillos y se oculto en la biblioteca.

— Sam! — Dijo George al ver a su compañera.

Luego de recoger uno de los libros que eran necesarios se unió a los gemelos y a Lee quienes hablaban sobre sus próximas bromas y más, también pidieron la ayuda de Samantha a pesar que está negó, no quería meterse en problemas pero aún así les dio alguna que otra opinión para que sus travesuras no fracasaran.

— Fred! George! — Dijo alguien a sus espaldas llamando su atención —. Chicos!

Los pelirrojos voltearon al igual que los otros dos notando la presencia de Oliver Wood quien traía consigo unos pergaminos con ideas nuevas para el Quidditch.
A pesar que se alejaron un poco para hablar sobre el horario del primer entrenamiento y algunas jugadas, el capitán de Quidditch dejaba una que otra mirada a la chica.

— Dime, tú y Oliver se conocen? — Murmuró Lee.

— No, se quién es pero jamás hablamos, porqué?

— Se ve muy interesado en saber de tí — Dijo el moreno con una sonrisa provocando que las mejillas de Samantha se sonrojaran.

Oliver se marchó dejando que los gemelos regresarán con sus dos amigos, Lee no pudo retener su lengua y pregunto si el otro chico estaba soltero.

— Sí lo está — Dijo Fred.

— Porqué lo preguntas? — Termino George.

— Es una información valiosa para nuestra amiga que está aquí — Respondió.

A pesar que Samantha intentaba desmentir esa idea descabellada, Lee les menciono como Oliver la había estado viendo todo el tiempo que estuvo hablando con ellos. Los gemelos molestaron un poco a la chica pero prometieron ayudarla con Wood a pesar que ella les dijo que no.

— Chicos en serio no...— Ya no había remedio, ellos lo harían.

[...]

La última y peor clase del día, Samantha sufría cuando tenía clases con Snape. Sus miradas y como la hacía sentir una inútil ante sus respuestas le hacía creer que él la odiaba profundamente. Por esa razón solo trataba de hacer bien sus trabajos, entregarlos a tiempo y hablar cuando él se lo preguntara.

— Los demás profesores verán con orgullo sus patéticos trabajos, pero yo no — Dijo Severus —. Quiero ver un verdadero esfuerzo en cada pergamino que me entreguen ya no son niños de primer año, hasta puedo estar seguro que cualquier niño de esos podría hacer algo mejor que ustedes, incluso nuestra nueva celebridad.

Samantha bajo un poco la mirada cuando el profesor Snape quedó a su lado viéndola por encima con aire de superioridad.

— Su historia solo ha sido una distracción para muchos — Prosiguió —. Pero no es más que un niño que no sabe nada de la magia y deja mucho que desear, solo difama su apellido — Dijo con burla —. Espero usted no sea así, señorita Butler.

La chica no movía ningún pelo solo veía su pupitre con seriedad tratando de mantener la calma.
Desde primer año Snape parecía estar encaprichado por humillarla todas las veces que podía, mencionando a sus padres o corrigiendo a los profesores ante los halagos que soltaban sobre ella y su inteligencia.

— Dígame señorita Butler, ha estudiado?

Y así comenzaba todo por esa razón la jovencita quiso prepararse para ello y estudio en sus tiempos libres en el verano.
Snape comenzó hacer preguntas al azar pero estás fueron respondidas correctamente.

— Bien, cinco puntos para Gryffindor — Dijo Severus sorprendiendo a los leones —. Pero debe esforzarse más sus respuestas han sido muy baratas.

Aún así se sintió completamente aliviada al deshacerse de Snape hasta la siguiente clase.

Cuando salieron del salón pudo sentir la mirada de Snape sobre ella por esa razón quiso salir de allí antes que algo ocurriera.
En el pasillo se unió a Angelina quien le agradeció por los cinco puntos de su casa luego menciono que los gemelos y Lee le contaron sobre el interés que Oliver tuvo con ella, y claro la morena no dudo en contarles sobre la mirada que le dio en el gran salón en la primera cena de bienvenida.

— Tranquila solo me lo han dicho a mí — Dijo Angelina —. Serían una linda pareja.

— En serio no tienen que hacer esto Angelina, no quiero tener pareja ahora y... — La otra chica la interrumpió.

— Confía en nosotros.

Samantha soltó un leve suspiro y supo que ya no había más que hacer, ellos lo harían de cualquier forma.